El intercambio de Amazon con la Casa Blanca es menor en medio de un mundo lleno de incertidumbres, pero sirve para mostrar que es el ciudadano estadounidense el que debe pagar por los aranceles que impone su Gobierno.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | La guerra arancelaria que ha desatado el presidente de Estados Unidos volvió a quedar en falso cuando circuló la información de que Amazon publicaría la formación del precio de sus productos detallando los impuestos que causan el alza de un 145% de los importados.

El Gobierno estadounidense rápidamente reaccionó. Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca calificó el anuncio como “acción hostil y política” por parte de la empresa.

La resbalada de Trump quedó en evidencia por dos motivos. En primer lugar, si Amazon publicara el detalle de los impuestos de los productos importados demostraría a los consumidores que son ellos los que pagan las medidas arancelarias y no China ni ningún otro país o ciudadano de algún lugar del mundo; y en segundo lugar, se evidenció que el Gobierno presiona para que las empresas no informen a sus ciudadanos cómo se conforma los precios que pagan por lo que compran.

Desde la empresa cuestionada se dijo que Amazon discute ideas todo el tiempo, y esa fue planteada pero nunca se aprobó y por esa razón -no por la presión del Gobierno- no va a suceder.

Leavitt no solo expresó la amenaza (“acción hostil y política”) sino que exhibió un artículo periodístico de 2021 en el cual la agencia Reuters daba cuenta de una supuesta asociación de Amazon con la propaganda China.

Llama la atención la reacción de la Casa Blanca, que al etiquetar a la empresa por una “acción hostil y política” -cuando en realidad solo está informado a sus clientes qué es lo que están pagando- traslada un tema comercial al campo político, con una mal disimulada amenaza.

Según publicó The York New Times, la reacción de la Casa Blanca no se entiende ya que Jeff Bezos, fundador de Amazon, ha tenido gestos y acciones de acercamiento con Trump, incluso llegó a donar US$ 1 millón al fondo inaugural del mandatario para ocupar un lugar en la Rotonda del Capitolio en el acto de toma de posesión.

Además, Bezos ha tenido palabras positivas hacia el mandatario estadounidense: “Lo que he visto hasta ahora es que está más tranquilo que la primera vez”, lo veo “más confiado, más estable”. Por todo eso “tengo muchas esperanzas”.

La Casa Blanca no solo hizo un mal manejo del tema, sino que desnudó claramente el efecto negativo de la guerra arancelaria y quienes son los que realmente la pagan.

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