La temperatura óptima para los cítricos es entre 23 y 34 grados, pero cuando el aire está a cero o por debajo de cero grados, constituye un riesgo.
Montevideo | Todo El Campo | La llegada de los primeros fríos afecta a las producciones agropecuarias de diferente forma. Los árboles cítricos son uno de ellos, y por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) difundió ayer un extenso documento “Daños por frío en la producción de cítricos de Uruguay”; sus autores son Natalia Guimaraes, Joanna Lado, Evelin Pechi, Elena Pérez, Fernando Rivas, José Buenahora y Álvaro Otero, todos ingenieros agrónomos del INIA.
El texto corresponde al Boletín de Divulgación N° 123 y brinda información y posibles acciones para apoyar la toma de decisiones que mitiguen el impacto negativo de las heladas sobre la calidad, sanidad y productividad del cultivo.
SENSIBLES A LAS HELADAS.
Lo primero que señala el documento es que “los cítricos son sensibles a las heladas, presentando daño por frío o congelamiento cuando la temperatura de aire es inferior a 0” grados centígrados.
“Son cultivados en zonas tropicales y sub tropicales”, y su “rango de temperatura óptimo para su crecimiento y desarrollo está entre 23ºC y 34ºC, mientras que por debajo de 13ºC cesa el crecimiento y desarrollo”.
Es así que el aire a una temperatura por debajo de cero “constituyen un riesgo, registrándose la ocurrencia de daños por frío con temperaturas inferiores a -2,2ºC”.
Cada especie se comporta de forma diferente, por eso “la sensibilidad” al frío “varía entre especies e incluso entre variedades”.

DAÑOS POR FRÍO.
El frío causa cambios fisiológicos y bioquímicos en las plantas como en los frutos, incluyendo “aumento en la instauración de ácidos grasos, la reducción en la actividad enzimática y fotosintética, la disrupción en la estructura de los cloroplastos y la pérdida de electrolitos, llevando a una rigidez de la membrana celular”.
El frío es dañino al formar hielo “en el interior de los tejidos, no a su formación en el exterior de la planta”; y “el daño por frío es un proceso complejo que depende de múltiples factores, entre ellos la velocidad y la intensidad del enfriamiento y del calentamiento luego del evento”
Los daños provocados por las heladas se los puede dividir en cuatro categorías:
- Daños leves: solamente existe daño sectorizado a nivel de copa, abarcando brotes nuevos, hojas y pequeñas ramitas.
- Daños moderados: daño considerable en la globalidad de la copa, generando caída de fruta, fuerte defoliación, muerte de brotes nuevos y ramas secundarias, mientras que el tronco y las ramas principales no muestran daño.
- Daños severos: fuerte defoliación, daño y caída masiva de frutos, muerte de ramas secundarias, muerte y agrietamientos de corteza a nivel de ramas primarias.
- Daños extremos: fuerte defoliación, daño y caída masiva de frutos, muerte de ramas secundarias y necrosis y agrietamientos de corteza a nivel de ramas primarias y de tronco que comprometen la supervivencia de la planta.
EL FRIO Y LAS PLAGAS.
Por otra parte, las heladas son aliadas en el control de plagas. El documento de INIA también aborda ese aspecto, porque “al igual que los cítricos, los insectos se desarrollan dentro de un rango óptimo de temperatura que varía según la especie. Al ser animales de sangre fría, no tienen la capacidad de regular su temperatura corporal y dependen de las condiciones ambientales. Por ello, las heladas pueden reducir la población de plagas y de sus enemigos naturales en los cultivos”.
Algunas de esas plagas son el minador de los cítricos (Phyllocnistis citrella); cochinilla roja (Aonidiella aurantii); psílido asiático de los cítricos (Diaphorina citri); moscas de la fruta (Ceratitis capitata y Anastrepha fraterculus).
DOCUMENTO COMPLETO.
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