Los bloqueos y la dificultad de acceso impiden el transporte de animales y la llegada de alimento a las propiedades.

Brasil | Todo El Campo | La mayoría de los negocios en las regiones afectadas por las lluvias han suspendido o suspenderán sus actividades. Los bloqueos y la dificultad de acceso impiden el transporte de animales y la llegada de alimento a las propiedades.

Con las carreteras bloqueadas y el aumento del nivel del agua, el procesamiento de alimentos se ha visto afectado en Rio Grande do Sul, y el impacto debería aparecer pronto en los supermercados, con una reducción en el suministro. Al menos esa es la proyección que hace la Asociación Avícola Gaucha (Asgav), ya que las empresas del sector tienen sus operaciones reducidas o suspendidas. La cantidad exacta aún se está planificando, pero el informe indica 12 unidades con una suspensión de muerte de un turno o más.

El presidente de Asgav, José Eduardo dos Santos, dijo “la Serra está totalmente interdicta, el Valle de Taquari también. Si no buscamos una salida alternativa, es posible que ya tengamos algún tipo de dificultad. No habrá escasez total, pero creo que habrá una reducción de la oferta en los próximos dos o tres días”.

Además de las unidades que se encuentran inundadas, los bloqueos y aislamientos de diferentes puntos del estado impiden el transporte de animales y también la llegada de alimento a las propiedades, razones por las cuales se estima esta dificultad en el abastecimiento.

En Roca Sales, en el Valle de Taquarí, JBS tuvo que cerrar las actividades de la planta de alimentos listos para consumir porque el agua llegó al lugar.

Una situación similar se percibe en las empresas porcinas. Además de los mataderos con problemas por inundaciones, no es posible acceder a diferentes regiones del estado. Tampoco es posible tomar alimentos. Esto debería conducir a un aumento en el número de animales en las granjas.

Rogério Kerber, presidente de la Unión de Industrias de Productos Porcinos del estado (SIPS), observó: “No es posible ir al interior para sacar la producción del campo. Cada día que pasa, hay un problema adicional”.

También está el drama de los empleados, que se enfrentan a inundaciones y pérdidas en el lugar donde viven. Todo esto hace imposible que las unidades funcionen.

“No depende de las empresas, depende de la infraestructura pública para quitar barreras, recuperar puentes caídos. Eso es cosa que llevará días”, reflexionó el titular de SIPS.

En las industrias lácteas, según Sindilat/RS (sindicato lácteo), el 40% de la leche recolectada en el estado está teniendo problemas de retraso, recepción o imposibilidad de recolectar volúmenes en las propiedades.

Guilherme Portella, presidente de Sindilat/RS señaló: “La situación es súper compleja, las empresas están hora a hora tratando de cooperar, para poder tomar la leche más cerca de sus plantas y fábricas, haciendo este intercambio entre ellas, para que se llegue al mayor número de productores, para que todos puedan usar la leche” que producen.

Fuente: asgav.com.br.

Foto de portada: Jefferson Botega | Agencia RBS

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