El proyecto pone un énfasis particular en los polinizadores como las abejas. Estudios han demostrado que los insectos polinizadores pueden tener un impacto positivo en la producción de soja en un 12% al mejorar la cantidad de semillas.
Montevideo | Todo El Campo | En un esfuerzo por promover la sostenibilidad y la biodiversidad en la producción de soja en Brasil, BASF y Solidaridad, una organización de la sociedad civil que trabaja en la creación de cadenas de suministro internacionales más sostenibles, se han asociado para entender cómo las actividades agrícolas sostenibles pueden tener un mayor impacto en la biodiversidad, la conservación del medio ambiente y la coexistencia de la agricultura y los polinizadores, como las abejas. Este proyecto se llevará a cabo en una red de pequeños y medianos productores de soja en Brasil.
La colaboración entre BASF y Solidaridad busca abordar los desafíos ambientales y promover un cambio positivo en la producción de soja. “Lo nuevo de este proyecto es el enfoque de cocreación holística. Queremos desarrollar métricas y prácticas de manera conjunta para favorecer la creación de un entorno biodiverso que sea aceptable y alcanzable por todos los actores involucrados: agricultores, ONG, la industria y otros expertos”, señaló Sergi Vizoso-Sansano, vicepresidente senior de Soluciones Agrícolas de BASF para América Latina.
El proyecto, que comenzó en enero de 2024 y se extenderá por doce meses, contará con el apoyo de dos organizaciones: GeoApis, para monitorear las abejas manejadas y facilitar la comunicación entre los agricultores y los apicultores, y Wheatley Young Partners, para evaluar la viabilidad de un mercado de la naturaleza en Brasil, donde se pague a los agricultores por entregar y mantener proyectos de servicios ambientales en sus tierras.
“Estamos muy emocionados con esta asociación, ya que la base de nuestro trabajo es apoyar a los agricultores para producir mejor y reducir el impacto ambiental de la producción de alimentos”, dijo Rodrigo Castro, gerente de País de Solidaridad en Brasil.
“Apoyaremos a los pequeños y medianos productores de soja con asistencia técnica para mejorar la resiliencia productiva y la sostenibilidad de las fincas. Se promoverán ajustes a las actividades realizadas en la propiedad, así como nuevas prácticas para crear un contexto favorable para la biodiversidad y la producción”, agregó.
El proyecto pone un énfasis particular en los polinizadores como las abejas. Aunque la mayoría de las variedades de soja están diseñadas para ser autopolinizadas, estudios han demostrado que los insectos polinizadores pueden tener un impacto positivo en la producción de soja. La polinización puede aumentar el rendimiento hasta un 12% al mejorar la cantidad de semillas que una planta produce por vaina de soja.
“Existen inconvenientes en la producción de alimentos cuando falta certeza, valor, conciencia y acceso a las prácticas más sostenibles. En un mundo donde preservar la biodiversidad es fundamental para nuestro futuro, necesitamos crear soluciones que integren una mayor biodiversidad en las fincas con una agricultura productiva. Estamos entusiasmados con el potencial de los mercados de la naturaleza para incentivar a los agricultores a mejorar sus prácticas sostenibles”, añadió Vizoso-Sansano.
Basándose en los conocimientos obtenidos en el campo, los socios desarrollarán y probarán la viabilidad de un mercado de la naturaleza en Brasil. El objetivo a largo plazo es crear un ecosistema en el que los agricultores sean incentivados a entregar proyectos positivos para la naturaleza junto con las prácticas agrícolas existentes. Por ejemplo, las empresas podrían cumplir sus objetivos ambientales comprando créditos positivos para la naturaleza a través de un mercado que pague a los agricultores por entregar y mantener proyectos y prácticas ambientales en sus tierras. (Bioeconomía).
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