“Realmente hay un pastizal que nunca se dio, en la mayoría de los lugres hay una muy buena disponibilidad de pasto, muy buena condición corporal del ganado, y se están atrasando los destetes” y por esto último hay “una menor oferta de terneros”

Montevideo | Todo El Campo | El Ing. Agr. Esteban Montes (Plan Agropecuario) comentó la mayor demanda china a un precio menor y realizó observaciones sobre el pasto y el ganado en Uruguay. Además, dijo que se debe cuidar la alimentación de las vaquillonas para aprontar esa categoría a las necesidades del sistema productivo.

LA DEMANDA CHINA.

En su columna en el programa Diario Rural (CX 4 Rural), Montes dijo hace un tiempo el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) analizó las importaciones de carne desde China para 2024, previendo que este año se daría una caída del 5% respecto a 2023, básicamente por los altos stock que tiene China y la demanda debilitada.

Los datos del primer trimestre de 2024 no se condicen con aquel pronóstico, sino que la importación china es de un 22% más en volumen respecto a igual período de 2023, pero a un precio más barato.

En 2023 pagó US$ 5.344 y este año a US$ 4.782, la diferencia es de US$ 562, un 10,5% menos, precisó Montes. Lo que está pasando es que China quiere controlar sus gastos y si puede comprar a un menor precio, lo hace, algo que hacemos todos.

“Lo bueno es que hay demanda, de China y de Estados Unidos, y eso es interesante” a pesar de que bajen los precios, subrayó.

PASTO Y GANADO.

En otro orden, el técnico del Plan Agropecuario señaló que ha recorrido algunas zonas de Tacuarembó, Colonia, Artigas, observando diversos puntos del país: “Realmente hay un pastizal que nunca se dio, en la mayoría de los lugres hay una muy buena disponibilidad de pasto, muy buena condición corporal del ganado, y se están atrasando los destetes” y por esto último hay “una menor oferta de terneros”.

Ante eso, hay varias preguntas que nos debemos hacer: “¿Cuánto puede aumentar de peso de los terneros?, ¿cuánto pierdo en precio?, porque cuanto más peso tengo más baja el valor por kilo, y ¿cuánto afecto al sistema en general, o sea cuánto afecto a la vaca y al resto de las recrías?”, planteó.

Es importante, y el Plan Agropecuario lo promueve mucho, “no mirar un negocio sino todo el sistema”, subrayó.

Montes agregó que este es “un año ideal para preparar las vacas preñadas para el invierno, y va a ser elevado el número”, pero es importante “preparar las vacas para que pasen el invierno, para el parto y para la nueva preñez”.

Pensando en esa próxima preñez “este es un muy buen año porque tenemos pastos y hay que organizar las piezas en los rodeos de cría tratando de dar el mejor pasto a los ganados que lo requieren”, profundizó.

LA BOSTA ADECUADA.

Lo que se ve es que “algunas vaquillonas de 1 a 2 años, que son las que pasaron mal desde el nacimiento porque son hijas de la seca, tienen menor peso que en años anteriores” en un volumen de “20, 30 y hasta 40 kilos menos en esa categoría”.

Es una categoría que si esperamos a último momento a darle kilos, “ese aumento en el peso no se corresponde con el desarrollo sexual del animal, y por lo tanto vamos a llegar al entore y no se van a alzar, por lo que es importante prestarle atención desde ahora, que además tenemos pasto”.

Hay indicadores que no se pueden obviar. Por ejemplo, la bosta, “cuando es dura, indica que le falta proteína al animal”. Para corregir eso se puede llevar la vaquillona “a otro potrero y que la bosta quede un poco más chirla, que se forme un pastel y al pasarle la suela del zapato por arriba la bosta quede brillante, indicando el adecuado nivel de proteína”, explicó.

Foto de portada: establecimiento San José de Solís, de Juan Pedro Etchepare y Virginia Abril, en Canelones. Foto Plan Agropecuario.

AUDIO COMPLETO.

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