La sequía ha encarecido enormemente los costos y reducido el paso de barcos comerciales, lo que podría convertirse en una crisis para el comercio internacional.

Montevideo | Todo El Campo | La sequía histórica en la región está afectando de manera importante el funcionamiento del canal de Panamá, tanto que algunos de sus clientes han tenido que pagar millones de dólares en subastas para poder utilizarlo de manera rápida y no tener que esperar semanas haciendo fila.

La crisis hídrica ha llevado a la Autoridad del canal de Panamá (ACP) a comenzar a reducir los cruces de barcos de manera paulatina hasta recortarlos a la mitad del promedio diario en los primeros meses del próximo año. En 2023, por primera vez, fue recortado el número de barcos que pueden cruzar cada día, reduciéndolos a 31.

Pero ahora la autoridad detalló que limitaría aún más los cruces en el Canal de Panamá, a 25 reservas diarias a partir de finales de esta semana y que los reduciría gradualmente hasta llegar a solo 18 al día a partir de febrero del 2024.

Muchas de estas franjas horarias de cruce por la vía marítima se pueden reservar con mucha antelación a un precio fijo, pero un pequeño número de opciones de última hora se retienen y se venden al mejor postor. Desde el 1 de noviembre, todo transportista que desee reservar una franja horaria en la semana siguiente debe recurrir al sistema de subasta.

De acuerdo con The Economist, a medida que disminuya el número de tránsitos, aumentarán los precios de las subastas y ejemplificó la situación con el caso de la japonesa Eneos Group, quien el 8 de noviembre pagó una subasta de casi 4 millones de dólares, además de las tasas de tránsito habituales de unos 400.000 dólares, para agilizar el paso de uno de sus buques de transporte de gas licuado de petróleo. Fue una tarifa récord.

Reducir el tráfico y aumentar los ingresos de las subastas no es una medida deliberada de la ACP para ganar dinero. Más bien se ha visto obligada a actuar tras un prolongado periodo de tiempo inusualmente seco este año y el agua dulce es un componente imperativo para el funcionamiento del canal.

Según ha explicado la ACP, el agua de lluvia es esencial para el funcionamiento del canal: está situado a 26 metros sobre el nivel del mar y necesita agua dulce para hacer funcionar la serie de esclusas que elevan los barcos para que puedan entrar y salir de él. Cada tránsito utiliza una media de 200 millones de litros de agua, equivalente al contenido de 80 piscinas olímpicas.

Las autoridades del canal están poniendo en marcha medidas para aumentar la eficiencia del agua, que también es utilizada como suministro de agua potable a las grandes ciudades del país, por lo que el Gobierno está estudiando formas de reducir el consumo público.

También se está considerando la opción más drástica de construir un nuevo embalse. Pero esto exigiría construir una nueva presa e inundar tierras en una zona de gran biodiversidad.

Esta reducción en el paso de barcos comerciales podría convertirse en una crisis para el comercio internacional, especialmente porque se presenta en vísperas del ajetreado periodo de compras navideñas, cuando aumenta el pedido y viaje de mercancías en todo el mundo.

Además, el aumento de los costes de transporte puede convertirse en la nueva normalidad. A su vez, es probable que estos costes repercutan en los consumidores.

Artículo de Sputnik Mundo (sputniknews.lat)

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