Más de la mitad de los adultos uruguayos asistieron a fiestas tradicionales en los últimos cinco años, lo que habla del arraigo que tienen las expresiones tradicionales del país, según el estudio en conjunto de Ceres, Opción Consultores y la productora cultural BMR.

Montevideo | Todo El Campo | En el mediodía del 21 de agosto, en la sala Hugo Balzo del Sodre, se llevó a cabo el lanzamiento del libro Fiestas Orientales: Tradición y Vanguardia.

La presentación del libro estuvo a cargo de Daniel Supervielle, director de Comunicación del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), Magdalena Perandones, magister en Historia del Arte y Cultura Visual especializada en Patrimonio, y Rafael Porzecanski, director de Opción Consultores.

Más de la mitad de los adultos uruguayos asistieron a fiestas tradicionales en los últimos cinco años, lo que habla del arraigo que tienen las expresiones tradicionales del país, según el estudio en conjunto de Ceres, Opción Consultores y la productora cultural BMR. Ello contribuye a la preservación de aspectos que formar parte de la identidad, además de su impacto positivo en términos económicos.

Según Supervielle, el equipo que trabajó en este libro se propuso “estudiar a fondo” el fenómeno de las fiestas culturales populares porque tiene que ver con “la identidad nacional y las cosas que unen a los uruguayos”.

“Hay un gran movimiento económico, social, cultural y artístico con relación a las fiestas culturales y las quisimos estudiar, analizar, hacer una encuesta nacional y fotografiarlas haciendo un libro con reseñas históricas de cada una de ellas”, apuntó el director de Comunicación de Ceres.

“RASTREANDO EL ORIGEN DE LAS FIESTAS”.

Por su parte, Perandones sostuvo que, si bien ya se han realizado diversas investigaciones sobre el tema de las fiestas culturales en el Uruguay, este libro implica “dar un paso más en el reconocimiento de estas fiestas como bienes de una gran riqueza cultural e histórica y que tienen un aporte económico”.

La experta explicó que el nuevo libro “busca rastrear el origen de las fiestas como para poder comprender mejor su espesor histórico y cultural y también poder dar cuenta de que tiene una riqueza patrimonial”.

“Estos no son eventos fortuitos que se dan, sino que muchas de ellos implican tradiciones, implican una recuperación de la historia de determinados contextos y lugares del país”, agregó.

Para Porzecanski, la encuesta incluida en el libro es “un insumo absolutamente innovador en lo que es la generación de datos de participación en fiestas nacionales”.

“Mide en forma exhaustiva el comportamiento y la participación de los uruguayos en las fiestas nacionales, cuantificando la población participante, destacando los hábitos de consumo y las modalidades de participación”, agregó.

LOS DATOS DE LAS FIESTAS.

El alto interés por las actividades culturales autóctonas surge de dos encuestas que están incluidas en el libro, que contiene una detallada descripción y explicación multidimensional de las festividades más relevantes de Uruguay, complementado con fotografías que fueron producidas especialmente para esta ocasión.

Las encuestas se realizaron por teléfono en octubre de 2022 y abril de 2023, con tamaños muestrales de 800 y 1.000 casos, respectivamente. Los números que surgen de los sondeos -realizados por Opción Consultores- hablan por sí mismos de la importancia sociocultural y económica de las “fiestas orientales”.

Alrededor de 15% de los uruguayos participaron en 2023 en al menos una fiesta o festival popular o un evento sociocultural durante la Semana de Turismo. Podría estimarse en unas 500.000 personas.

Un 52% de los adultos declaran haber concurrido a una fiesta tradicional en los últimos cinco años, lo que supone más de 1,3 millones de personas, sin contar la compañía de menores de edad.

La Criolla del Prado fue la actividad anual con más participantes con relación a las fiestas tradicionales: 154.000 visitantes únicos reales, lo que equivale a 13% de la población.

En orden numérico, siguen la Semana de la Cerveza (unos 68.000 asistentes), en Paysandú; la Fiesta del Olimar (51.000), en Treinta y Tres; la Criolla Parque Roosevelt (41.000), en Canelones; y la Fiesta de la Patria Gaucha (36.000), en Tacuarembó, que se realiza durante cinco días de marzo.

Además de las fiestas tradicionales o gauchescas, Uruguay es reconocido por su larga temporada de Carnaval, que se caracteriza por desfiles coloridos que combinan elementos de música, baile y teatro callejero, los famosos “tablados” animados por murgas, comparsas lubolas y agrupaciones de parodistas y de humoristas.

21% de los adultos uruguayos -unas 550.000 personas- concurrió al tablado durante el pasado carnaval. La frecuencia promedio de cuatro veces a espectáculos carnavalescos por parte del público, a lo que se suma un 24% que concurrió 5 o más veces, reflejan la popularidad social de esta festividad.

Respecto al atractivo de los desfiles, 22% de los encuestados asistió a alguno de ellos, lo que equivale a unas 594.000 personas.

La Noche de la Nostalgia es otro de los eventos de gran acogida entre la población. Un 19% de los adultos -unas 500.000 personas- declaró haber participado en la Noche de la Nostalgia, la fiesta que se celebra el 24 de agosto de cada año, que se caracteriza por conmemorar y revivir las canciones y la cultura de décadas pasadas. En este entretenimiento retro que, de algún modo, refleja aspectos de la idiosincrasia uruguaya, la media del gasto ascendió a $ 2.224.

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