El Ec. Agustín Iturralde comentó sobre el consumo interno y la fuga de ese consumo hacia Argentina, a lo que el Ec. José Licandro complementó que “visto globalmente”, esa fuga no muestra un “impacto significativo”.
Montevideo | Todo El Campo | El Ec. Agustín Iturralde, director ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) dijo que “un mercado laboral dinámico y el salario real al alza impulsarán el consumo privado, sin embargo, parte de ese consumo se fuga a Argentina con impactos diversos”.
Al participar el martes 15 en el segundo desayuno de análisis de coyuntura 2023 del CED y Kas Uruguay (Fundación Konrad Adenauer), Iturralde añadió que en 2023 “la inflación cerraría dentro del rango meta y hay fundamentos externos e internos para que permanezca en él la mayor parte de 2024”.
Otro de los exponentes en el desayuno de análisis fue Ignacio Zuasnabar, director de Equipos Consultores, quien, desde el punto de vista económico señaló: “La confianza en la economía se recuperó luego de la caída en el primer semestre de 2022, aunque recientemente se enfrió”.
En otro orden consideró que en Uruguay “no es posible un Milei” porque “todavía tenemos partidos sólidos y fuertes”.
EC. LICANDRO: NOTAS SOBRE “LA FUGA DE CONSUMO HACIA ARGENTINA”.
El analista independiente y consultor, Ec. José Licandro, hizo “algunas reflexiones sobre la fuga de consumo hacia Argentina”.
En su cuenta X (ex-Twitter), Licandro escribió que “hasta ahora no se aprecia un deterioro relevante de nuestra cuenta corriente y de capital en la balanza de pagos a pesar de la fuga mencionada”.
“Eso quiere decir que no hay impacto significativo en el equilibrio externo visto globalmente. Ergo, los uruguayos probablemente están arbitrando importaciones ‘caras’ por otras baratas”. “¿Ustedes no lo están haciendo?”, preguntó.
En el litoral, los comerciantes “están perdiendo ventas porque no pueden importar a valor blue, como sí lo pueden hacer los consumidores disfrazados de turistas. El problema está en los tipos de cambio múltiples de nuestro vecino”, y plantea una nueva interrogante: “¿La micro importación ayudaría?”
Concluye: “Parece que nadie nota que sin el arbitraje que están haciendo los consumidores locales, la demanda de dólares por este ‘turismo de consumo’ sería muy menor, probablemente impactando a la baja al dólar, que flota. Digo, para los que preferirían cerrar la frontera y subas del tipo de cambio”.
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