Uruguay participa de Cosave a través de la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP)
Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | La difusión de la certificación fitosanitaria electrónica (e-Phyto) ha sido una herramienta clave para agilizar y hacer más transparente el comercio electrónico en América Latina y el Caribe y su uso debe ser profundizado. Ese fue el consenso alcanzado por especialistas de distintos países que participaron en Buenos Aires en el Taller Regional sobre e-Phyto, organizado por el Comité de Sanidad Vegetal del Cono Sur (Cosave) y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) de Argentina, el cual tuvo lugar del 18 al 20.
Uruguay participa de Cosave a través de la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP)
La actividad se desarrolló en el auditorio del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, que prestó su respaldo a la iniciativa, y tuvo el apoyo de la Agencia de Asistencia Humanitaria Cascos Blancos, de Argentina, y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
El Cosave, que opera como ámbito de coordinación para afrontar los problemas fitosanitarios de interés común de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, dirigió este taller a especialistas de los ámbitos público y privado de todos los países de América Latina e invitó a otras organizaciones internacionales.
Fueron tres días de trabajo diseñados para mejorar los conocimientos sobre la certificación fitosanitaria electrónica, extender la participación de los países de la región, intercambiar información entre países, promover redes de expertos y reconocer temas de cooperación.
Argentina y Chile fueron los países pioneros en la región con la certificación sanitaria electrónica.
Diana Guillén, presidenta del Senasa, señaló que el certificado e-Phyto fue una herramienta que comenzó a implementarse hace varios años y se aceleró durante la pandemia de Covid-19, por las restricciones de circulación.
“La cuarentena aceleró el proceso de incorporación de una herramienta que hoy es fundamental. Hoy la usamos para el comercio de alimentos con más de 30 países. El 37% de lo que exportamos en Argentina se certifica con este sistema y un porcentaje bastante más alto de las importaciones, también. Entre otras cosas, sirve para usar menos papel, por lo que hace un aporte en lo ambiental”, señaló Guillén.
La funcionaria elogió y valoró la tarea del Cosave: “Se formó en 1989 y ha sido una política pública regional que sobrevivió a los cambios políticos, con una visión clara”.
UN LARGO CAMINO RECORRIDO.
Diego Quiroga, presidente del Cosave y director nacional de Protección Vegetal de Argentina, recordó que hace casi 10 años que las organizaciones nacionales de protección fitosanitaria en la región decidieron avanzar en la certificación electrónica.
“Cuando comenzamos, lograrlo parecía casi imposible. Era apenas un deseo. Y hoy hemos recorrido un largo camino, en el que se fueron dando los pasos para tener una herramienta hoy vigente y útil para muchos países. Con la pandemia se tornó aún más importante de lo que sabíamos que iba a ser y adquirió un gran valor para el intercambio comercial de productos agrícolas en Sudamérica”, concluyó.
“La certificación fitosanitaria electrónica contribuye a la integración, al desarrollo sustentable y a la producción, todos intereses de Argentina”, dijo Galar.
A su turno, el director general del IICA, Manuel Otero, elogió la tarea del Cosave y el Senasa. “Argentina -señaló- tiene un stock de tecnologías y conocimiento para exportar, que es fundamental para que el continente siga avanzando hacia el desarrollo sostenible, tomando a la agricultura como herramienta central”.
Otero dijo que, luego de que Chile y Argentina marcaran el camino con la certificación sanitaria electrónica, cada vez más países se están sumando.
“Con el e-Phyto hay un gran terreno para ganar, ya que no solo agilizamos los trámites, sino que reducimos la opacidad y ganamos en transparencia de las operaciones”, afirmó.
Otero afirmó que la certificación electrónica puede ser una herramienta que favorezca un aumento del comercio de alimentos intrabloque en América Latina y el Caribe: “Hoy el comercio en la propia región solo alcanza el 14,5%, cuando en la Unión Europea cubre el 65%. Tenemos muchísimo para avanzar y esta herramienta nos puede ayudar de manera sustantiva. Necesitamos compartir tecnologías y estar más juntos. Ese es el camino para aumentar el comercio y la integración”.
E-PHYTO: CERTIFICADO ELECTRÓNICO, EQUIVALENTE.
E-Phyto corresponde a la abreviatura en inglés de certificado fitosanitario electrónico que es el equivalente electrónico del certificado fitosanitario en papel.
Pueden ser transmitidos entre las Organizaciones Nacionales de Protección Fitosanitaria (ONPF) de cada país de forma electrónica, reduciendo la posibilidad de documentación fraudulenta, mejorando la eficiencia en la gestión de la información, facilitando la validación de datos y acelerando el proceso de liberación de mercadería.
Asimismo, la Comisión Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) ha desarrollado una central de comunicaciones global (Hub) cuya finalidad es estandarizar la comunicación de certificados electrónicos y a través de la cual muchos países ya se encuentran intercambiando ePhytos.
De igual manera, la CIPF ha desarrollado el Sistema Nacional Genérico (GENS) que permite a los países que no cuentan con un sistema nacional de producción de Certificados Fitosanitarios participar en el intercambio global.
La certificación fitosanitaria electrónica es de gran interés para la comunidad internacional, debido al impacto en la facilitación del comercio de productos de origen vegetal.
Si bien se ha producido un gran avance en la implementación de ePhyto en muchos países, continúa existiendo disparidad de conocimientos e implementación en los países de Latinoamérica, así como también en los diferentes sectores de la industria.
En base a comunicados de IICA y VUCE (Ventanilla Única de Comercio Exterior) | Foto VUCE.
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