Debemos implementar un plan de bioseguridad donde todas las medidas se cumplan de manera rigurosa para no comprometer la seguridad de nuestra granja y así minimizar los riesgos globales.
Montevideo | Todo El Campo | Conforme los casos se multiplican, la preocupación crece por las graves repercusiones económicas y sanitarias que esto tiene.
Además, debemos tener en cuenta que muchos de los brotes son detectados en aves en libertad, las cuales se consideran los grandes focos de las diferentes cepas del virus que causan la enfermedad, siendo esta fauna silvestre difícil de controlar.
BIOSEGURIDAD: LA PIEDRA ANGULAR.
La bioseguridad es la piedra angular para reducir la probabilidad de que el virus se disemine en el medio. Debemos implementar un plan de bioseguridad donde todas las medidas se cumplan de manera rigurosa para no comprometer la seguridad de nuestra granja y así minimizar los riesgos globales.
Debemos de recordar que la influenza aviar es una enfermedad de declaración obligatoria, por lo tanto, siempre debemos informar a las autoridades de posibles brotes de la enfermedad.
DOS TIPOS DE INFLUENZA AVIAR.
A nivel de enfermedad, diferenciamos dos grandes tipos de influenza aviar según su gravedad:
1. La altamente patógena, que será la más severa y normalmente de curso fatal para nuestras aves. Además, su cepa H5N1 puede infectar a humanos (es zoonótica)
Podremos reconocerla por sus síntomas como: Inflamación generalizada de las cabezas y crestas por edema. Coloración azul en cuello y garganta. Pérdida de apetito. Dificultad respiratoria, picos entreabiertos, tos, estornudos, estertores… Diarrea. Descenso en la puesta. Mortalidad cercana al 100% de forma rápida.
2. La influenza aviar poco patógena, que no producirá ningún síntoma en las aves o muy leves a nivel respiratorio y de caída de producción.
Como virus de tipo respiratorio, el virus tendrá una alta tasa de contagio, lo que además se va a ver favorecido por el mundo global en el que nos encontramos (movimiento de mercancías y productos y animales).
Además, debemos tener en cuenta que las aves migratorias juegan un papel importante en la transmisión de la enfermedad, en muchos casos éstas no desarrollan la enfermedad, pero sí serán capaces de diseminarla.
Con el fin de evitar la alta transmisibilidad del virus, debemos ser muy rigurosos a la hora de establecer y cumplir un buen plan de bioseguridad que proteja directamente a nuestros animales, que de manera indirecta protegerá a la población general (cuanto más acotemos la transmisibilidad del virus menos probabilidades habrá de que mute y se transmita).
MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD.
Estas medidas han de estar enfocadas en la prevención de la entrada del virus en nuestra explotación y, en el caso de que el virus entre en las instalaciones, limitar la dispersión de éste dentro de éstas o fuera de las instalaciones.
VALLADO PERIMETRAL Y BUEN ESTADO GENERAL DE NUESTRAS INSTALACIONES. Un buen vallado perimetral y el correcto estado de nuestras instalaciones impedirá el acceso de animales ajenos a nuestra instalación o la salida de los animales de ésta.
De igual manera, el estado de los almacenes de pienso o depósitos de agua debe ser correcto, impidiendo el acceso de animales o elementos externos a los mismo.
ELEMENTOS EXTERNOS QUE ENTRAN A NUESTRAS MATERIAS PRIMAS, EQUIPOS, ETC. Existen innumerables elementos que diariamente entran en nuestras instalaciones.
Todos los días damos acceso a nuestras instalaciones a materias primas de nuestros proveedores, por ello debemos llevar un control y una desinfección escrupulosos de todos los elementos que acceden, asegurando que todos estos elementos han sido desinfectados de tal forma que no suponga un riesgo.
VEHÍCULOS. Del mismo modo que establecemos controles para los suministros/animales que entran en nuestras instalaciones, debemos implementar medidas de desinfección para los vehículos encargados de hacerlos llegar.
Tanto los vehículos que acceden a nuestras instalaciones como las personas que manejan estos deben ser limpiados y desinfectados previamente, ya que pueden actuar como vector de la enfermedad.
Es sumamente importante limpiar tanto el interior como el exterior del vehículo, además debemos realizar lo mismo con las ruedas, por lo que se deben colocar alfombrillas de desinfección adecuadas para todo tipo de vehículos.
PERSONAL INTERNO Y PERSONAL EXTERNO. Debemos minimizar el número de visitantes que acceden a nuestras instalaciones, sólo deben entrar las personas necesarias para el correcto funcionamiento de la instalación.
Estas personas pueden ser internas, que trabajan en las instalaciones, o ajenas a estas que vienen a realizar servicios. Estos son elementos externos que deben pasar una desinfección previa a la entrada.
ELEMENTOS CLAVE PARA CONTROL, LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN: Ropa específica de trabajo (Si es posible, los visitantes deben usar un mono y botas de trabajo limpias y desinfectadas). Pediluvios a la entrada (También se deben colocar baños de pies con desinfectante de amplio espectro en todas las entradas. Estos baños deben ser cambiados periódicamente dependiendo del tipo de desinfectante). Lavado frecuente de manos (Todas las personas deben lavarse las manos en cualquier entrada, al cambiar de actividad, antes de empezar, después de los descansos y antes de marcharse de la granja). Sólo deben entrar las personas necesarias para el correcto funcionamiento de la instalación.
CONTROL DE ACCESOS DE ANIMALES EXTERNOS. En el caso de que en nuestras instalaciones sean de engorde, se deben establecer controles permanentes con los proveedores de los animales con el objetivo de eliminar los posibles casos de infecciones de virus.
En este caso, los proveedores deberán contar con su propio plan de bioseguridad que complementará a nuestro propio plan.
De este modo, si todos los eslabones de la cadena productiva cuentan con su propio plan de bioseguridad la probabilidad de que se provoquen casos de influenza aviar serán muy próximos a 0.
CONCLUSIONES.
La desinfección de las personas, elementos, materias primas, animales e instalaciones debe ser realizada con desinfectantes con eficacia probada contra el virus de la influenza.
La calidad y condición microbiológica del agua debe ser óptima. El tratamiento de agua es siempre fundamental para un óptimo plan de bioseguridad, debido a que no siempre podemos controlar el origen de nuestra agua, por lo que un buen tratamiento biocida que nos asegure un agua segura y libre de patógenos es clave.
Si seguimos de forma exhaustiva y sin fallo estas medidas, no solo conseguiremos protegernos frente a la influenza aviar y frente a otro tipo de enfermedades, sino que estas medidas actuarán de forma complementaria a otras medidas de bioseguridad que se estén implantando en los diferentes eslabones de la cadena productiva.
Además, estaremos protegiendo de forma indirecta a la sociedad en general.
La clave del éxito es conseguir la implicación de todo el personal involucrado en la producción, todos debemos estar concienciados de la importancia de la bioseguridad para poner todo el esfuerzo necesario en aplicar las medidas de manera efectiva.
Artículo e imagen de AviNews Influenza Aviar, un virus que podemos controlar con bioseguridad (avinews.com)
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