Se necesita una política regional que impulse un cultivo familiar que daría otro dinamismo a la zona de los departamentos de Cerro Largo, Tacuarembó y Rivera.

Montevideo | Todo El Campo | El maní nacional, reducido a su mínima expresión con apenas unas 200 o 300 hectáreas, principalmente en la zona de Cerro Largo, es un cultivo que tiene condiciones de despegar atendiendo al mercado local y vendiendo al exterior.

Técnicos argentinos, siendo Argentina un productor importante en el mercado internacional -está entre los primeros cinco-, realizaron ensayos en Uruguay con muy buenos resultados y ahora sabemos que es viabilidad explotar el cultivo de maní en Uruguay, pero hay que dar los pasos en la dirección correcta.

El asesor privado Germán Ochoteco sostuvo que es necesario “invertir en una pequeña planta para poder convertir el producto que se cosecha: esto es limpiarlo, clasificarlo, descascarar las vainas y obtener el grano de maní”; para la cual es necesario “una política regional” que impulse “un cultivo familiar que daría otro dinamismo” a la zona de los departamentos de Cerro Largo, Tacuarembó y Rivera”.

Lo que sucede es que Uruguay produce poco maní, no dedica políticas ni grandes áreas, pero tiene condiciones de competir con los países de la región. Solo debemos buscar el mecanismo, ver cómo se puede establecer una planta para transformar el maní al gusto de los consumidores del mundo, expresó al semanario La Mañana.

Se requiere de una inversión de unos US$ 200.000 en una planta procesadora; un monto que para un país como el nuestro “es poco dinero, pero que será fundamental para el desarrollo” de este cultivo que es atendido principalmente por pequeños productores familiares.

ESFUERZO CONJUNTO.

A modo de idea dijo “si Gobierno local apoya y destina algún edificio donde colocar la planta; si buscamos una figura jurídica que puede ser una cooperativa ya existente para poder importar las máquinas necesarias que son por ese valor (US$ 200.000); y si esa cooperativa luego la diera en arriendo a quien realmente sabe, no hay forma de fallar”. Sugirió que el Gobierno nacional, alguna intendencia de los departamentos involucrados, y la iniciativa privada pueden trabajar juntos, porque hay interés en hacer que el cultivo funcione, porque el cultivo es rentable, la tecnología existe, está todo para que funcione y con posibilidades generadas por el mercado interno y la exportación.

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