El técnico visitó Mozambique y Kenia donde analizó los sistemas arroceros.

Montevideo | Todo El Campo | El Ing. Agr. Gonzalo Zorrilla visitó África en el marco de una iniciativa del Fondo Latinoamericano para el Arroz de Riego (FLAR) que le solicitó un trabajo de consultoría en la región este de aquel continente, concretamente en los países de Mozambique y Kenia y en relación a otros países como Tanzania y Uganda. La iniciativa estuvo asociada a una solicitud de IRRI (Instituto del Arroz, con sede en Filipinas) respecto a la investigación internacional y enfocada a países con mayores problemas, lo que incluye a los africanos.

Entrevistado en el programa Diario Rural (radio Rural), Zorrilla dijo que IRRI “está embarcado en promover la siempre directa”, o sea llevarla a esos países para que “salgan del trasplante, es decir ese clásico sistema asiático que también está presente en África y que consiste en preparar el barro y luego meterse allí para ir plantando”.

En ese contexto es que se trató de “explorar oportunidades de cooperación para llevar adelante esos cambios tecnológicos” y con ese fin “estuve una semana en Mozambique y otra en Kenia”, en los primeros días de diciembre.

MOZAMBIQUE.

Lo que encontré fue “una realidad diferente, además de que ambos países son muy distintos entre sí”, contó. “Mozambique es un país enrome con 800.000 kilómetros cuadrados, 30 millones de habitantes, con muchas regiones selváticas que hacen que la presión poblacional en las zonas más o menos desarrolladas sea muy alta”.

En lo productivo “es un país con muchas carencias en la parte arrocera. Son 630.000 productores arroceros de menos de media hectárea, promedio nacional de 1,2 toneladas por hectáreas, 90% de secano y con una importación para el consumo general de más de 400.000 toneladas por año”.

En materia de investigación “hay una limitante tremenda”.

“Las mayorías de los productores pequeños son manuales, las que trabajan en el campo son las mujeres, tienen campos lindos, con agua, pero no tienen tractos entonces se les pasa la fecha de siembra que es muy parecida a la nuestra”, describió el técnico.

La presencia china es real: “20.000 hectáreas están arrendadas por el Gobierno a una empresa china por 50 años, o sea que la inversión china es verdad, no pueden exportar sino que tienen que producir para el mercado interno pero los chinos están invirtiendo fuertemente en territorios productivos en África”.

Zorrilla en Mozambique, distrito de Chókwé

Destacó que del área arrocera hay 70.000 hectáreas que se pueden regar, producto de la colonia portuguesa (Mozambique se independió en 1975), pero solo el 20% de esa superficie está en uso.

“En esas zonas de riego extensivo habría muchas posibilidades de mejorar”, peo es un área insignificante frente a los 600.000 productores que tiene el país con media hectárea, una realidad “que no vimos porque están a más de 2.000 km de la capital”, lo que también habla de las extensiones del territorio.

FUENTES DE AGUA – Sobre las fuentes de agua de Mozambique, Zorrilla dijo que “la gran mayoría de la gente vive en zonas que llueve mucho en un periodo del año y tiene un pedacito de tierra de menos de media hectárea”, trabajando “todo es a mano”.

Mucho de lo producido que da en  la casa y con importante pérdida poscosecha: “La mitad queda en la casa, se pela al viejo estilo con un mortero de madera, golpeándolo para sacarle la cáscara, eso hace que las estimaciones de pérdidas de grano luego de la cosecha sea el 30 o 40%, y si sobra algo se vende”.

El desafío pasa por “promover cambios tecnológicos, es un desafío de gran escala porque requiere de mucha fuerza local institucional” ya que “no hay nadie que pueda venir de afuera a solucionar esos problemas, se puede opinar y dar ideas, pero hay que tener una capacidad interna que yo no vi”, advirtió.

La pregunta obligada es cuál sería la solución para comenzar a trabajar los cambios necesarios. Zorrilla dijo que “técnicamente hay posibilidades de hacer cosas muy sencillas como nivelar, aunque sea con un palo pesado cinchado por un burro que hay muchos, ajustar el método de siembra, la mejora varietal. Pero es difícil enfrentarse a 600.000 productores en lugares remotos en los que no hay ni carreteras, es un desafío de largo aliento”.

KENIA.

La de Kenia “es una realidad bien diferente”, es un país de 500.000 kilómetros cuadrados y 56 millones de personas, 3 vece más grande que Uruguay pero con más de 10 veces de población.

Plantan 50.000 hectáreas de las cuales 35.000 tienen sistema de riego y todo eso produce el 10% de lo que consumen, o sea 900.000 toneladas anuales importan de Pakistán.

En la ciudad de Mwea, al pie del monte Kenia que da nombre al país, Zorrilla observó 45.000 hectáreas con sistema de riego que en 1948 hicieron los ingleses (país del cual Kenia era colonia hasta su independencia en 1963), de las cuales 30.000 son por gravedad con canales de hormigón primario, secundario, terciario. “Dividieron en 30.000 parcelas de 1 ha cada una, las nivelaron a cero y en cada hectárea pusieron una familia, es un sistema que funciona y bien”.

Además, los keniatas “encontraron un nicho de mercado porque a la gente le gusta el arroz aromático, por alguna razón hay mucha migración india que llevó el arroz aromático y se adaptó una variedad. En esas 30.000 hectáreas se planta esa variedad y en el mercado interno de Kenia vale casi US$ 2.000, y el arrocero recibe US$ 800 por la tonelada” “Ahí hay un pequeño nicho, y en una zona desértica es como si fuera un vergel”.

Canales de riego en Kenia

El problema es “el exceso de intensidad, hay problemas sanitarios, y el caracol manzana que se lo mandamos nosotros, es el caracol de rio nuestro que para ellos es un problema serio”.

Finalmente, Zorrilla señaló que Kenia es un país ganadero por lo que “el pasto es muy valioso y el negocio de la paja de arroz es más febril que el grano, se veía gente levantando paja de arroz a mano, y maquinaria haciendo fardos”.

Las fotografías son de FLAR.

ENTREVISTA COMPLETA.

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