“Estamos bien orientados, en el camino de lo que se viene en el mercado y cómo tienen que acompañar los sistemas de producción y la genética”.

Montevideo | Todo El Campo | Con un marco de público importante y la presencia de exponentes internacionales se desarrollaron, el martes 20 y el miércoles 21 de diciembre en Tacuarembó, las dos jornadas del Seminario Internacional de Lanas Finas: De la prenda al campo, evento que con la organización del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y el Consorcio Regional de Innovación de Lanas Ultrafinas del Uruguay (Crilu).

El Ing. Fabio Montossi (INIA), entrevistado en el programa Diario Rural (radio Rural), dijo que la presencia internacional tiene dos objetivos, en primer lugar permite determinar dónde estamos parados, cómo hemos evolucionado respecto a dónde están los otros; y en segundo término permite poner en agenda algún tema nuevo. “La verdad es que no encontramos grandes temas que no estén siendo agendados en Uruguay y eso está muy bueno”, comentó.

Los expositores incluyeron a “gente de ciencia hablando de genética, productores de Nueva Zelanda y Australia, comercializadores de lana, un especialista en transferencia de tecnología”, y los intercambios posteriores “fueron unánimes sobre lo buenas que estuvieron las presentaciones de los extranjeros”.

Sin embargo, con los especialistas referentes del exterior ocurre lo mismo que con los carneros australianos: “Conseguir en Australia un carnero con genética capaz de aumentar el peso del vellón, de aumentar el peso del cuerpo, que tenga buen largo de mecha, que resista parásitos, es muy difícil, y por tanto la genética Uruguay está muy bien posicionada. Y en estos temas es igual”, agregó, “todos los actores han crecido en lo productivo, comercial, y lo técnico”.

GENÉTICA.

De los temas que llamaron más la atención, Montossi mencionó los que tienen que ver con la comercialización y la genética.

Sobre la genética dijo que “hoy las tres características más fuertes son el peso del vellón, el diámetro de la lana y el peso del cuerpo”, aspectos sobre los que “Uruguay tiene muy buena información, se mostró como evoluciona Crilú y la cabaña nacional”.

“Mirando para adelante”, los temas son “la eficiencia de conversión, gases de efecto invernadero y la resiliencia de los animales en el contexto de cambio climático”.

Uruguay está “muy bien posicionado” en las preocupaciones del mundo que pasan por “de dónde viene la lana, cómo se trata el ambiente, cómo se tratan los animales, cómo se trata a las personas en esos sistemas productivos, y eso marca que estamos bien orientados, en el camino de lo que se viene en el mercado y cómo tienen que acompañar los sistemas de producción y la genética”.

El sistema de producción es importante porque “va a tener mucho que ver en ese consumidor sofisticado dispuesto a pagar una prenda de altísimo valor que viene de un sistema productivo que cuida el ambiente y a los animales”.

Por otra parte y sobre la finura, dijo que “antes los cambios fueron a las 20 micras, luego a las 18 y hoy está siendo a las 16 y 17 micras; ahí hay un cambio exponencial en el precio” y eso sigue siendo así.

RESULTANDOS CONTUNDENTES A FAVOR DE LOS OVINOS.

Montossi agregó que se pidió a Fucrea y al Instituto Plan Agropecuario que en los análisis de los resultados de los productores de ganadería extensiva “se incorpore el impacto del ovino en los ingresos, y también se analice la finura”. El resultado de eso, en términos generales, con ovinos por debajo de las 20 micras, “en los últimos 5 años (lo que abarca períodos prepandemia, pandemia y pospandemia, así como los altos precios de la hacienda) resultó que es mejor tener ovinos y dentro de ellos ese tipo de ovinos (menores a 20 micras); y dentro de los ovinos finos aquellos que están por debajo de las 18 micras”. Los resultados fueron contundentes, tanto en los productores del Plan Agropecuario como de Fucrea.

“Por tanto el mensaje fue claro: Tengan ovinos en sistemas más restrictivos y si los tienen bajen las 18 micras”, subrayó.

MENOS METANO.

Montossi dijo que “la producción de menos metano está enganchada con la eficiencia de conversión y de una manera positiva”. Por tanto, si se eligen los animales que necesitan menos comida para producir igual o más, encontramos que esos animales producen menos metano.

Ya conocemos la metodología para medir eso y ya van más de 3.000 animales evaluados de toda la cabaña nacional, y eso da tranquilidad de que podemos utilizarlo en favor de los productores.

Esa situación “se engancha a los sistemas de certificación que están viniendo a Uruguay donde el tema ambiental es muy importante. Atacar la huella de carbono desde la genética no es menor porque junto a otras medidas estás haciendo una producción de fibra carbono netura”.

Otras características en las que se trabaja hacen a la genética agroecológica, como dijo el Ing. Gabriel Ciappesoni en su participación, concepto que está bueno como una estrategia de marketing.

COMERCIALIZACIÓN.

Montossi agregó que cuando se entra en el tema de las lanas finas y ultrafinas se está “ingresando en un mercado de nicho con muchas exigencias”.

“En los últimos 20 años Uruguay pegó un salto cualitativo y en algunos casos no tiene nada que envidiar a las lanas australianas, mientras que en otros casos tenemos espacio s de mejora, por ejemplo en el color y otras características como la resistencia, y uno que ha visto estos negocios en Australia y Nueva Zelanda sabe que el sistema de certificación pasó a ser una herramienta de confianza para el consumidor”, concluyó.

ENTREVISTA COMPLETA.

VIDEO.

El siguiente es el video completo de las exposiciones del primer día (martes 20) del Seminario Internacional de Lanas Finas: De la prenda al campo en INIA Tacuarembó.

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