Posiblemente este tipo de productos alimenticios híbridos prosperarán entre las nuevas generaciones, mucho más abiertas a probar nuevos alimentos.
La empresa israelí Wilk presentó un nuevo producto que denominan como “yogur híbrido” porque es elaborado con ingredientes vegetales y grasa láctea cultivada, que sería equiparable a un yogur tradicional en aroma, textura y sabor.
Se trata de una primicia mundial validada por laboratorios externos certificando que cumple con los requisitos químicos y biológicos, informó la compañía.
Los responsables de la empresa explican que el yogur que se ha elaborado con materias primas vegetales, integra grasa láctea producida por cultivo celular a fin de poder conferirle los beneficios nutricionales presentes en las grasas lácteas reales.
Wilk es una empresa israelí que está cambiando la forma en que se produce y consume la leche de vaca, ya que trabaja en la producción de leche de cultivo celular, igual que otras empresas como por ejemplo BioMilk (también israelí), o TurtleTree Labs (startup de Singapur).
La grasa de la leche influye significativa en el sabor y textura de los productos lácteos finales, por ello, la empresa decidió iniciar un nuevo camino con un yogur alternativo, y crear el primer producto híbrido con grasa láctea de cultivo celular. Este es un hito significativo y no sólo para la empresa, también para todas las empresas que se dedican a la elaboración de alimentos a partir del cultivo celular y para la industria alimentaria en general.
El “yogur” vegetal resultante, es un ejemplo de la capacidad de producir componentes de la leche obtenidos a partir del cultivo celular, para introducirlos en una amplia gama de productos que emulan a los lácteos. Además, se consigue producir alimentos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, evitando los problemas asociados a la producción láctea tradicional.
No es de extrañar que cada vez se sumen más empresas a la producción de leche y otros productos de cultivo celular, recordemos que se trata de un mercado que, en términos económicos, es muy goloso, por lo que existe especial interés en abordarlo. Los responsables de Wilk explican que se trata de un yogur bajo en grasa cuyos ingredientes son cien por cientos vegetales, salvo la grasa producida por cultivo celular.
La empresa declara que en el proceso las células mamarias son extraídas del tejido de la ubre bovina para posteriormente cultivarlas en biorreactores con el propósito de producir los componentes grasos que se podrán utilizar en diferentes alimentos alternativos a los lácteos, proporcionándoles los beneficios nutricionales completos que se encuentran en las grasas de la leche real. El producto (yogur) híbrido ha sido sometido a una degustación difundida a través de un programa de televisión en el que participaba un reconocido chef del país y, en su opinión, el sabor, la textura y la consistencia del yogur híbrido eran comparables a las del yogur tradicional.
Posiblemente este tipo de productos alimenticios híbridos prosperarán entre las nuevas generaciones, mucho más abiertas a probar nuevos alimentos y más concienciadas con los problemas medioambientales asociados a la producción alimentaria. Podéis conocer más detalles sobre el nuevo yogur híbrido a través de la página oficial de Wilk.
Fuente Perulactea con adaptaciones para Todo El Campo.
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