Los estudios muestran que los primeros pueblos en domesticar caballos fueron los Yamnaya o los Botai, por el 3.700 AC y en la zona que hoy ocupa Kazajistán.

Montevideo | Todo El Campo | “Era un caballo de ébano luciente, lustrado por el sol y por la lluvia. Andaba suelto por el campo y solo, tallando en noche viva su escultura”, dice un poema de Emilo Frugoni que tiene al caballo negro como protagonista. Juana de Ibarbourou en cambio escribió un poema titulado “El caballo blanco”, que comienza de esta manera: “Lo vi pasar tan raudo que diría, que dos alas alzaban la montura, que no era un animal, sino la pura base de un ángel que con él corría”.

El ser humano tiene con el caballo, sea negro, blanco o de cualquier otro pelaje, una cercanía especial, diferente al vínculo que se entabla con cualquier otro animal. En esta parte del mundo o en cualquier otra del planeta el caballo ha sabido ser protagonista en la historia de los pueblos y las naciones, y cientos, miles poemas y canciones se han escrito en su reconocimiento, además de esculturas y pinturas que lo estampan con el hombre trabajando, batallando o simplemente descansando.

Sin embargo pocas veces nos detuvimos a pensar quién, cuándo, cómo fue domesticado ese animal magnífico. Lamentablemente no hay pruebas acabadas que determinen esas interrogantes de forma categórica.

La revista científica Science señala que “una de las principales hipótesis sugiere que los pastores de la Edad del Bronce llamados Yamnaya fueron los primeros en ensillar”, pero otros estudios “de ADN antiguo sugieren que ese no fue el caso en Asia, y que otra cultura, los Botai, fueron los primeros en domesticar al caballo”.

Priya Moorjani, genetista de la Universidad de California, Berkeley, dijo que estamos lejos de resolver la incógnita.

Los primeros signos de domesticación del caballo provienen de los cazadores y recolectores Botai, que vivieron en lo que hoy es Kazajistán (en Asia Central) desde hace aproximadamente el 3.700 AC hasta el 3.100 AC, según rastros de leche de yegua y dientes de caballo con desgaste encontrados en una cerámica.

No obstante, algunos investigadores piensan que es poco probable que los Botai hayan sido capaces de domesticarlos por la sencilla razón de que mantuvieron sus formas de caza y recolección hasta mucho después de que sus pueblos vecinos hubieran adoptado la agricultura y el pastoreo, dice el artículo de Science.

Los investigadores consideran que los Botai aprendieron a manejar caballos de los Yamnaya, sus vecinos que por aquellos años pastoreaban ovejas y cabras. Además, los Yamnaya también emigraron al este y al oeste durante la Edad del Bronce, mezclándose con los lugareños y propagando genes que se encuentran en las poblaciones europeas antiguas y modernas, de Asia Central y del sur de Asia.

“UN LOGRO EXTREMADAMENTE IMPORTANTE”.

Por otro lado, hay estudios que indicarían que los Botai pueden haber domesticado caballos por su cuenta, en un proceso que comenzó con la caza, siguió con el manejo de rebaños para alimentarse, y terminó el hecho de montar para trasladarse.

Domesticar y montar caballos “es un logro extremadamente importante, logrado por los Botai, un grupo de personas que todos pensamos que es bastante simple”, dijo Eske Willerslev, un genetista de la Universidad de Copenhague.

La zooarqueóloga Sandra Olsen de la Universidad de Kansas dijo que estudios de ADN de caballos antiguos concluyen que los caballos Botai no se relacionan con los caballos modernos, por lo que estarían ante domesticaciones separadas por los Botai y Yamnaya.

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