Es muy importante que haya participación de todas las partes involucradas, dijo el Dr. Diego de Freitas.
El director general de los Servicios Ganaderos del MGAP, Diego de Freitas, aseguró que desde el Ministerio están en contacto permanente con las distintas gremiales de productores, buscando qué aspectos se pueden introducir para mejorar las campañas sanitarias. “Ningún programa sanitario está escrito sobre piedra ni es sagrado. Estamos continuamente estudiando los programas y viendo qué herramientas podemos ir agregando, por lo cual es muy importante la participación de todas las partes involucradas”, aseguró.
En el caso de la campaña de brucelosis, la polémica por la aparición de casos en cabañas durante la zafra de reproductores puso nuevamente sobre la mesa la necesidad de introducir cambios en la misma.
De hecho, De Freitas reconoció que en el decreto correspondiente del año 2017 se habla de una campaña de erradicación mientras en realidad es de control de la enfermedad. “Sabemos que cuando el productor pasa a ser foco, sin duda tiene muchos perjuicios por lo que tenemos que ver la posibilidad de que ese productor tenga la menor cantidad de complicaciones, pero siempre garantizando la parte sanitaria”. Por esa razón, desde el MGAP “estamos escuchando” a las partes involucradas para hacer las modificaciones necesarias para palear esos perjuicios cuando el productor pasa a ser foco.
Agregó que los técnicos del MGAP también están permanentemente analizando los focos, la prevalencia de la enfermedad y las herramientas que se le puedan agregar a la campaña para mejorarla. De todas formas, De Freitas aseguró que es una campaña de control que “tiene una baja prevalencia tanto en enfermedad como en predio”, pero reconoció que ser foco le genera muchos problemas al productor.
A su vez, remarcó que, si bien la polémica se puso sobre la mesa porque se dieron casos en cabañas, en un momento muy particular como la zafra de toros, “nos preocupan los focos que se dan en todos los establecimientos”.
También señaló que aparecieron más focos que otros años, pero la prevalencia de la enfermedad sigue manteniéndose por debajo del 1%, por lo cual “es una campaña que está controlada”. Paralelamente, sostuvo que se han incrementado los rastreos y la vigilancia ya que, con la aparición de nuevos focos, se incrementan los sangrados.
DISCREPANCIAS DE LOS TAMBOS.
De Freitas se refirió al planteo de las gremiales lecheras que se mostraron en desacuerdo por los cambios en las refrendaciones anuales de los tambos, relacionado con la no obligatoriedad del sangrado para detectar brucelosis. Dijo que la resolución aún no está operativa y que lo que se buscó fue quitar presión a los productores, pero basados en datos oficiales.
Hay 3.410 tambos registrados en el SNIG de los cuales 9 son positivos a brucelosis con una prevalencia de un 0,025%.
Este año se hicieron 340.640 sangrados en el marco de la vigilancia de la refrendación con una prevalencia de 0,02%.
Tomando en cuenta esos datos, “pensamos que era lógico quitarle un poco de presión a los productores, manteniendo que los predios que sean foco deban seguir sangrando”.
LA SUGERENCIA DE VACUNAR.
Sobre la sugerencia de algunas gremiales de que en áreas comprometidas o complicadas por la brucelosis se vacune y se eleve la lectura al MGAP para que quede el antecedente, De Freitas sostuvo que es una posibilidad que están evaluando, pero recordó que la vacunación es libre, mientras que para los focos y linderos es obligatorio.
“Siendo libre la vacunación hoy tenemos un 40% de cobertura. Nuestra recomendación es que el productor vacune, ya que es una herramienta muy importante para la campaña”, sentenció. (Fuente: Pantalla Uruguay)
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