El Ec. Munyo dijo que el modelo australiano es el que debería seguir Uruguay para acercarse al nivel que ostentan los países desarrollados, con acuerdos, reformas graduales y hacia el futuro, sin prisa y sin pausa.
Tras su visita a Australia, donde se reunió con las máximas autoridades y los protagonistas de aquellas políticas que se llevaron adelante desde 1983, el economista Ignacio Munyo, director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), fue convocado por la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG) para brindar una charla donde explicó por qué Uruguay debería recorrer ese mismo camino.
Munyo visitó recientemente Australia invitado por el Gobierno de ese país, para conocer de primera mano cómo se aplicaron las reformas que impulsaron su crecimiento económico y social desde 1983.
El profesional concluyó que ese modelo es el que debería seguir Uruguay para acercarse al nivel que ostentan los países desarrollados, con acuerdos, reformas graduales y hacia el futuro, sin prisa pero a la vez sin pausa.
Munyo participó el lunes 29 de la reunión especial de precios de la ACG en Trinidad, Flores, donde explicó los principales puntos de este modelo de reformas aplicado en Australia.
El modelo australiano muestra que “primero hay que abrirse” económicamente al mundo, “y después salir a la cancha a hacer las reformas”, puntualizó.
Uno de los ejes fundamentales fue la flexibilización del mercado laboral. Y acotó que “hoy es imposible seguir funcionando como está el mercado laboral en Uruguay”.
Señaló que para que esto ocurra hubo un acuerdo con los sindicatos, y el sistema cambió de una negociación colectiva más centralizada, como la de Uruguay, a una más a nivel de empresas, con mínimos preestablecidos y dando concesiones a través de beneficios no salariales a los trabajadores, para que estos acepten reducciones de salarios.
“Esto funcionó y funciona hasta el día de hoy”, porque “ha mejorado su calidad de vida a partir de estos cambios, y ese es el principal resguardo de este modelo”, puntualizó.
También apuntó a una mejora de las empresas públicas, para que tengan menores costos de producción, que compitan y que permitan que los productos de exportación sean competitivos en el mercado internacional.
El último punto clave del modelo australiano fue la comunicación, ya que se trataron de reformas complicadas desde el punto de vista político, que trascienden al gobierno de turno.
Allí fue que se estableció una Comisión de Productividad, un órgano público y técnico, con mucho prestigio (una especie de GACH para el Covid-19 en Uruguay), cuyos miembros son elegidos por su capacidad técnica y no son removidos cuando asume un nuevo Gobierno.
Esta comisión se encarga de analizar estas reformas desde el punto de vista técnico, y realiza una comunicación adecuada.
Munyo puntualizó que estas reformas fueron iniciadas por el gobierno del Partido Laborista (izquierda), con el apoyo de la oposición liberal, que lo había intentado sin éxito en la década de los años 70.
La etapa de los tratados de libre comercio (TLC) vino después, desde 2004, y desde ese momento el país “no ha parado de firmar acuerdos”, destacó; el más reciente fue con India.
El director ejecutivo de Ceres explicó que la diferencia fundamental entre el modelo de reformas australiano y el de Nueva Zelanda, es que el primero es gradual y el segundo fue más de shock.
“Me gusta más el modelo australiano para Uruguay”, porque implica construir sobre la reforma anterior, “mirando hacia adelante”, dijo.
Texto y foto ACG. Noticias | ACG
Vea la charla completa aquí: Video de Instagram de ACG
Compartir
Comparte este contenido en tus redes sociales!