Luego del fuerte rebote observado en 2021, el BID aporta una serie de datos positivos que nos dan un poco de alivio.

Hébert Dell’Onte | Al finalizar agosto el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó una nueva edición de “Síntesis e información sobre integración y comercio” en la que presenta las perspectivas globales que en esta oportunidad muestra señales positivas, las que llegan muy bien luego de tantos meses de incertidumbre generada por la irrupción de la pandemia primero, la previsible pero inesperada guerra en Ucrania después, y las dificultades políticas, económicas y comerciales que recorren el mundo, sin que sepamos qué nos deparan los próximos meses.

Sin embargo, aunque los problemas de sanidad, la guerra y las tantas dudas que presenta el mundo y a las que nos exponemos, el BID aporta una serie de datos positivos que nos dan un poco de alivio.

“El comercio internacional continúa creciendo, aunque a tasas más bajas, luego del fuerte rebote observado en 2021. En un escenario global complejo, tras el shock de la guerra en Ucrania y en el marco del debilitamiento de la actividad y de los precios internacionales, las exportaciones de América Latina y el Caribe (ALC) se expandieron en el primer semestre del año”, es el primer apunte del documento.

Hay “una desaceleración en el ritmo de expansión (el aumento promedio de 2021 fue de 25,7%) en especial a partir de marzo, cuando la dinámica del crecimiento se recortó a cerca de 15% interanual en promedio”. A su vez, “el volumen del comercio mundial aumentó 4,3% interanual en los primeros cinco meses de 2022”.

Agrega que “se estima que las exportaciones de ALC se expandieron 21% interanual en el primer semestre de 2022”.

Ese crecimiento, “superior al promedio mundial, se explica por la mayor participación relativa de productos básicos en la canasta exportadora de la región, que fueron más beneficiados por el incremento de precios”.

MEDIDAS DISTORSIVAS IMPACTARON EN LOS PRECIOS.

La guerra generada a partir de la invasión de Rusia a Ucrania generó reacciones de los países: “Diferentes economías (especialmente en desarrollo e importadoras netas de alimentos) establecieron 426 medidas distorsivas, 57% de las cuales afectan directamente el intercambio de alimentos y fertilizantes, en algunos casos restringiéndolo y en otros facilitándolo”.

Según el Banco Mundial, “el impacto de estas medidas sobre los precios es considerable: 6% de aumento en el caso del maíz, 12% en el arroz, 9% para las frutas cítricas y la soja y sus derivados, y 14% para el trigo”.

PAÍSES DE ALC CON “NOTABLE EXPANSIÓN DE EXPORTACIONES”.

Los países de la región tuvieron una “notable expansión de las exportaciones de los productos que Rusia y Ucrania son importantes proveedores globales”.

El BID señala que “Rusia y Ucrania no son socios relevantes para ALC”, pero la guerra afectó a esta parte del mundo de forma indirecta.

Por otra parte, “se debilita el impulso de los precios” pero las cotizaciones de los principales productos mantienen “niveles históricamente altos”.

El maíz y la soja cerraron el mes de julio con precios 7% y 8% menores a los máximos alcanzados en abril; el trigo y el aceite de girasol bajaron 27% y 34% con respecto a los niveles de mayo y marzo, respectivamente; y el petróleo perdió 10% solo en julio”.

Ese cambio de tendencias en los precios se explica por varios factores: “La apreciación del dólar en el marco de la política monetaria restrictiva de Estados Unidos, el acomodamiento de los mercados tras el shock inicial de la guerra, y las perspectivas de menor crecimiento global, son algunos de los factores que explican la reversión de la tendencia en los precios”.

CRECE LA DEMANDA A MENOR DINAMISMO.

Otra buena noticia es el crecimiento de la demanda de los productos que exporta ALC, pero con una proyección de menor dinamismo.

El BID explica que “A medida que la economía mundial fue dejando atrás las secuelas de la gran crisis de 2020, la tasa de crecimiento interanual de los principales países ha ido convergiendo a valores ‘normales’, luego del fuerte rebote de principios de 2021. Esa situación, sumada a las tendencias hacia la desaceleración del crecimiento de grandes jugadores globales como China, Estados Unidos o Alemania desde inicios de 2022, se ha traducido en una sucesiva disminución en la tasa de crecimiento promedio ponderada de los respectivos socios comerciales de ALC. Si bien los valores del indicador siguen ubicándose por encima de los correspondientes al período pre-Covid, los primeros datos disponibles para el segundo trimestre de 2022 y las proyecciones de crecimiento para el año completo indican que la desaceleración continuaría”.

EN 2031 ALC SERÁ RESPONSABLE DEL 18% DE LAS EXPORTACIONES MUNDIALES DE ALIMENTOS.

Las Perspectivas Agrícolas 2022-2031 de la FAO y la OCDE señalan que la producción agrícola y pesquera en ALC crecerá 14% en los próximos diez años, recuerda el BID.

“La producción de cultivos explica casi dos tercios de esa expansión, mientras que el sector ganadero representa un 28% adicional y la pesca otro 8%”.

En 10 años ALC exportará el 61% de las ventas mundiales de soja, 59% de azúcar, 45% de harina de pescado, 43% de maíz, 40% de carne de vacuno y aceites de pescado, 32% de aves y 25% de etanol.

Pin It on Pinterest

Compartir

Comparte este contenido en tus redes sociales!