Es la primera vez en treinta años que el resto de los países en desarrollo crece más que China. Hay que retrotraerse a 1990 para ver una situación así.
Ana Llorente* | El Economista | China lastra el crecimiento del resto de las economías en desarrollo de Asia. Así lo prevé el Banco Asiático de Desarrollo (ADB), que ha recortado las expectativas de crecimiento pese a la muestra de signos de recuperación debido a la política de cero Covid que aplica China.
Es la primera vez en treinta años que el resto de países en desarrollo crece más que China, según el informe de ADB. Hay que retrotraerse a 1990 para ver una situación así, en ese año el resto de países crecían en un 6,9% mientras que la economía china caía un 3,9%. En la actualidad la distancia es menor: se espera que China crezca un 3,3% mientras que el resto lo haga un 5,3%, según apunta el informe.
China se postula como la excepción debido a sus medidas sanitarias. El resto de países han optado por “la relajación de las restricciones pandémicas, el aumento de la inmunización, el descenso de las tasas de mortalidad de Covid-19 y el impacto sanitario menos grave de la variante Omicron están apuntalando la mejora de la movilidad en gran parte de la región”. Mientras, China “sigue siendo la gran excepción debido a sus intermitentes pero estrictos cierres para acabar con los brotes esporádicos”, apunta ADB. Esto explica el cambio de tornas entre los países.
Aunque cabe matizar que ambas cifras suponen nuevas rebajas de las expectativas. En el caso chino en julio las perspectivas de crecimiento del 5 al 4%. En esta ocasión atribuyeron el declive a la política anti-Covid, los problemas del sector inmobiliario y a la ralentización económica ante el debilitamiento de la demanda exterior que sufre el país. De cara a 2023, ADB ha reducido el crecimiento del gigante asiático del 4,8 % que le daba en el mes de julio, al 4,5% actual. Esto se debe al “deterioro de la demanda externa que continúa frenando la inversión en manufactura”, apuntan.
PANORAMA GENERAL.
En el cómputo general, ADB espera que en 2022 el crecimiento de los países asiáticos este en un 4,3% y en 2023 se situé en un 4,9%. Una perspectiva que al igual que en el caso chino se ha reducido respecto a los pronósticos del mes de julio, donde se esperaba un 4,6% y un 5,2% respectivamente, según el informe publicado este por ADB. En términos generales, los países asiáticos en desarrollo muestran signos de recuperación continua, debido especialmente al turismo. Pero la situación global está frenando este crecimiento.
“Los bancos centrales regionales están subiendo sus tipos de interés, ya que la inflación ha superado los niveles anteriores a la pandemia”, afirma el informe. “Esto está contribuyendo a un endurecimiento de las condiciones financieras en medio de una perspectiva de crecimiento que se atenúa y un endurecimiento monetario acelerado por parte de la FED”.
Asian Development Outlook, un informe anual de ADB, también prevé que el ritmo de subida de los precios se acelerará aún más, alcanzando el 4,5% en 2022 y en 2023 el 4%. Una revisión al alza de las expectativas previstas en el mes de julio, que se encontraban en el 4,2% y el 3,5% respectivamente.
(*) Los artículos de Llorente se pueden leer: Listado de noticias de autor filtradas por Ana Llorente – elEconomista.es
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