La falta de precipitaciones y el intenso calor afecta los cultivos europeos, especialmente el maíz, soja y girasol, según un informe oficial al que accedió Todo El Campo.
Hébert Dell’Onte | El Observatorio Europeo de la Sequía (EDO) publicó esta semana la actualización a los primeros días de agosto su informe sobre el déficit hídrico y el calor en el continente y advierte que el 47% de Europa se encuentra en situación de advertencia por falta de humedad en el suelo, y otro 17% en alerta por esa misma razón, con la vegetación severamente afectada.
Todo El Campo accedió al documento oficial de 24 páginas, el que se publica al pie de la nota (en inglés).
Los países en mayor peligro y con aumento de la sequía son Italia, España, Portugal, Francia, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Rumanía, Hungría, norte de Serbia, Ucrania, Moldavia, Irlanda y Reino Unido. “El resto de Europa, ya afectado por la sequía, mantiene estables condiciones severamente secas”, comienza diciendo en su página 1.
Se observa recuperación en algunas zonas de unos pocos países: “En el sur de la República Checa, el norte de Austria y áreas limitadas del centro de Francia”.
El norte italiano, el suroeste francés y algunas zonas de Hungría y Rumania “son las que tienen las condiciones más deterioradas”.
DESDE COMIENZOS DE AÑO, Y SE EXTENDERÁ HASTA NOVIEMBRE.
El fenómeno durará todo el año, ya que comenzó con el inicio de 2022 y seguirá hasta noviembre, con un agravamiento constatado en agosto.
La sequía se manifiesta desde comienzos de año y ha ido “expandiéndose y empeorando aún más desde principios de agosto”.
Agrega que “las condiciones secas están relacionadas con una ausencia amplia y persistente de precipitaciones combinada con una secuencia de olas de calor desde mayo en adelante”.
El “severo déficit de precipitaciones” se ve en los ríos, destaca el documento; y “la reducción del volumen de agua almacenada ha tenido impactos severos en el sector energético tanto para generación de energía hidroeléctrica” como en los “sistemas de refrigeración”.
Sobre los cultivos señala que el estrés por agua y calor golpea “sustancialmente los rendimientos de los cultivos de verano” generando disminución en sus potenciales. “Los cultivos más afectados son el maíz, soja y girasol”.
No se espera que la situación mejore hasta fin de año, por lo menos hasta noviembre continuará esa situación.
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