Consultado sobre la finalidad del registro Olivera destacó que la normativa “no tiene fin fiscalizador, el fin es el de los datos, colectarlos, saber lo que estamos haciendo, poder medir y mostrar, ese es el fin y en la reunión la gente lo entendió”.

El jueves 30 de junio se realizó la reunión entre la Cámara Uruguaya de Servicios Agropecuarios (CUSA) y el director de Servicios Agrícolas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Leonardo Olivera, sobre la resolución que establece un registro referente a las aplicaciones de agroquímicos. En encuentro fue abierto para todos los interesados y se llevó a cabo en la Asociación Rural de Soriano en la ciudad de Mercedes.

Pasada la reunión Olivera explicó que la resolución no es nueva porque viene desde 2011 y lo que se pretende ahora es modificarla porque “desde hace más de un año vemos que tiene cosas engorrosas por lo cual decidimos mejorarlo”. Con esa finalidad es que surge una nueva resolución.

En la reunión llevada acabo el jueves en Soriano fue para “explicar de qué se tratan esas mejoras”, por ejemplo se evita “cargar un montón de datos que no tienen sentido” como “dónde se carga el equipo, el horario de la aplicación”, cosas que “no entendemos qué fin tienen”.

Uno de los cambios consiste en reducir los datos que se piden: “Solo el número del registro del operador, el número del equipo, el cultivo y el padrón”.

Otra innovación es que cuando se llena la planilla el programa permite ver el mapa y se podrá ubicar allí si hay escuelas, poblados, arroyo o tajamar cerca, lo que facilita en el sentido de “hacer las cosas bien, buscarle la vuelta para evitar y mantener la distancia” de esas escuelas o cursos de agua. Se define claramente toda la zona donde se hará la aplicación, cosa que con el sistema antiguo no sucedía porque sólo era una planilla para rellenar.

Sobre la reunió dijo que fue “amplia” y con la participación de muchos productores, con una “temática variada y muchísimos temas”.

Uno de los planteos de los contratistas fue por qué la tarea debe ser hecha por ellos y no por el productor, agregó.

Consultado sobre la finalidad del registro Olivera destacó que la normativa “no tiene fin fiscalizador, el fin es el de los datos, colectarlos, saber lo que estamos haciendo, poder medir y mostrar, ese es el fin y en la reunión la gente lo entendió”.

Es “poder mapear Uruguay” en principio “padrón a padrón y aunque no es la finalidad hacerlo chacra a chacra también puede ser, y el tener datos sobre el uso de los distintos fitosanitarios que se emplean en el país porque a veces se acusa que la agricultura usa tal o cual producto” y eso no siempre es así.

Por ejemplo, paraquat no está prohibido en Uruguay, pero “no se debe usar en los cultivos que no hay que usarlos, es el caso de la canola” por las exigencias del mercado europeo. Frente a eso “lo más fácil desde el escritorio es prohibirlo, pero no, confiamos en el productor, en los técnicos y en los aplicadores y usamos el paraquat para control de maleza y no se usa donde no se debe, el resultado es que tenemos la herramienta y podemos exportar”. Eso hay que medirlo y “es la forma de dar garantías”.

Olivera insistió en que no habrá una fiscalización y que se intervendrá sólo si se da un conflicto o que haya una denuncia, de lo contrario “no vamos a ir a ver qué se está haciendo, sí vamos a ver qué fue lo que se cargó o no”.

ENTREVISTA COMPLETA.

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