Son tres zafras consecutivas de crecimiento de la inversión agrícola, según el indicador elaborado por Carle & Andrioli.
El Índice de Inversión en Maquinaria Agrícola (Idima), que elabora Carle & Andrioli en base en las importaciones de tractores, cosechadoras y sembradoras, en la zafra 2021/22, tuvo un aumento del 55% respecto de la anterior campaña.
El informe realizado por la citada firma y que tiene una extensión de 27 páginas destaca que “el buen desempeño de la inversión de la agricultura estuvo dado por varios factores que contribuyeron de forma positiva” y enumera: “En primer lugar los precios altos de los productos agrícolas que mejoraron la rentabilidad y capacidad de generar fondos.
Además, “un marco productivo caracterizado por la expansión de las áreas sembradas y buenos rendimientos, que determinaron el aumento de la producción e ingresos de la agricultura”. Incidieron las “mejores condiciones en el financiamiento bancario para la inversión agropecuaria y disponibilidad de beneficios tributarios a la inversión”.
Como aspecto dañoso, en la zafra “incidieron de forma negativa la caída de la cotización del dólar (de 9%) y la tendencia al alza de los costos productivos por la suba de los precios de insumos y combustibles”.
Carle & Andrioli elaboran el Idima desde 2009. En el último informe de julio 2022 señala que “se observan tres zafras consecutivas de crecimiento de la inversión agrícola: 45% en 2019-20, 28% en 2020-21 y 55% en la última campaña. El nivel actual de inversión triplica el de hace tres años”.
Como se ve en la gráfica, en la última década el índice presentó una trayectoria de crecimiento hasta 2014, seguida de caídas importantes en las dos zafras posteriores y luego se mantuvo en niveles bajos para volver a crecer en el último trienio. El indicador se sitúa actualmente en el mayor nivel de las últimas ocho zafras, aunque aún no alcanza sus máximos históricos.
SEMBRADORAS, TRACTORES Y COSECHADORAS.
En la última campaña agrícola se importaron sembradoras, tractores y cosechadoras por un total de US$ 195 millones. Los mayores valores de inversión por clase de equipos correspondieron a tractores y cosechadoras, 43% y 34%, respectivamente; las sembradoras y fertilizadoras representaron el 23% restante.
La inversión de maquinaria por hectárea cultivada “creció a US$ 98, mayor a los US$ 67 de la anterior; y permitió alcanzar niveles de reposición de inversiones”.
Foto principal de El Intransigente.
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