El Departamento de Investigación Macroeconómica de Itaú presentó el informe “Escenario macro – Uruguay” en cual aumentó su proyección de crecimiento del PIB para 2022 del 4,5% previo a 4,9%, “debido a una sólida actividad en la primera mitad del año”, pero para 2023 Itaú redujo su estimación de 3,0% a 2,5% “debido a las condiciones externas menos benignas”.

Durante el primer trimestre de 2022 “la reapertura de fronteras dio soporte a la actividad”; “el PIB aumentó un 8,3% interanual (desde un 5,9% en el cuarto trimestre de 2021), liderado por el sector de servicios tras la reapertura de fronteras para el turismo”.

La producción manufacturera creció 6,4% y la construcción 11,2% debido a la actividad de edificación residencial, la construcción del ferrocarril y la planta de celulosa.

“En términos desestacionalizados, el PIB creció 0,6% trimestral en el primer trimestre 2022 (luego de un sólido crecimiento de 2,0% en el cuarto trimestre 2022), dejando un arrastre estadístico para el resto del año de 4,3%”.

“El índice adelantado de actividad, publicado por el centro de estudios Ceres registró su sexta expansión consecutiva en junio (0,5% mensual), anticipando un buen segundo trimestre”.

Respecto a la inflación Itaú señaló que “se desaceleró levemente en junio, pero las expectativas de inflación se deterioraron”.

“La inflación general se situó en 0,59% mensual en junio, frente al 0,67% de junio de 2021 y una mediana de cinco años del 0,64%. La presión al alza fue impulsada principalmente por los precios de los alimentos, encabezados por la carne, así como por los precios del pan y los cereales”.

En términos anuales, “la inflación general se ubicó en 9,29% en junio (desde 9,37%), mientras que la inflación subyacente IPCX (que excluye frutas y verduras, así como los precios administrados) se ubicó en 9,46% (desde 9,55%)”.

Las expectativas inflacionarias “para los próximos 12 y 24 meses subieron a 7,70% en junio (desde 7,65% en mayo) y 6,95% (desde 6,83%), respectivamente, de acuerdo a la última encuesta del BCU con analistas”.

DÉFICIT FISCAL.

Sobre el déficit fiscal nominal señala que “en doce meses del Gobierno central llegó a 3,1% del PIB en mayo, desde un déficit de 4,2% a fines de 2021”.

La agencia “Fitch mantuvo su calificación BBB- con una perspectiva estable, eliminando el riesgo de perder el grado de inversión en el corto plazo”.

La deuda de Uruguay también está calificada por encima del nivel mínimo de grado de inversión por las otras dos principales agencias calificadoras”.

EN 2022 LA PERSPECTIVA DE ACTIVIDAD MEJORÓ, PEO LAS CONDICIONES EXTERNAS VAN A IMPACTAR NEGATIVAMENTE LA ACTIVIDAD EN 2023.

Itaú elevó su previsión de crecimiento del PIB para 2022 a 4,9% (desde el 4,5% que mostraba el escenario anterior) y debido a “la sólida actividad del primer semestre del año”.

No obstante, “para 2023, redujimos nuestro pronóstico de crecimiento del PIB a 2,5% (desde el 3,0 % anterior) debido a un entorno de actividad externa más suave, políticas domésticas macro más estrictas y un peso más débil, lo que probablemente limite la recuperación del turismo”.

Asimismo “mantuvimos nuestra previsión de inflación para fin de año en 8,5%, presionados por los altos precios de las materias primas”.

Elevamos nuestro pronóstico de tasa de política monetaria para 2022 a 10,75%, desde nuestro escenario anterior de 10,50%, y se mantendría en ese nivel el próximo año”, señala.

El tipo de cambio estimado por Itaú se mantuvo “para diciembre de 2022 en UYU/US$ 44,5, pero con riesgo a la baja debido a tasas de interés domésticas más altas. Para 2023, esperamos un tipo de cambio de UYU/US$ 46,3, estable en términos reales frente al cierre de 2022”.

Las cifras de déficit comercial “más bajos de lo esperado hasta mayo llevaron a una revisión de nuestro pronóstico de balanza comercial a un déficit de USD 500 millones para este año (anteriormente esperábamos un déficit de US$ 1.200 millones). En consecuencia, ahora pronosticamos un déficit de cuenta corriente de 1,3% del PIB (desde un déficit de 2,3% del PIB en nuestro escenario anterior)”.

El estimado “para el déficit fiscal nominal del Gobierno central se ubica en 3,1% del PBI, de un déficit de 4,2% en 2021”.

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