Para que el sistema funcione, “los tiros tienen que estar parejos: Velocidad de engorde con un precio apropiado de los granos y agilidad en las ventas”.

Horacio Jaume | Dice una canción de Santiago Chalar (La yerra), “el menos apurado es el que sabe pialar”, simplemente es la velocidad del ternero que la armada del lazo se abra delante de sus manos y el tirón para que quede otra panza mirando al celo.

La ganadería hoy tiene mucho de eso: Buenos precios en las distintas categorías, liberalidad por parte de la compra, sobre la terminación de los animales y fluidez en la comercialización. Es como tocar el cielo con las manos; aquello largamente esperado es una realidad y se debe aprovechar. Las faenas son altas y sostenidas, es el resultado de esto.

La exportación en pie que había sido la válvula de seguridad que regulaba el precio con la industria se vio superada y se paró. El parate fue tan brusco que aquellos terneros enteros que requería la exportación se quedaron de lado y fueron castigados en los precios cuando fueron comercializados.

El aumento de la faena y la necesidad de terminar a los animales incentivaron el engorde a corral y la suplementación en los campos; convirtiendo el grano en piedra angular en esa operación. Si miramos alrededor ya teníamos un ejemplo de esta forma de producir, y fue la lechería. ¿Dónde está el punto más flaco de esta forma de operar? Es en el precio de grano.

Los tiros tienen que estar parejos: Velocidad de engorde con un precio apropiado de los granos y agilidad en las ventas.

La lechería se acordó de McMeekan y de su libro “De pasto a leche”. Seguro esto es otra cosa, de menor impacto inmediato, con más cosas a tener en cuenta. También es más barato. Actualmente se mira el feedlot o engorde a corral. Con la gran respuesta de las preñeces hay que pensar en dar de comer.

Una es más sencilla, “la bolsa”; la otra es más complicada, hay que hacer praderas, verdeos, almacenar forraje, y la incidencia del hombre es mayor. En principio hubo mayor demanda que fue correspondida por la oferta. El problema es de aquí para adelante: un rodeo más joven, no hay novillos de 3 años, y una menor cantidad de vacas de invernada. Así está planteada la situación. El tiempo dirá.

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