“El tema de las especies exóticas invasoras es un problema muy grave a nivel mundial”.

Juan Villalba-Macías es naturalista y experto en conservación de naturaleza, a través de su cuenta de Facebook publica y comparte con sus seguidores y amigos información y comentarios variados, pero con fuerte énfasis en temas naturales.

En uno de sus últimos posts se refiere al decreto del Poder Ejecutivo que regulariza la caza de especies exóticas invasoras, aportando concetos y poniendo luz en un tema del cual muchos opinan bajo parámetros de desconocimiento, movidos sólo por la simpatía que determinados animales les generan y sin pensar en el daño que hace, incluso a otros animales tan o más simpáticos, y además indefensos.

Dos consideraciones relevantes expuestas por Villalba-Macías son las siguientes: “El tema de las especies exóticas invasoras es un problema muy grave a nivel mundial”; y “la caza es un recurso natural renovable susceptible de aprovechamiento sostenible, con el cual se atiende a legítimas necesidades humanas y se contribuye a la conservación de la diversidad biológica, entre la que se encuentra las especies, los ecosistemas y la diversidad genética”.

El siguiente es el editorial completo de Villalba-Macías, al cual no le puso título. Todo El Campo eligió uno por él.

Especies invasoras, un problema de Uruguay y el mundo

Juan Sebastián Villalba-Macías | He recibido muchos mensajes en relación con el reciente decreto que regulariza la caza de especies exóticas invasoras. Es un tema que hemos venido conversando con las autoridades, desde hace más de un año.  Este espacio no es el adecuado para extenderme en aspectos técnicos, por lo cual me limitaré a algunos comentarios generales.

En primer lugar, debemos decir que el tema de las especies exóticas invasoras es un problema muy grave a nivel mundial que ha llevado a la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) ha establecer una Estrategia mundial sobre especies exóticas invasoras. La UICN es la institución conservacionista más importante a nivel mundial, con más de 18.000 expertos y más de 1.500 organizaciones miembros. Éstas incluyen países y agencias gubernamentales, pequeñas y grandes ONG’s organizaciones de pueblos indígenas, agencias de desarrollo económico, instituciones académicas y científicas, así como asociaciones empresariales.

En el año 2000 la UICN, en el documento denominado Declaración de política de la UICN acerca del uso sostenible de los recursos vivos silvestres y el Convenio sobre la diversidad biológica (CDB) en el año 2004 a través del documento denominado Principios y directrices de Addis Abeba para la utilización sostenible de la diversidad biológica, establecieron claramente el legítimo uso de los recursos naturales vivos silvestres (entre los que se encuentra la caza) de manera sostenible para atender a las necesidades humanas de manera permanente y para contribuir al mismo tiempo a la conservación de la diversidad biológica.

Por otra parte y por citar un ejemplo más, el Consejo de Europa a través del Comité Permanente del Convenio de Berna sentencia ya definitivamente en 2007 en el documento denominado Carta europea sobre caza y biodiversidad que la caza es un recurso natural renovable susceptible de aprovechamiento sostenible, con el cual se atiende a legítimas necesidades humanas y se contribuye a la conservación de la diversidad biológica, entre la que se encuentra las especies, los ecosistemas y la diversidad genética.

En lo personal, nunca empuñé un arma, pues me crie en un hogar donde mis padres nunca me regalaron juguetes bélicos, y de adulto no he tenido armas ni nunca maté a un animal silvestre. Pero ello no me impide estar de acuerdo con el uso sostenible de los recursos vivos silvestres; porque además en mis 50 años de experiencia en el campo de la conservación he visto que es una alternativa válida para garantizar la conservación de las especies.

Solo un dato, la organización norteamericana Ducks Unlimited, integrada por cazadores de patos, mantiene más de 6 millones de hectáreas de humedales.

Otro ejemplo incontrovertible es el de los cocodrilos. En 1971 las 23 especies de cocodrilos, caimanes y gaviales estaban en peligro o amenazadas. En 25 años de esfuerzos considerables, un tercio de las especies (8) eran lo suficientemente abundantes como para soportar el aprovechamiento de su cuero y carne. Ningún otro grupo de animales vertebrados ha experimentado una mejora tan espectacular en el estado de conservación, sobre la base del uso sostenible de algunas de sus especies.

Es comprensible que muchas personas de buena fe rechacen la caza, pues desconocen el concepto técnico de uso sostenible formulado en una de las más importantes convenciones internacionales como lo es el Convenio de la diversidad biológica, del que son parte 196 países incluido Uruguay. Lo que me resulta inaceptable es el uso político que pretenden hacer algunos, y la mala fe de otros que conociendo lo que significa el uso sostenible y la problemática de las especies invasoras, se escudan en una posición proteccionista extrema por demagogia.

Hay quienes pretenden, sin idoneidad técnica y fundamentación sólida, atribuir que todas las especies extinguidas en Uruguay se debe a la caza, cuando la opinión de destacados biólogos uruguayos como Vaz Ferreira, Ximénez y otros, establecen diversas causas en la extinción de las especies autóctonas, no solo a una.

Y la presencia de especies exóticas invasoras es una de ellas, por ello debemos evitar su propagación.

Se puede acceder a la publicación original en el siguiente enlace: https://www.facebook.com/juanvillalbamacias/posts/10229247946921525

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