Fue por el 550 antes de Cristo que Esopo escribió la fábula de la liebre y la tortuga, así que hemos tenido tiempo de aprender la lección, y ser liebres sin menospreciar la actitud de la tortuga.

Hébert Dell’Onte | En agosto del 2014 la senadora frenteamplista Lucía Topolansky dijo a los medios de comunicación una frase recurrente e inolvidable, que resultó ser una lección de política en tiempos de campaña: “El susto despertó al mamado”.

Con ese refrán la referente del Movimiento de Participación Popular (Frente Amplio) contestó a una consulta sobre la evolución de las encuestas que no había sido favorables al Frente Amplio en la campaña electoral de cara a las elecciones de noviembre.

Todas las encuestadoras habían divulgado resultados que indicaban que la oposición podría desplazar al Frente Amplio del Gobierno luego de 10 años de mayorías absolutas, pero el efecto de los porcentajes difundidos generó un empujón en el entonces oficialismo que repuntó y eso se reflejó en los estudios de opinión pública de ese momento.

Gracias a las encuestas adversas la militancia “se puso las pilas”, comentó Topolansky y agregó que “ojalá el mamado se despierte bien”. Luego dijo que “la única lucha que se pierde es la que se abandona, y no hemos abandonado, vamos a pelear hasta el último día”.

El resultado final fue que en noviembre de 2014 el Frente Amplio volvió a ganar y gobernó hasta 2020. Efectivamente, el susto despertó muy bien al mamado.

Actualmente todas las encuestas sobre el referéndum por la Ley de Urgente Consideración (LUC) dan una amplia ventaja al No, lo que genera entusiasmo en quienes defienden la ley, pero solo una voz se ha levantado para advertir lo peligroso y fácil que es pasar del entusiasmo al triunfalismo que siempre es irracional.

Esta semana el senador Jorge Gandini, líder de Por la Patria (Partido Nacional) advirtió que las encuestas que dan ventaja al No son las mismas que decían que no se llegaba a las firmas.

“Le tengo mucho respeto a la izquierda”, dijo Gandini a la emisora Principal de la ciudad de San José, y advirtió que los defensores del Sí pueden hacer un importante y efectivo despliegue de campaña “en los últimos 15 días” con un trabajo “de cuerpo a cuerpo y de comer orejas”, graficó.

El legislador recordó que esas cosas “ya nos pasaron”, y que el ejemplo más reciente fue en el balotaje de noviembre de 2019, donde “un Daniel Martínez muy debilitado y con una fórmula con problemas, sacó el 42% en octubre y 49% en noviembre. Mejoró 7 puntos, remó más de 100.000 votos. Y lo mismo nos pasó con las firmas: las encuestadoras que hoy le dan bárbaro al No son las mismas que decían que no se juntaban”.

El mensaje es claro: la capacidad de recuperación de la izquierda es formidable y los seres humanos somos propensos a dejarnos estar cuando las cosas van bien.

Fue por el 550 antes de Cristo que Esopo escribió la fábula de la liebre y la tortuga (luego reescrita por otros), así que hemos tenido tiempo de aprender la lección, y ser liebres sin menospreciar la actitud de la tortuga.

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