Los productores buscan romper con el desconocimiento del problema, hacerlo visible, ya no quieren estar solos en sus reclamos y esperan que la sociedad se involucre y los apoye, porque de otra forma la solución seguramente no llegará con la urgencia que la situación amerita.

Hébert Dell’Onte | Los productores ovinos expresaron en la tarde de ayer, en la Plaza Independencia frente a la Torre Ejecutiva (Montevideo), su impotencia y cansancio, pero no resignación, por el permanente flagelo del ataque de perros a sus majadas.

El último hecho se dio en una zona próxima la localidad del Carmen (norte de Durazno), lo que activó un acuerdo previo de algunos productores ovejeros de trasladarse a la capital con los animales muertos y lastimados para exhibirlos en forma pública de tal forma de mostrar los daños a los que se enfrentan.

En un país que depende de la producción rural, que a su vez realiza importantes esfuerzos por mejorar y recuperar la producción ovina en carne y lana, los perros sin dueños y aún lo que sí lo tienen, se han convertido en un flagelo que atenta contra esos esfuerzos y los logros alcanzados cuando todo lo que se necesita es la puesta en práctica de políticas claras que limiten la población canina a quienes ejercen la tenencia responsable.

“El traslado a Montevideo nos cuesta tiempo y dinero”, dijeron los productores, pero “es necesario” para que se genere la sensibilidad sobre la situación que viven.

No es la primera vez que los productores llevan a sus animales muertos a las ciudades, pero es la primera vez que los trasladan a la capital. Por ejemplo, en mayo de 2021 un cabañero que sufrió el ataque de perros expuso los cuerpos frente a la Plaza Independencia de Carmelo (Colonia). Antes, en julio de 2019, otro productor llevó sus ovejas muertas por mordidas de perros a la Plaza Constitución de la ciudad de Melo (Cerro Largo).

La medida es claramente desesperada, ya no queda otra forma de reclamar que exponer los despojos de los animales. De esa forma los productores buscan romper con el desconocimiento del problema, hacerlo visible, ya no quieren estar solos en sus reclamos y esperan que la sociedad se involucre y los apoye, porque de otra forma la solución seguramente no llegará con la urgencia que la situación amerita.

Cabe recordar que en 2021 los ovinos generaron ingresos por más de US$ 303 millones en exportaciones. Por tanto, si no es por sensibilidad, que sea por interés económico, pero ya no se puede seguir así. No es inteligente hacerse los distraídos.

Foto de Canal 5.

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