La Oficina de Planificación y Política Agropecuaria (Opypa) del MGAP lanzó la edición 29 del Anuario, una publicación que recopila análisis sectoriales y de las cadenas productivas en el 2021 y las proyecciones para el sector en 2022.

En líneas generales, las condiciones climáticas nuevamente repercutieron en la productividad de la agricultura extensiva en cultivos de verano, el déficit hídrico del verano 2020-2021 (segundo consecutivo en menos de un año) determinó fuertes caídas de rendimientos, en particular en soja. Las perspectivas climáticas asociadas al fenómeno de La Niña generan incertidumbre sobre el resultado de estos cultivos para 2021/2022.

En cultivos de invierno, las condiciones climáticas favorables del invierno 2020 contribuyeron a la obtención de rendimientos máximos históricos en el caso de trigo y cebada. La zafra 2021/22 se presenta nuevamente auspiciosa para estos cultivos.

La actividad pecuaria tuvo un buen desempeño en general en el ciclo 2020/21. Se destaca el nuevo récord de producción de carne vacuna, que se posicionó además como el principal rubro de exportación del país.

En el caso de la lechería, la remisión continuó aumentando, pese a la trayectoria decreciente del número de productores.

Para el ciclo 2021/22 se espera un nuevo incremento de la producción de carne vacuna, al tiempo que la remisión de leche a plantas industriales se mantendría relativamente estable respecto al ciclo anterior.

RECUPERACIÓN GENERALIZADA DE LOS SECTORES, LO QUE TUVO SU CORRELATO EN EL MERCADO LABORAL.

La Ec. Ángela Cortelezzi, técnica de Opypa del área de Indicadores Sectoriales y Estudios Económicos, desarrolló un análisis de diversos puntos, entre ellos abordó la actividad económica mundial en 2021 en contexto de pandemia, la cual mostró un repunte.

También se refirió al desempeño de la economía uruguaya y de algunas variables relevantes para el sector agropecuario, tanto en ganadería, como en cultivos de verano e invierno: “La actividad económica se expandió 3,8% en el primer semestre del año respecto a igual período de 2020. Parte de dicho crecimiento se explica por la baja base de comparación, dado que en el segundo trimestre de 2020 la economía recibió los embates más fuertes de la pandemia por Covid-19”.

Desde el punto de vista de la oferta, se observó una recuperación generalizada de los sectores, lo que tuvo su correlato en el mercado laboral, donde la ocupación alcanzó en octubre 2021 niveles similares a los observados en la situación prepandemia.

Desde la perspectiva de la demanda, se destaca la incidencia positiva de la inversión (principalmente por efecto de las obras vinculadas a la instalación de la tercera planta de celulosa del país), del gasto en consumo final y de las exportaciones.

La economista agregó que el comercio de bienes se recuperó de forma generalizada. Las exportaciones de bienes (incluyendo Zonas Francas) totalizaron US$ 10.390 millones en enero-noviembre y superaron los niveles prepandemia: 42% y 23% por encima de lo observado en el mismo período de 2020 y 2019, respectivamente.

Asimismo, el incremento de precios de commodities a nivel mundial contribuyó a este máximo histórico. Las exportaciones agroindustriales alcanzarían un nuevo máximo histórico en 2021: algo más de US$ 8.000 millones (28% más que el año anterior).

 La carne bovina es el principal rubro de exportación y el que presenta la mayor incidencia sobre la evolución de las exportaciones totales. La competitividad en materia de precios de la producción agropecuaria registró un incremento promedio de 9% en el año móvil cerrado a junio respecto al año móvil anterior.

El impulso al alza de este indicador se explica por la mejora observada bilateralmente con Brasil y los socios comerciales de la Unión Europea, al tiempo que con China se registró un descenso de casi 4%.

Pin It on Pinterest

Compartir

Comparte este contenido en tus redes sociales!