China tuvo un crecimiento que dio “un fuerte impulso a las exportaciones de la región en la fase de recuperación”, dice el BID, pero advierte que “se está enfriando a una velocidad inesperada”.

Hébert Dell’Onte | En 2020 las exportaciones de Uruguay cayeron 10,8%, lo que fue revertido en 2021 ya que este año las colocaciones en el exterior tuvieron un incremento del 30,9%, señala un informe de 26 páginas elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

El incremento de las exportaciones de nuestro país estuvo “fuertemente impulsadas por el aumento de los envíos a China (91,3%) y Brasil (91,0%)”, destaca el texto titulado “Estimaciones de las tendencias comerciales América Latina y el Caribe, edición 2022”.

En cuanto a productos exportados “se destacan animales vivos y productos del reino animal —especialmente carne y despojos comestibles— y productos minerales, que en conjunto explican tres cuartos del incremento total”.

“A diferencia del resto de los países sudamericanos, las exportaciones de Uruguay crecieron principalmente en términos reales (26,1%)”, agrega.

EXPORTACIONES DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE.

El documento publicado en diciembre analiza el comportamiento comercial regional y por país de América Latina y el Caribe, región que este año tuvo una rápida recuperación de sus exportaciones, recomponiéndose de la caída que causó la pandemia.

Para toda esa zona, “el incremento del valor exportado en 2021, estimado en un rango entre 24,8% y 27,8%, se condice no solo con un rápido rebote posterior al shock, sino también con un crecimiento neto de las ventas externas. El valor de los envíos superaría así entre un 13% y 16% el nivel de 2019”, dice el BID.

Pero el factor determinante de ese repunte “se concentró en el segundo trimestre de 2021 debido en parte a la baja base de comparación, y a partir de julio se viene observando una persistente tendencia a la desaceleración”.

La recuperación se sostuvo “principalmente por los precios de las materias primas, en un marco de débil expansión de los volúmenes”, aunque hubo excepciones, como México, país en el cual “la recuperación de los valores exportados estuvo impulsada por el aumento de las cantidades, aunque con un patrón extremadamente volátil”.

Sobre los volúmenes exportados, “la recuperación por la región se ubica entre las más lentas del mundo, algunas economías aún no han recuperado los niveles anteriores a la pandemia, y los datos de alta frecuencia indican signos de contracción en algunos sectores clave para las exportaciones de la región”, especifica.

ESTADOS UNIDOS, UNIÓN EUROPEA Y CHINA.

El BID aclara que “se evidencian nuevos riesgos en los principales socios comerciales de la región y varias debilidades en su propio patrón de inserción internacional que cobrarán cada vez mayor relevancia”.

ESTADOS UNIDOS – Por ejemplo, la evolución económica de Estados Unidos “afectará significativamente las perspectivas comerciales de la región” con su política monetaria influyendo sobre los precios de los commodities, a su vez “aumenta la incertidumbre sobre la solidez del crecimiento económico” y cada vez que el programa de vacunación contra el Covid se estanca, crece la inseguridad y las dudas sobre cómo impactará la la nueva variante Ómicron.

“Además, hasta la fecha, la región no ha reconquistado completamente su cuota en el mercado del norte y, tras una breve fase de recuperación, está volviendo a perder terreno”, señala.

UNIÓN EUROPEA – Las perspectivas de crecimiento de la Unión Europea “son levemente más moderadas”, lo que es complejizado por las “nuevas medidas de confinamiento” en un bloque donde “el programa de vacunación está atrasado en varios países”.

En ese contexto, “América Latina y el Caribe han mantenido su cuota de  mercado”, pero “el dinamismo importador del bloque se ubica entre los más bajos de los socios comerciales” que posee nuestra región.

CHINA – China tuvo un crecimiento que dio “un fuerte impulso a las exportaciones de la región en la fase de recuperación”, dice el BID, pero advierte que “se está enfriando a una velocidad inesperada, a raíz de la tolerancia cero hacia el Covid-19, del impacto de las nuevas políticas ambientales en la oferta de energía, y de la nueva regulación prudencial en el sector inmobiliario con los riesgos que conlleva sobre la estabilidad financiera”.

Pin It on Pinterest

Compartir

Comparte este contenido en tus redes sociales!