Cristophe Lhéritier es exportador de miel y director de Urimpex S.A., además de un referente del tema. En su cuenta de Facebook “Urimpex Lheritier”, de donde fue extraído el siguiente texto, suele realizar comentarios y publicar información sobre el sector.
La miel es un producto con valor agregado desde que la abeja lo almacenó en la celda de cera y lo operculó para que se conserve. Es el valor agregado que proporciona la naturaleza ya que el humano no intervino directamente hasta allí. A este, el humano puede sumarle selección, certificación, packaging, relato, marketing: aún más valor agregado.
El mercado mundial está expectante del efecto que tendrán las acusaciones por dumping a los principales proveedores de Estados Unidos, por parte de los apicultores de ese país. Los norteamericanos han tenido la iniciativa de ‘marketinear’ su miel a través de la National Honey Board. El resultado es muy bueno, ya que el consumo de miel aumentó sustancialmente en ese país. Ante la demanda y el estancamiento de su propia producción, la importación de miel fue creciendo a lo largo de los años. La industria que usa la miel como ingrediente aprovechó la buena imagen de la miel ante el consumidor. Se abastecieron con mieles baratas. Este producto se amparaba en normativas obsoletas y no muy específicas, ignorando el Codex alimentario. Ahora la normativa se está actualizando, la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) controla mucho más pero el apicultor norteamericano opta por lo más tajante y directo: agregar valor cerrando el paso a todos los importadores de cinco países, metiendo a todos en la misma bolsa.
Todo iba bien encaminado, aunque el precio pagado al apicultor parece no ser suficiente.
Será una gran enseñanza haber estudiado los efectos de este método, dado que el precio de la miel en Norteamérica debería subir bastante y es posible que baje el consumo por esa razón.
Años atrás hemos visto en situaciones similares cómo se estimuló la triangulación y la adulteración, cada vez con nuevas recetas. En un par de años sabremos.
Por otra parte, en pocos días tendremos los aranceles primarios, que serán revisados en marzo. A partir de allí las piezas se empezarán a mover y las mieles que transitan los océanos van a cambiar sus rumbos en mayor o menor medida.
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