Toros de Valle Chico y La Lorencita promediaron US$ 2.885.

Toros de Valle Chico y La Lorencita promediaron US$ 2.885.

El valor máximo del remate lo hizo un toro del brete 10, caravana 314, un ejemplar astado que se pagó US$ 370 la cuota es decir US$ 4.400 de valor total,

Carlos Sabatini | Mariscala, Lavalleja | Todo El Campo | Se llevó a cabo en las instalaciones del local Cándido N. Cal el remate conducido por el escritorio de Gustavo Basso Negocios Rurales de los Hereford y Polled Hereford de las cabañas La Lorencita y Valle Chico de la familia Bonomi, el cual llega en su edición número 38.

Se ofrecieron 35 toros, mochos y astados todos de pedigrí de 2 años, ejemplares estos con una carga genética importante, con una destacadísima preparación que salían con todas las garantías sanitarias correspondientes; completaron la selecta oferta casi 100 vaquillonas tanto de pedigrí como HS, entrando preñadas y vacías.

Antes del inicio de las ventas Julio Bonomi de La Lorencita, conjuntamente con los integrantes de ambas cabañas, hicieron un más que merecido homenaje a quienes durante 38 años los acompañaron en la venta de sus toradas, señalando que la firma llevaba comercializados de ambas cabañas más de 2.000 toros y más de 1.200 vientres, entregándoles a Juan Carlos Martínez que se aleja de las actividades, Miguel Stábile y Juan Luis De Barbieri, un presente a cada uno.

Dando inicio a las ventas el martillero Juan Luis De Barbieri no tuvo mayores inconvenientes en colocar en poco tiempo todos los vientres, seguidamente se alternaron Martin De Barbieri y Mauro Feo para subastar un alto porcentaje de las toradas.

TOROS. El valor máximo del remate lo hizo un toro del brete 10, caravana 314, un ejemplar astado que se pagó US$ 370 la cuota es decir US$ 4.400 de valor total, el mínimo fue de US$ 200 la cuota es decir US$ 2.400 de valor total, promediando las toradas US$ 2.885.

VIENTRES. En los vientres las vaquillonas hicieron un valor máximo de US$ 1.260, un mínimo de US$ 600, promediando US$ 821.

Como es tradicional operaron compradores de distintos puntos del país, repartiendo la genética de la familia Bonomi a nuevos y viejos rodeos del Uruguay.

Finalizadas las ventas y más allá de que para la firma rematadora tuvo un aspecto emotivo por el fin de una era y el inicio de otra, la conformidad era total. Si bien no se colocó toda la oferta, el promedio fue interesante y esas toradas que regresaron a los campos de Mariscala tendrán pronta salida porque hay muchos productores que todavía no han comprado toros a la espera de que la primavera despierte totalmente y campos y ganados empiecen a acomodarse.

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