Argentina. Comportamiento de precios: una menor inflación que invita a prestar atención a los movimientos de la economía real.

Argentina. Comportamiento de precios: una menor inflación que invita a prestar atención a los movimientos de la economía real.

Por ejemplo, la fuerte desaceleración de la inflación en los últimos meses, deja al descubierto ciertas ecuaciones poco cómodas para algunos sectores que hasta entonces permanecían veladas por el acelerado ritmo de ajuste de precios.

Rosario, Santa Fe, Argentina | Rosgan | Todo El Campo | A medida que las principales variables que conforman la macroeconomía tienden a estabilizarse, comienzan a tomar mucha más fuerza factores de la economía real por sobre los estrictamente monetarios o financieros.

En este sentido, la fuerte desaceleración que viene registrando la inflación en los últimos meses, deja al descubierto ciertas ecuaciones poco cómodas para algunos sectores que hasta entonces permanecían veladas por el acelerado ritmo de ajuste de precios.

En el boletín Lote de Noticias de Rosgan de la semana pasada señalábamos la situación que enfrenta el sector exportador quién opera con un tipo de cambio estable, unificado, sin cepo -todas condiciones largamente demandadas por el sector-, aún con costos internos demasiado elevados y, al mismo tiempo, caros en moneda local, que le restringen la capacidad para competir abiertamente con otros proveedores a nivel global.

Pues bien, internamente está sucediendo algo similar. Si bien, como destacábamos en el Lote anterior, el consumo interno sigue sorprendiendo con los volúmenes que absorbe mensualmente y los valores que convalida para tal nivel de oferta, en este contexto de estabilización de precios generales de la economía, ya no deberían observarse tantos desacoples respecto del comportamiento histórico que suelen reflejar los valores, conforme a la dinámica estacional de oferta y demanda.

En este sentido, el precio de la carne al mostrador ha mostrado históricamente un patrón bastante previsible en cuanto a evolución de valores. Tanto por el lado de la demanda como de oferta especialmente, existen comportamientos estacionales que en este contexto deberían manifestarse con mayor claridad.

En lo que va del año, según las estadísticas disponibles hasta mayo, el precio de la carne al mostrador ha venido registrando incrementos mensuales superiores a la inflación. El último dato publicado por el IPCVA (Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina) muestra que, en mayo, el precio promedio de la carne vacuna subió un 2,6%, frente a una inflación general (IPC-Indec) de apenas 1,5%, el nivel más bajo de los últimos cinco años. De manera similar, en el acumulado del año, la carne registra un aumento del 27,5%, frente al 13,5% del IPC.

Sin embargo, desde una perspectiva estacional, sabemos que nos encontramos en el período del año en el que el precio de la carne vacuna en el mercado local suele registrar sus mayores subas.

Si analizamos los valores históricos del precio de la carne en relación con su promedio mensual para cada año -expresados como un índice base 100-, observamos que los mayores incrementos se concentran en el primer semestre. En particular, durante los meses de marzo, abril y mayo, el precio tiende a ubicarse entre un 3% y un 4% por encima del promedio anual. A partir de junio y julio, dependiendo del año, la curva comienza a descender hasta alcanzar un piso relativo hacia octubre o noviembre, cuando suele volver a observarse una mayor presión sobre los precios del producto.

Se trata de un patrón estacional generado por la propia dinámica con la que se mueven tanto la oferta como la demanda y que, en este contexto, podría estar anticipando una posible desaceleración de los precios de la carne en los próximos meses.

Algo similar ocurre con el precio de la hacienda en pie, especialmente en el caso de la hacienda gorda liviana, que se destina mayoritariamente al consumo doméstico.

En este sentido, si bien la oferta total de carne se mantiene relativamente estable a lo largo del año -producto de una faena que debe sostener los niveles de operación sobre la capacidad instalada-, lo cierto es que, al analizar categorías específicas, sí pueden observarse comportamientos estacionales de oferta, de acuerdo con los propios ciclos de producción y terminación de la hacienda que, en definitiva, terminan reflejándose en los precios.

En este caso, y en contraste con la evolución que ha mostrado el precio de la carne en relación con la inflación, el valor de la hacienda gorda ha entrado en los últimos meses en una especie de meseta. Desde mediados de marzo, el precio del novillito en el MAG (Mercado Agroganadero de Cañuelas) prácticamente no se ha movido, registrando un virtual estancamiento en términos nominales, con promedios para la categoría que oscilan entre los $ 3.000 y $ 3.100 por kilo, sin una tendencia definida.

Si bien, al igual que el precio de la carne, el aumento del gordo en lo que va del año supera el incremento general de la inflación (27,9% frente al 13,5% del IPC), las mayores subas se registraron en los primeros meses del año, en marcado contraste con la evolución observada en los últimos dos a tres meses.

Nuevamente, si nos centramos más estrictamente en el comportamiento estacional que suele mostrar el precio del gordo a partir de julio, despojado ya de los significativos ajustes que solían ocurrir por cuestiones inflacionarias, los valores deberían reflejar el momento de mayor presión de oferta del año. En efecto, los números del engorde ya comienzan a registrar márgenes más ajustados y, a medida que avancen los meses, podrían deteriorarse aún más, conforme los precios de reposición del ternero sigan también a su comportamiento habitual de encarecimiento frente a la escasez.

Ganadería argentina: Con corrales bien nutridos, se refuerza el traslado de hacienda hacia otros campos.

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Informe de Rosgan.

Rosario, Argentina | Rosgan | Todo El Campo | Iniciando recién el tercer mes del año, la zafra de terneros aún no presenta un desarrollo significativo como para conformar un nivel de oferta consolidado. Los datos que surgen de la estadística de traslados de hacienda que informa el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) muestran que, durante el mes de febrero, la cantidad de terneros y terneras que fueron movidos desde los campos con motivo de cría o invernada, ascendió a 826.032 cabezas, apenas un 34% más que los trasladados durante el mes de enero, cuando, históricamente, el salto entre el primer y segundo mes del año suele ubicarse por arriba del 50%.

No obstante, en números absolutos, la cantidad de traslados no muestra un dato menor. Por el contrario, en los dos primeros meses de este año el registro de movimientos asciende a 1,44 millones de terneros/as, el segundo registro más alto de los últimos años.

Lo interesante a destacar es el destino de esta invernada. Del total de terneros/as que salieron de los establecimientos en estos dos primeros meses del año, el 77% (1,10 millones) tuvo por destino otros campos mientras que el 23% (338.000) habría ingresado, según los DTEs documento de tránsito electrónico) a corrales de engorde.

En suma, los sistemas de recría e invernada a campo recibieron en estos dos primeros meses del año un 13% más de terneros/as que en igual período del año pasado. Sin embargo, no se detecta una caída en los ingresos a feedlots. Por el contrario, la cantidad de cabezas ingresadas durante enero y febrero de este año (338.000 cabezas) resulta ligeramente superior a lo informado un año atrás. En efecto, la cantidad de hacienda encerrada al 1° de marzo asciende a 1.730 millones de animales de los cuales el 42% (724.000 cabezas) son terneros/as y otro 43% (741.000 cabezas) son novillitos y vaquillonas. En suma, un stock de animales encerrados 7% superior al reportado a igual fecha del año pasado y récord para ese mes desde que se disponen estos datos del Senasa.

En cuanto a niveles de salida de los feedlots, febrero registró unos 385.000 animales terminados en los corrales, esto es un 3% menos que lo ofertado en enero y apenas un 2% más que en febrero de 2024.

Habrá que esperar al menos unos tres a cuatro meses para que estos terneros que hoy están ingresando a los corrales de engorde comiencen a salir al mercado como hacienda liviana terminada a grano.

Por lo pronto, la hacienda gorda que llega al mercado aún es ajustada; estacionalmente es un período en el que la oferta de novillitos y vaquillonas livianas que llegan a faena tiende a ser acotada, a diferencia de los meses de agosto en adelante donde el nivel de oferta comienza a crecer.

No obstante, los datos que se desprenden de la estadística de traslados de hacienda con destino faena muestran para este primer bimestre del año una oferta total de animales ligeramente menor al año pasado (-1%) pero con mayor cantidad de animales jóvenes, precisamente un 2% más de novillitos y 8% más de vaquillonas que, en suma, hacen un total de 1,18 millones de cabezas, es decir el 54% de la faena total contra el 50% aportado en igual período del año pasado.

Por lo tanto, las subas de precios que hemos estado viendo en las últimas semanas en el mercado ganadero, no parecen responder por el momento a una restricción estructural de oferta sino a la falta temporal de hacienda liviana de buena terminación y calidad que es lo que en definitiva ha estado liderando los precios máximos pagados por estas categorías, producto de la misma selectividad que ejerce la demanda. Esta situación, a su vez, se vio agudizada por las complicaciones para el traslados que impuso el clima, algo que durante el mes de marzo podría repetirse con mayor asiduidad.

En concreto, los valores de fin de febrero para este tipo de hacienda liviana -tanto machos como hembras- marcaron cotizaciones promedio en torno a los 3.000 a $ 3.100 pesos argentinos el kilo, con topes de hasta 3.400 a 3.450 en lotes especiales. Por consiguiente, respecto de los valores medios conseguidos un mes atrás, febrero registra subas corrientes cercanas al 7% mensual con las que acumula aproximadamente un 15% en lo que va del año.

Habrá que ver entonces hasta donde pueden seguir tonificándose estos valores, una vez que la oferta se estabilice y refleje efectivamente la disponibilidad de hacienda real con la que contaremos durante la presente campaña.

 A priori, se espera que la cantidad de hacienda que se vuelque a faena este año sea menor, luego de dos años de elevado nivel de extracción. Sin embargo, hasta el momento, no se percibe un cambio significativo de tendencia. 

Un dato a seguir en los próximos meses es la participación de las invernadas a campo como variable capaz de potenciar la producción de kilos previo al engorde o terminación, aunque retrasando temporalmente la salida final de dicha hacienda.

(*) Rosgan es el mercado ganadero de Argentina integrado por la Bolsa de Comercio de Rosario junto a doce casas consignatarias del país.

Foto Plan Agropecuario.

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