Polinizadores artificiales, ¿la solución para una agricultura segura y rentable?
Para los cultivos con problemas de polinización en granjas verticales, la tecnología creó polinizadores artificiales que son mini drones del tamaño de una abeja, capaces de realizar esa ardua tarea.
Montevideo | Tecnología Hortícola* | Todo El Campo | La producción de alimentos, bajo sistemas de agricultura vertical, está conquistando horizontes desde hace un tiempo. Con grandes ventajas sobre los cultivos más tradicionales, ha logrado la aparición de nuevas empresas totalmente especializadas y de grandes capitales financieros.
Entre las ventajas la agricultura vertical o vertical farming, podemos remarcar: uso eficiente del espacio, mayor producción por unidad de área, menor impacto ambiental, mayor control sobre el entorno, producción de alimentos durante todo el año, reducción de la huella de agua y carbono y menor riesgo de plagas y enfermedades, entre los más importantes.
Pero como toda inversión novedosa, tiene sus puntos débiles como los costos energéticos y la gran cantidad de mano de obra necesaria.
¿EN TIEMPOS ACTUALES, ES RENTABLE LA PRODUCCIÓN DE HORTALIZAS DE HOJA Y AROMÁTICAS?
Recientemente, los aspectos negativos relacionados con la agricultura vertical, como su alta demanda energética, sumada a la inflación de precios, se han acentuado luego del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, obligando a muchas empresas a tomar decisiones drásticas como el despido de personas, entrando algunas en graves situaciones económicas. Entre algunos ejemplos, podemos citar que la empresa Infarm (Alemania) anunció en noviembre de 2022 que despediría a más de la mitad de sus empleados, y AeroFarms (Estados Unidos) se declaró en bancarrota a principios de junio.
UNA VUELTA DE TUERCA PARA MAYOR RENTABILIDAD.
Con la idea de enfrentar la situación actual que enmarca a todo el mundo y asegurar la producción de alimentos para la creciente población, las empresas de agricultura vertical se ven obligadas a expandir su oferta productiva, incursionando en nuevos cultivos más allá de las hojas.
Ahora bien, sabemos que los cultivos de hoja no necesitan más que condiciones ambientales controladas, agua y nutrientes. Pero, ¿qué pasaría con otros cultivos más exigentes?
Recientemente, se empezaron a realizar pruebas en cultivo de tomate bajo condiciones de producción vertical, un producto que se consume, en promedio, 14 kilogramos por persona al año. En este caso, los científicos se toparon con un dilema, nada más y nada menos que la polinización. Históricamente, en cultivos al aire libre esto nunca ha sido un problema, ya que, cientos de insectos, aves y factores climáticos como el viento se encargan de la ardua tarea de llevar el polen desde las anteras al estigma. Pero, en ambientes cerrados, las abejas tienen problemas para volar bajo luz artificial, y la polinización manual requiere mucho tiempo y dinero.
Es por ello, que han surgido nuevas tecnologías diseñadas para tal fin, y se trata de polinizadores artificiales (mini drones del tamaño de una abeja) capaces de realizar esta ardua tarea.
POLINIZADORES ARTIFICIALES, EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ.
Desde mediados del siglo XX, la robótica empezó a tener auge en la agricultura convencional, empezando con tractores autónomos para labores a campo y llegando hasta hoy en donde encontramos robots capaces de cosechar de forma autónoma cultivos de fresa, tomate, etc., como otros que pueden detectar la presencia de plagas y enfermedades.
Entre las últimas innovaciones para este sector, podemos incluir la aparición de prototipos que reemplazan a las abejas tradicionales, ya sea para labores de polinización al aire libre como en ambientes cerrados.
Distintos científicos como Yu Gu, roboticista de la Universidad de West Virginia, USA, está diseñando un robot polinizador de seis brazos llamado StickBug, aunque afirma que “el principal hándicap es la gran cantidad de tipologías florales presentes y los entornos agrícolas”.
Otro ejemplo es el de la empresa Polybee, quienes desarrollan mini drones para cultivo de tomates, capaces de volar muy cerca de las plantas y que, con el movimiento de aire generado para volar, logran alterar las corrientes cerca de las flores, incentivando la circulación del polen.
También podemos señalar el caso de la empresa Arugga, quienes también ofrecen un robot para tomate en invernadero. El robot se mueve por el suelo entre hileras del cultivo emitiendo pulsos de aire que promueven la polinización.
ABEJORROS DE DISEÑO, MÁS ALLÁ DEL PLANETA TIERRA.
El uso de las nuevas tecnologías para la polinización en ambientes controlados, asegura un ambiente más saludable para el cultivo, ya que los abejorros tradicionales pueden transmitir enfermedades como diferentes tipos de virus vegetales.
Empresas especializadas ya están trabajando en la adaptación para otros cultivos como fresa y arándano, con la intención de automatizar y asegurar aún más la producción alimenticia en entornos controlados.
Con relación a nuevos sitios para la agricultura, desde hace algunos años se está evaluando la posibilidad de conquistar el planeta marte, con lo cual, las tecnologías para este sector como nuevas variedades de cultivos adaptadas a su producción en el espacio ya están en marcha y el uso de abejorros artificiales, serían más útiles para la polinización de estos cultivos, ya que un abejorro tradicional tiene un período de vida de aproximadamente 20-30 días.
Imagen principal: Home (polybee.co)
(*) Artículo de Tecnología Hortícola: Tecnología Hortícola-Horticultura-Cultivos-Frutas-Hortalizas-Olivar-Viña (tecnologiahorticola.com)