
Los peligros de la transición demográfica que atraviesa Uruguay.
En pocos años la población de Uruguay podría comenzar a descender, lo que genera problemas sociales y económicos importantes.
Montevideo | Todo El Campo | A poco de asumir, el Gobierno de Yamandú Orsi creó la Comisión Sectorial de Protección y Seguridad Social, integrada por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP); los ministerios de Trabajo (MTSS), Desarrollo Social (Mides), Salud Pública (MSP), Economía (MEF) y el Banco de Previsión Social (BPS), además de actores sociales vinculados con el tema.
Rodrigo Arim, director de la OPP, presidirá la Comisión, quien adelantó que participarán en el proceso de intercambio todos los sectores involucrados, abriendo el debate a temas que no se terminan en la jubilación y los años de trabajo. Serán convocados el movimiento sindical, las cámaras empresariales, las organizaciones de jubilados y pensionistas, y organizaciones relacionadas a la protección a la infancia y cuidados.
Arim explicó que se busca un diálogo social comprensivo, para analizar la matriz social a lo largo de todo el ciclo de vida de las personas y evaluar cuál es el modelo que desean los uruguayos en el siglo XXI.
El objetivo es llegar al primer semestre del 2026 con el diálogo culminado y un proyecto de ley que sea remitido al Parlamento.
DIAGNÓSTICO DEL FACTOR DEMOGRÁFICO.
Un tema que no puede faltar en los análisis de la Comisión y el desarrollo del diálogo social, es el demográfico. La economista Paula Pereda Suárez escribió en su cuenta de X un análisis sobre el tema.
Respecto al diagnóstico, expresó que somos un país que está atravesando una “transición demográfica avanzada, caracterizada por baja natalidad, aumento de la esperanza de vida y virtual estancamiento poblacional. Entre 2011 y 2023 la población creció solo un 1% (0,08% anual), alcanzando ~3,5 millones de habitantes”.

El problema debe estar en la preocupación de todos los actores políticos, económicos y sociales. Un país con esas características, es insustentable.
“La pirámide poblacional uruguaya revela una base estrecha y un vértice ensanchándose, reflejando envejecimiento. Es decir, un peso muy significativo de los adultos mayores en el total de la población: los 65+ alcanzan el 14% de la población total (2011: 16%, 1963: 7%)”, escribió Paula Pereda, y comentó: “Observando la base de la pirámide, se constata claramente la disminución creciente de la población infantil: los menores de 15 años suman 415.210, representando algo menos del 12% del total de la población (eran 715.000 en el 2011, el 22%), mientras que en 1963 superaban el 28%”.
Si los uruguayos continuamos en esa tendencia, solo cabe esperar que a partir de 2027 tengamos un descenso de la población.
Un dato relevante es la relación y dependencia de los “habitantes en edades inactivas (menores de 15 y mayores de 64)” respecto a las “personas en edades activas (15-64 años)”, lo que muestra “el potencial de dependencia económica”.
De ~22 dependientes por cada 100 personas en edad activa que había en 2011, Uruguay pasó a 23,6 en 2023. Con la menor cantidad de población infantil se “compensa la suba de la relación de dependencia 65+ en la relación de dependencia total”, explicó, pero eso no es una solución ni es esperanzador.
Lo que está pasando es que “Uruguay se encuentra en el ‘bono demográfico’ tardío, con la última generación relativamente numerosa de adultos jóvenes sosteniendo a menos niños que antes. A medida que esos jóvenes crezcan, la carga sobre la población activa aumentará rápidamente”.
Por tanto, se puede concluir que el futuro para nuestros jóvenes es verdaderamente desafiante.
ÍNDICE DE ENVEJECIMIENTO.
Sobre el índice de envejecimiento, la Ec. Pereda subrayó que de 2011 a 2023 se observaron cambios que van “en detrimento de la población joven”.
El índice de envejecimiento “se expresa como la cantidad de personas de edad avanzada por cada 100 personas jóvenes”.

PELIGROS PARA LA SEGURIDAD SOCIAL.
La evolución por la que está pasando la sociedad uruguaya repercute fuertemente en el sistema de protección social uruguayo, advirtió la profesional en su análisis: “Los cambios demográficos están tensionando fuertemente el sistema de protección social uruguayo, entendiendo este como el conjunto de políticas públicas dirigidas a proteger a las personas a lo largo de todo el ciclo vital (infancia, juventud, adultez y vejez)”.
“Una población crecientemente envejecida y con menos contribuyentes jóvenes plantea desafíos de eficacia y sostenibilidad para este entramado de protección”. Mientras que la reducción en el número de niños y adolescentes “podría abrir la oportunidad para reasignar recursos y reforzar las inversiones por cada niño” quebrando los ciclos de pobreza infantil; “el aumento de adultos mayores demanda expandir servicios de salud, cuidados de larga estadía y mecanismos de protección para la vejez”.
Por esas razones, es “importante y una buena señal que las autoridades hayan reconocido que el foco de las reformas debe ir más allá de las jubilaciones”.
Una “visión integral debe abogar por mejorar la eficiencia y coordinación de las políticas sociales existentes”.
RIESGOS.
La economista menciona que un desbalance en la población generaría nuevos riesgos: “La población joven relativamente menor podría percibir que sus oportunidades se ven limitadas porque gran parte del gasto público se destina a pensiones y salud para adultos mayores”; y los adultos mayores “podrían sentir amenazados sus derechos adquiridos si se recortan beneficios para aliviar a las nuevas generaciones”.
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Los comentarios de la Ec. Paula Pereda Suárez se pueden seguir en X @paubgood
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