En 2023 se redujo el consumo mundial de vino mientras aumentó el valor de su comercio, con la inflación golpeando con fuerza, dijo la OIV -Organización internacional de la Viña y el Vino.
Montevideo | Todo El Campo | El 26 de abril, el director general de la OIV (Organización internacional de la Viña y el Vino), John Barker, desde su sede en Dijon (ciudad de Francia), presentó el informe anual sobre “Actualidad de la Coyuntura del sector vitivinícola mundial en 2023”, en el que recoge datos sobre superficie mundial de viñedo, producción mundial de vino, consumo y exportaciones mundiales de vino.
2023 fue un año en el que el sector mundial del vino tuvo que enfrentarse a fuertes retos. Con una producción históricamente baja y precios al alza, se dejaron sentir fuertes presiones inflacionistas que ya habían comenzado en 2022.
La superficie mundial sigue a la baja, perdiendo un 0,5%, respecto a 2022, situándose en los 7,2 millones de hectáreas. Esta tendencia a la baja, que se mantiene por tercer año consecutivo, se explica por la eliminación de viñedos en las principales regiones vitivinícolas, en ambos hemisferios.
En cuanto a la producción mundial de vino en 2023, muchos viñedos de todo el mundo se vieron afectados por condiciones climáticas extremas y enfermedades fúngicas, llevando a una producción mundial de vino históricamente baja, de 237 millones de hectolitros. Con respecto a 2022, se registró una caída del 10%, tratándose de la producción más baja desde 1961.
En lo referente al consumo mundial de vino, la OIV lo estima en 2023 en 221 millones hl, lo que supone un descenso del 2,6% respecto a las ya bajas cifras de 2022. El aumento de los costos de producción y distribución, impulsado por las presiones inflacionistas, provocó un aumento de los precios del vino para los consumidores, con un menor poder adquisitivo. A pesar de estos retos, algunos mercados han demostrado su resistencia.
Las exportaciones mundiales de vino en 2023 también se vieron notablemente afectadas por la subida de los precios. Aunque el volumen total de vino exportado descendió en 99 millones de hectolitros, el valor de las exportaciones alcanzó los 36.000 millones de euros. El precio medio de vino en exportación alcanzó un máximo histórico de 3,62 euros por litro. (Observatorio Español del Mercado del Vino).
La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) analizó la tendencia del consumidor de vino resultando que desde 2013 la producción de vino blanco se impone al tinto.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Según revistas especializadas, el vino tiene su origen entre los años 6.000 y 5.000 a.C., pero no es hasta la Edad de Bronce (3.000 a.C.) cuando se estima que se produjo el verdadero nacimiento del vino, estimándose que antes, quizá, se había logrado de forma accidental. Estudios arqueológicos encontrado indicios que fijan el origen de la primera cosecha de vino en Súmer, esas fabulosas tierras que eran regadas por el Tigris y el Éufrates en el Oriente Próximo, la antigua Mesopotamia.
Otros estudios remiten el origen del vino a la Edad de Piedra, periodo comprendido, aproximadamente entre los 2.500.000 y 3.000 años a. C. y se lo coloca como una de las primeras creaciones del hombre, lo cual es muy posible que sea cierto dado que la uva es el único fruto que fermenta naturalmente, o sea que al dejar su jugo en recipiente (que podría ser de piedra), se hace prácticamente solo.
La Biblia dice en el libro Génesis que Noé -el del arca- fue un agricultor que plantó una viña, bebió el vino y sin darse cuenta por ser el primer humano en probarlo, se embriagó, lo que lo convierte en el primer enólogo en el mundo. En la Antigua Grecia se menciona a Dioniso, el dios del vino, al que los romanos llamaban Baco.
Como fuere, el del vino es un sector que está en permanente transformación, sea desde la Edad de Piedra o porque Noé lo descubrió. Gracias a aquellos primeros hombres comenzó una evolución que nos trae a las finezas actuales.
LOS CAMBIOS DESDE EL AÑO 2000.
Según el OIV Focus 2023 se puede observar un cambio dramático y drástico en el número de bebedores de vino a nivel mundial, alejándose del vino tinto y acercándose a los vinos blancos y los rosados, comentó Sobrelías, una revista digital especializada en vinos y bodegas.
En el gráfico siguiente se ve el comportamiento mundial del vino blanco, tinto, y rosado desde el año 2000, el cambio de tendencia en la producción solo se explica por un cambio en la preferencia del consumidor.
Lo que se muestra es la evolución de la producción mundial de vino por color/mhl, 2000-2021 (Fuente: OIV).
Entre 2000 y 2004, el vino tinto representó en promedio el 47,6%, poco menos de la mitad del total mundial. En 2013, nueve años después, los blancos superaron a los tintos y mantienen su liderazgo desde entonces. Entre 2017 y 2021, la participación del vino tinto había caído aún más, hasta el 42,6%, en comparación con el 49,3% del blanco. Los vinos rosados tienen una producción muy similar ahora que hace dos décadas. No obstante, el consumo ha aumentado.
Así lo representa la siguiente gráfica que muestra cómo evolucionó el consumo mundial de vino rosado/ml, 2000-2021 (Fuente: OIV).
TENDENCIAS Y DESAFÍOS.
Sobrelías analiza las tendencias del consumidor mundial y menciona la “mayor graduación en los vinos tintos”; o que “las nuevas generaciones quieren ingerir menor cantidad de alcohol”; también que ese perfil de bebedores ha introducido en sus preferencias “los vinos espumosos, donde los tintos no tienen presencia”. Y se podría seguir enumerando factores.
“Diferentes” son las causas que “se han unido para que la producción y el consumo del vino tinto esté en claro retroceso”, mientras que los “blancos, rosados y espumosos, están entrando con fuerza en los perfiles de los nuevos bebedores”.
Eso es algo que “genera incertidumbre ya que, cuando estos consumidores vayan aumentando en edad no se sabe si seguirán fieles a los perfiles de vinos que beben actualmente o si pegarán el salto a los vinos tintos”, advierte Sobrelías, y ahí hay un desafío muy interesante para el mercado de bebidas y las bodegas en particular.
Si embargo el análisis agrega: “Todo hace indicar” que eso no sucederá, y el alejamiento del tinto es un paso sin retorno para las nuevas generaciones. “Lo que parece hoy una caída en el consumo de vino tinto, puede convertirse en un drama que no tardará mucho en llegar”. Imagen de portada: antiguas pinturas y frescos muestran al pueblo egipcios trabajando la tierra con plantas de vid, la mayoría en forma de emparrados. Imagen tomada de internet.
El valor de las exportaciones mundiales de 2021 alcanza un récord de 34.300 millones de euros, 15,5% más que en 2020, compensando la caída de las exportaciones mundiales de vino sufrida en 2020 por causa del Covid-19.
En 2021 hubo una recuperación del consumo mundial de vinos tras la crisis sanitaria de 2020 y el auge del mercado del comercio internacional, que registró un récord más allá de lo esperado en volumen y en valor. Sin embargo, el escenario para 2022 se presenta incierto debido a las turbulencias que plantean la crisis de la cadena de suministro mundial, la guerra de Ucrania, las variantes de Covid-19 y el aumento de los precios de la energía, señaló la Organización internacional de la Vid y el Vino (OIV).
La superficie mundial de viñedo en 2021 se estima en 7,3 mha (millones de hectáreas) en 2021, lo que supone un muy ligero descenso respecto a 2020.
La producción mundial de vino, excluyendo el zumo y el mosto, en 2021 se estima en 260 mhl (millones de hectolitros), lo que supone un descenso de casi 3 mhl (-1%), en comparación con 2020.
El consumo mundial de vino en 2021 se estima en 236 millones de hectolitros, lo que supone un aumento de 2 millones de hectolitros (+0,7%) en comparación con el volumen de 2020.
Con un volumen de 111,6 mhl, el mayor volumen exportado jamás registrado en la historia, las exportaciones mundiales de vino en 2021 aumentaron un 4% respecto a 2020, y se impulsaron aún más en términos de valor, con 34.300 millones de euros, registrando un incremento anual del 16%.
PRIMERAS ESTIMACIONES: CAÍDA DE LA PRODUCCIÓN EN 2022.
Se prevé un descenso de la producción de vino para 2022 en el hemisferio sur. Esto no es necesariamente una mala noticia. El descenso se debe a los altísimos niveles de producción de vino registrados en 2021, y este año esperamos que las cosechas vuelvan a sus medias a largo plazo.
Con la excepción de Nueva Zelanda y Sudáfrica, se prevé que todos los demás países productores de vino del hemisferio sur vean disminuir sus niveles de producción en 2022.
2021: RECUPERACIÓN PARCIAL DE LA PANDEMIA DEL COVID-19 Y AUGE DE LAS VENTAS ONLINE.
En 2021, la pandemia no había terminado, pero el sector del vino en su conjunto ha demostrado ser más resistente que otros sectores.
Este éxito se debe en parte a la gran capacidad del sector para adoptar soluciones innovadoras y tecnológicas a las medidas de bloqueo, como el comercio electrónico.
2022: LAS INTERRUPCIONES DE LA CADENA DE SUMINISTRO MUNDIAL, LA INVASIÓN DE UCRANIA Y LA CRISIS ENERGÉTICA ANUNCIAN UN AÑO TURBULENTO.
La pandemia de Covid-19 ralentizó inicialmente la cadena de suministro mundial, ya que los fabricantes se vieron obligados a suspender sus operaciones hasta que se aplicaran medidas de seguridad. Las nuevas variantes del coronavirus y la falta de acceso a la vacuna, sobre todo en algunos países en vías de desarrollo, agravaron la recuperación de la producción mundial, incluso cuando las economías desarrolladas, como las de EE.UU. y la UE, conciliaron sus pautas de consumo.
La guerra en Ucrania ha provocado una serie de nuevos cuellos de botella en la cadena de suministro. Lo mismo ocurre con el resurgimiento de los casos de Covid en China, que ha provocado cierres temporales en algunas partes del país. Además, la guerra está ejerciendo una presión sin precedentes sobre el mercado mundial de la energía, que ya estaba experimentando una subida de precios en 2021. Además, las sanciones de la UE contra Rusia están ejerciendo más presión sobre el mercado.
Por lo tanto, una posible interrupción del comercio entre la UE y Rusia podría causar cierta preocupación, especialmente en Italia, Francia y España. A modo de recordatorio, Rusia es el décimo mayor importador de vino del mundo en 2021 (representando alrededor del 2% de las importaciones mundiales) y el octavo mayor mercado de vino en términos de valor de las ventas.
El nuevo reto en 2022 es ver cómo el sector se enfrentará a esta nueva situación, en la que probablemente habrá que reconsiderar los patrones de la cadena de suministro global y en la que los precios de la energía crearán una presión inflacionista sobre los consumidores.
OIV, 47 ESTADOS MIEMBROS, ENTRE ELLOS URUGUAY.
La OIV es un organismo intergubernamental de carácter científico y técnico de competencia reconocida en el ámbito de la viña, del vino, de las bebidas a base de vino, de las uvas de mesa, de las uvas pasas y de los demás productos derivados de la vid.
Está compuesta por 47 Estados miembros, entre ellos Uruguay.