La madera llegó a Uruguay y cambiará el paradigma en materia de construcción.

La madera llegó a Uruguay y cambiará el paradigma en materia de construcción.

La ventaja de la madera pasa por varios factores: tiempo de construcción, cuidado ambiental, incluso se han corregido mitos como su vulnerabilidad al fuego.

Matías Abergo, presidente de Arboreal, figuraba en el programa inicial para exponer en Desayuno Forestal que se realizó el miércoles 16, evento organizado por la Sociedad de Productores Forestales. Pero Abergo no pudo participar, en su lugar lo hizo la gerenta de la empresa, sin embargo, y con el fin de recabar su palabra, fue entrevistado por el programa Diario Forestal (radio Rural), donde expresó cómo comienza su vínculo con la madera, las ventajas de ese tipo de construcción y los proyectos que tiene en carpeta.

Ese inicio se vincula al “rubro construcción y la necesidad de encontrar distintos sistemas constructivos, y en esa búsqueda de la que veníamos desde la construcción tradicional fue que descubrimos la madera”, expresó.

“El inicio fue con un sistema suizo con bloques de madera llamados steko” y aunque se hicieron algunas casas y los proyectos quedaban bien, “no cumplían con las cosas que nosotros queríamos generar” por lo que “seguimos investigando y descubrimos el mundo del Mass Timber que es una familia de productos de madera”, entre ellos CLT que es la madera contralaminada que se utiliza para muros y entrepisos, y glulam que se usa para columnas y vigas.

La tecnología se tarjo a Uruguay desde Europa e “implementamos el primer proyecto en 2018, una posada de 2.000 metros cuadrados, algunos edificios de 3 pisos, otros de 2, construyéndolo en menos de siete meses”, contó.

“En ese interín, también descubrimos la implicancia de la construcción con el cambio climático”, añadió. La construcción tradicional “es responsable del 40% de las emisiones de dióxido de carbono en el mundo y a medida que íbamos investigando también nos íbamos comprometiendo con el cambio climático”.

Por sus calidades, “cada metro cúbico de madera se absorbe 1 tonelada de CO2”, por lo tanto “si cortamos ese árbol y hacemos casas y edificios, no solamente estamos retirando cemento y acero que son los mayores contribuyentes de las emisiones de dióxido de carbono en el mundo, sino que ese producto termina siendo un contenedor de carbono”.

De esa forma, “analizando las necesidades habitacionales y la necesidad de dar valor agregado a la materia prima de Uruguay, fue que decidimos seguir adelante e hicimos otro hotel en José Ignacio, un barrio privado en Manantiales, una casa en Montevideo”.

A su vez, se pasó a integrar verticalmente dando un salto en la ampliación de la producción que permitirá “poder construir edificios de madera hasta 18 pisos con los recursos naturales del país”.

LA RESPUESTA DE URUGUAY.

Introducir esa tecnología en Uruguay recibió respuestas dispares, algunas de ellas motivadas por el desconocimiento, pero en el proceso de fomentar la madera “hemos logrado cambiar bastante algunas opiniones. Es un trabajo que va a llevar un montón de tiempo”.

De todas formas “hoy tenemos en carpeta muchos más proyectos de los que creíamos que podíamos tener”, porque “la repercusión comercial ha sido muy buena, a pesar de lo que se puede creer sobre el paradigma de la construcción, que yo lo tuve hace unos años pensando que la madera era un producto de baja calidad, que se prende fuego, que la comen las termitas y esas cosas”, expresó.

Señaló que el Congreso de Intendentes acaba de introducir “cambio normativo muy importante en el cual se resuelven las barreras normativas” que dificultan en desarrollo de la construcción en madera, lo cual es muy bueno considerando que Uruguay tiene 19 departamentos y cada un con su normativa para la construcción.

Por otra parte, Abergo destacó que desde el Gobierno se han “abierto las puertas a la madera, y ha dicho que la madera es de interés; también en el mercado privado y quienes tienen interés en desarrollar proyectos verdes” ven esta tecnología de buena manera.

Por lo tanto “estamos en un momento muy positivo para implementar un proyecto de estas características en nuestro país”.

VENTAJAS DE LA MADERA ANTE LA CONSTRUCCIÓN TRADICIONAL.

Estos sistemas a base de madera “permiten desarrollar una pared de 12 metros de largo por 3 de altura, en la cual un robot hace los cortes de forma milimétrica, por lo cual, si se quiere hacer un montaje cuando se llega al lugar no se tienen que hacer cortes ni nada”.

Otra ventaja es “la velocidad de montaje”, y “cuanto más grande es el proyecto esa velocidad es mayor”. O sea que un edificio de 14 pisos que con el sistema tradicional se hace en dos años y medio o tres años, en madera lleva menos de un año”.

Por tanto “hay un tema de competitividad, de velocidad de construcción, y de elementos menos contaminantes”. De todas formas “la construcción tradicional va a seguir funcionando como tal”, agregó.

EN CARPETA UNO DE LOS PROYECTOS POR UNIDADES HABITACIONALES MÁS GRANDES DEL MUNDO.

De los proyectos que Arboreal tiene en carpeta, Abergo mencionó que en Canelones hay una iniciativa que “quizá sea de los proyectos por unidades habitacionales más grandes del mundo”, sobre el cual habrá información más concreta a corto plazo.

“También hay colegios, edificios de oficinas, propiedades horizontales de 6 u 8 pisos, casas, es muy variado el programa”.

GENERANDO VALOR: LA VENTA DE PROYECTOS ARQUITECTÓNICOS.

Actualmente Arboreal exporta el 99,5% de sus productos, producimos 260.000 metros cúbicos de madera, exportamos unos 400 contenedores por mes a Asia, Europa y Norteamérica.

“Lo que hacemos es cortamos los árboles, se aserra, se secan las tablas y cuando están en un 10% de humedad esas tablas se clasifican y exportan. Ahora lo que queremos hacer es dar un paso más: dejar de vender tablas y empezar a vender proyectos arquitectónicos, edificios de oficina, familiares, casa, etc.”, finalizó.

ENTREVISTA COMPLETA, DE HORACIO JAUME A MATÍAS ABERGO.    

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