Más vale prevenir que lamentar.

Más vale prevenir que lamentar.

Una excelente herramienta de control de las enfermedades, tanto para los humanos como para los animales, han resultado ser las vacunas.

Juan Salles* | Canelones | Todo El Campo | Evidentemente los nuevos tiempos traen cosas nuevas en las actividades y relaciones humanas, tales como los avances tecnológicos, la globalización.

Desde el punto de vista tecnológico, en base a la adquisición de nuevos conocimientos, se desarrollan y aplican nuevas tecnologías (herramientas e instrumentos).

Cuando intentamos analizar la globalización, observamos que además de una mayor integración comercial entre los diferentes países, hay también un mayor desplazamiento de personas y transferencia de conocimientos y tecnologías.

Si bien hay muchas actividades y metodologías que, a través de los años pueden haber cambiado, hay conceptos básicos, tan viejos como el agujero del mate, que ¡no cambian!

En ese sentido, me refiero al tema enfermedades de los animales, particularmente a los que maneja el hombre como instrumento para producir alimentos, abrigo o desarrollar actividades deportivas, etc.

Es sabido que algunas enfermedades las podremos eliminar y otras controlar. En el caso del control, podemos convivir con el agente patógeno, reduciendo su presencia, su virulencia, y/o dotando al animal susceptible de herramientas para evitar que el “bicho malo” (bacteria, virus, parasito), no lo afecte: no produzca muerte y/o disminución de su actividad productiva, y si es un pingo, que tenga un buen rendimiento.

Por otra parte, parecería que la globalización nos está llevando a que todos tengamos que convivir con los mismos bichos (si no es exactamente el mismo, será un pariente cercano).

Dado que eliminar un agente infeccioso puede resultar, por diferentes razones, muy difícil/costoso, tenemos que asumir que en muchas circunstancias tendremos que “convivir con el enemigo”, controlándolo para que no se pase de la raya.

Una excelente herramienta de control de las enfermedades, tanto para los humanos como para los animales, han resultado ser las vacunas.

La historia, nos muestra como grandes pandemias se pudieron controlar – y en algún caso, erradicar (viruela, etc) – con la aplicación de las vacunas.

Nuestro país, no es una excepción.

En los animales tenemos claros ejemplos como la brucelosis (cuando se deja de vacunar comienzan “los problemas”), la fiebre aftosa, etc.

Un ejemplo de ello es la fiebre aftosa. Actualmente, Uruguay si bien no integra la primitiva denominación de país libre de fiebre aftosa por el hecho de estar vacunando desde hace muchos años y ser prolijitos (creíbles), nos reconocen como un país libre de fiebre aftosa con vacunación y actualmente ¡nos sobran compradores!

En humanos, tenemos el reciente ejemplo del Covid 19.

Primera conclusión: las vacunas son un excelente instrumento -utilizadas en forma conjunta con otras herramientas- para controlar diversas enfermedades (humanas y animales).

Corresponde señalar que como las enfermedades pueden ser distintas, sus estrategias de manejo (control, eliminación del agente patógeno, etc.) también pueden variar.

Hoy, nuestro sector avícola, enfrenta un nuevo desafío sanitario:  la gripe aviar. Si bien es una enfermedad zoonótica, hasta le fecha no hay información sobre un gran impacto en la salud humana.

En el caso de la gripe aviar, además de la variedad/patogenicidad de las diferentes cepas de virus actuantes, la ausencia, aun, de vacunas con probada eficacia, lleva a que esta herramienta, en caso de ser aplicada, deba ser incluida dentro de un paquete integrado de control.

Por otra parte, al diseñar una estrategia del manejo de la enfermedad, hay que tener en cuenta las repercusiones económicas – comercialización del producto en el exterior, etc.- tanto a corto, mediano o largo plazo.

Es bien sabido que la globalización del comercio, también lleva a que se globalicen muchas barreras: económicas, sanitarias, económico-sanitarias, etc.

Y los façoneros, ¿qué que papel jugamos en todo este lio de: 1) comercio de los productos avícolas; 2) vacunas; 3) virus; 4) bioseguridad?

Veamos.

Los façoneros, aunque estemos en el último lugar del eslabón de la cadena de producción de carne de pollo, somos los que estamos en la primera línea de lucha en la prevención de que el virus ingrese a las granjas.

Para enaltecer ese estratégico primer lugar que ocupamos en la lucha, debemos asumir que de la misma forma que tenemos derechos, también tenemos deberes.

Uno de los deberes fundamentales que tenemos en la cría de los pollos que mantenemos en nuestras granjas, es colaborar en la aplicación de buenas prácticas de producción (bienestar, bioseguridad).

Evidentemente que, para poder dar cumplimiento a las normativas sobre bioseguridad, los productores tenemos que conocerlas, capacitarnos, entrenarnos.

Desde hace muchos años a los façoneros, en forma reiterada, se nos han brindado charlas, conferencias, enviados comunicados, nos han visitados técnicos extranjeros, se han elaborado manuales, etc, sobre normas de buenas prácticas de producción.

Obviamente que para instrumentar alguna nueva medida de manejo y/o mejorar otras que ya venimos aplicando, se requiere, además de algunas inversiones (digo inversiones, no gastos), que las comprendamos (aptitud) y que las apliquemos (actitud).

En temas de manejo ambiental -bioseguridad, contaminación, etc.- desde hace muchos años se manejan dos premisas básicas: educación y sanción. Al grupo integrado niños/adolescentes se los educa, al grupo de los adultos se los educa y se los sanciona.

Creo que nosotros, los façoneros, claramente integramos el grupo de los adultos.

Segunda conclusión: la mayoría de los façoneros disponemos de información básica, sobre las diversas medidas de bioseguridad que se deben aplicar en las granjas. Conocemos las normas (el que) y las herramientas a utilizar (el cómo).

Regresando a los 4 puntos señalados anteriormente: 1) comercio de los productos avícolas; 2) vacunas; 3) virus; 4) bioseguridad -aunque los façoneros poco podemos incidir en los puntos 1, 2 y 3, manejamos totalmente el punto N°4: somos la llave de paso para que SI ingrese o NO el virus a las granjas de producción avícola.

Otros actores del sector avícola, relacionado al tema gripe aviar, entre otras propuestas sugiere la creación de una entidad similar al Grupo Asesor un Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) para enriquecer el conocimiento y seguir la evolución de la epidemia global, asesorando a los actores públicos y privados.

Referente a esta propuesta, aunque tengo mi opinión, en esta instancia, solo recordare los dichos: “el que mucho abarca poco aprieta” y “primero es lo primero”.

Resumiendo: 1) Existen herramientas -no infalibles – para dificultar el ingreso del virus a las granjas.

2) Los façoneros sabemos lo que tenemos que hacer, que herramientas utilizar y cómo hacerlo.

3) Somos los principales actores en lucha contra la gripe aviar.

4) Seremos los primeros perjudicados si el virus ingresa a nuestras granjas.

(*) EL AUTOR: Juan Salles es veterinario jubilado, socio de AFPU | Foto iStock.

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