Las energías renovables mitigaron los efectos de la sequía en la generación hidroeléctrica.
En cuanto a Uruguay, SEG destacó que “es el país de la región con mayor participación de las energías renovables no convencionales, en los últimos diez años”, con una participación que saltó del “6% al 46%, con un pico de 59% en 2020”.
“Las energías renovables no convencionales (ERNC) han mostrado un crecimiento destacado en la última década en la región. En Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, la producción de eólica, solar, geotérmica, biomasa y biogás pasó de 4,6 TWh en 2012 a 194,4 TWh en 2021, multiplicándose 42 veces y pasando de representar el 0,7% de toda la generación regional al 23,1% (excluido Paraguay por falta de datos), informó SEG Ingeniería en su último reporte. Agrega que esa “fuerte expansión ha mitigado los efectos de la intensa caída en la generación hidroeléctrica debido a la sequía que afectó a la región en 2021”.
La producción hidroeléctrica es la principal fuente de Uruguay y Brasil. “Uruguay fue el país en donde la participación de las renovables mostró la pérdida más importante, respecto al quinquenio inmediato anterior” con una caída de generación del 97% al 83% en 2021.
En Brasil “la producción renovable cayó del 80% al 76%”.
Para Argentina, la hidroeléctrica representa la segunda fuente de importancia luego de la térmica, allí “la participación renovable también fue menor. Mientras entre 2016 y 2020 las renovables representaron el 31% de la matriz, en 2021 fue el 29%”.
En cuanto a Chile “la situación es diferente, a pesar de la caída del 20% en la hidro, la participación de renovables en la matriz creció respecto al quinquenio anterior, del 40% al 43%. El crecimiento de las ERNC explica este resultado en el país del Pacífico”.
Entre 2012 y 2021 “Chile mostró un aumento de la penetración de renovables no convencionales del 0,8% al 23% en la producción eléctrica”. En 2021 el país andino “observó un hito importante con la puesta en marcha de la primera planta termosolar de América Latina de 110 MW de potencia denominada Cerro Dominador”.
En Brasil, “en la última década, la participación de las ERNC pasó del 0,6% al 13%”; y en Argentina se observa, desde 2019, “un aumento de la participación de las ERNC. Hasta ese año la penetración de las no convencionales que promediaba 0,7%, en 2019 saltó a 4,8% para llegar a 2021 con un récord de 11,5%. Este fenómeno está asociado a las licitaciones ‘RenovAr’”.
A su vez, “Paraguay presenta una matriz de generación eléctrica casi 100% renovable, siendo la de mayor participación en la región”, pero “la penetración de las ERNC es muy menor, constituida por bioenergía que representa apenas el 1,8% de la producción eléctrica, con 22 MW de capacidad instalada frente a los 8.810 MW de hidráulica”.
URUGUAY.
En cuanto a Uruguay, SEG destacó que “es el país de la región con mayor participación de las ERNC, en los últimos diez años”, con una participación que saltó del “6% al 46%, con un pico de 59% en 2020”.
“La matriz eléctrica uruguaya en 2020 se componía de 3.735 MW de potencia instalada renovable, siendo el único país del Cono Sur con mayoría de ERNC con el 59%. La capacidad instalada de estas fuentes se reparte entre la eólica con 1.514 MW instalados, las bioenergías con 425 MW (incluye la potencia propia de las plantas de celulosa) y la solar con 258 MW, totalizando unos 2.197 MW de ERNC, 8 veces la potencia existente en 2012”.
El informe concluye que con una coyuntura “de baja generación hidráulica como la de 2021, estas fuentes se destacaron atenuando los profundos impactos de la sequía que afectó a la región, alcanzando récords de participación y producción de energía”.
Foto de portada: paneles solares de Cerro Dominador (Chile) @CerroDominador