Se achica la diferencia con Argentina, pero seguimos siendo caros.
El problema de Uruguay parece ser que hemos asumido ser caros, y nos cuesta tomar la decisión de cambiar eso, que es malo en todos los sentidos.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | “Con lo que sale un jean en Uruguay, en Argentina me compro cinco”, dijo el año pasado un ciudadano uruguayo cuando la diferencia cambiaria alcanzó su máximo con una brecha que dejaba a nuestro país en una posición imposible. Por muchos meses los uruguayos viajaron a hacer compras a Argentina, y el número de argentinos que venía hacia aquí era muy escaso, estábamos muy caros para ellos, y era verdad.
El cambio de Gobierno, la salida del Alberto Fernández y Sergio Massa, la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada y de Luis Caputo al Ministerio de Economía, cambió la realidad argentina que se encareció por las medidas tomadas y los uruguayos comenzaron a ir mucho menos, lo que repercutió positivamente en los comercios de nuestro país, especialmente los de las fronteras.
En Salto, las ventas de comercios minoristas mejoraron en un 20%, lo cual es un indicador clave si consideramos que se trata de un departamento extremadamente expuesto a la variación cambiaria con Argentina, y si los números dan hay quienes cruzan desde Uruguay para hacer compras, comer, comprar combustible, ir al dentista e inclusive a la peluquería.
El Observatorio Económico de la Universidad Católica del Uruguay (UCU) Salto informó que el Indicador de Precios Fronterizos (IPF) logró, en enero, la brecha más baja desde 2019. Ese año fue de 43,1%, luego se mantuvo por encima del 100% alcanzado un máximo en setiembre de 2023 del 180,2%, cayendo en enero de 2024 al 97,4%.
Hay que dejar en claro que la baja que se observa en el gráfico anterior es un buen dato, pero de todas maneras seguimos estando más caros en un 97%, lejos de aquel 5,3% de octubre de 2017, y mucho más lejos de tener el cambio a nuestro favor para que sean los argentinos los que vengan aquí a hacer sus compras y dejar sus dólares.
Otro indicador importante es el turístico. Al parecer, según los primeros informes, en la Semana de Carnaval, los cuales deberán ser confirmados en los próximos días con datos oficiales, hubo turismo interno y muchos visitantes brasileños, pero los que vienen de otro país siguen expresando que somos un país caro.
El problema de Uruguay parece ser que hemos asumido ser caros, y nos cuesta tomar la decisión de cambiar eso, que es malo en todos los sentidos.
DESPUÉS DE 12 AÑOS, SUPERÁVIT FINANCIERO.
Sobre Argentina hay que decir que por primera vez desde 2012, en diciembre de 2023 logró superávit financiero en diciembre de 2023. Una racha de años consecutivos con resultados adversos que se quiebran por fin.
Con los recortes aplicados para ahorrar y una recaudación tributaria que creció 256,9%, diciembre de 2023, el primer mes completo de la administración Milei, cambió la pisada negativa de más de una década.
EN ARGENTINA SE DA UN EFECTO CONTRARIO.
En otro orden, en las provincias del norte argentino (Jujuy y Mendoza) se da la salida de ciudadanos hacia los países limítrofes porque su país se ha encarecido y les conviene más comprar en Bolivia o Paraguay.
En Bolivia se observa la llegada de argentinos a la ciudad de Yacuiba a través de la ruta 34 y cruzando el puente Salvador Mazza; en Paraguay, la beneficiada es la ciudad de Encarnación (vecina de Posadas al otro lado del río Paraná).
Como los hacían los uruguayos, aun hoy pero en menor medida, los argentinos del norte cruzan hacia sus países vecinos “en masa a comprar material escolar, mochilas, zapatos y uniformes, donde todos los artículos se pueden adquirir por un precio significativamente inferior”; también adquieren “arroz y azúcar” porque la diferencia de precios es importante, informó Merco Press.
Foto de portada: Puentes (puentesabroad.com)