La Cámara de la Industria dijo que la federación de trabajadores toma de “rehenes” a empresas que no participan del conflicto.

La Cámara de la Industria dijo que la federación de trabajadores toma de “rehenes” a empresas que no participan del conflicto.

La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) está “realizando medidas de fuerza que consideramos injustas y desproporcionadas” debido a la “situación conflictiva de una empresa láctea”.

Montevideo | Todo El Campo | La Cámara de la Industria Láctea del Uruguay (CILU) expresó que la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea toma de “rehenes” a las empresas que están por fuera del conflicto y que “no participan de las decisiones” que generaron la situación adversa.

En un comunicado con fecha 11 de diciembre, dirigido “a la población” CILU expresa que la cadena láctea nacional “viene de años muy difíciles” por haber sufrido “la mayor sequía de la historia en 2023, el exceso de lluvias en 2024 y una drástica reducción de los precios internacionales en 2023”, situación que “se viene revertiendo parcialmente”, a pesar de lo cual “ha dejado huellas financieras complejas y muchos productores abandonando la actividad”.

Con esa situación de fondo, la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) está “realizando medidas de fuerza que consideramos injustas y desproporcionadas” debido a la “situación conflictiva de una empresa láctea”.

El comunicado no nombra las empresas “en conflictos”, pero se trata de Coleme y Calcar.

PUNTUALIZACIONES.

Respecto a la “situación conflictiva”, CILU realizó algunas puntualizaciones.

  • La empresa láctea en conflicto no pertenece a CILU.
  • Las medidas sindicales son injustificadas y perjudiciales para el sector industrial lácteo que es ajeno al conflicto, para los productores, para los trabajadores, para los distribuidores y consumidores en general.
  • No se puede trabajar normalmente en las empresas totalmente ajenas al conflicto.
  • CILU está atenta para asegurar la provisión de leche y lácteos en todo el país.
  • CILU respeta y respetará siempre los mecanismos de prevención de conflictos y exigirá que los mismos sean cumplidos.
  • Es injusto poner de rehenes y generar importantes pérdidas a quienes no participan de las decisiones del conflicto.

Finaliza expresando: “Lamamos a la reflexión de todos sobre el contexto del sector, a cuidar la producción nacional, a cumplir con los acuerdos firmados de forma de defender la sustentabilidad del sector”.

Frigorífico de Durazno en situación difícil, la empresa busca bajar los sueldos en más del 30%

Frigorífico de Durazno en situación difícil, la empresa busca bajar los sueldos en más del 30%

La empresa quiere equiparar los sueldos con el de sus otras plantas en el país; y desde el sindicato se subraya que tiene buena relación con la empresa, pero que cualquier negociación no debe significar una rebaja salarial.

Durazno | Todo El Campo | El frigorífico Minerva del departamento de Durazno (ex BPU) se encuentra atravesando una situación complicada desde el punto de vista del relacionamiento entre la empresa y el sindicato de trabajadores.

La situación se debe a lo que ganan los trabajadores de esta planta. Cuando Minerva se hace cargo de la misma se comprometió a respetar la plantilla laboral y los sueldos, pero hay una gran diferencia entre lo que Minerva paga en el resto de sus plantas (Canelones, Carrasco y el PUL) con la de Durazno, pues ésta escapa al lineamiento de los parámetros salariales.

Hace 30 días la empresa planteó esa problemática a los trabajadores con un proceso de negociación.

La empresa dice que hay unos 13 o 14 convenios diferentes según el área de producción, lo que hace muy difícil las liquidaciones porque hay muchos beneficios parciales logrados por los diferentes sectores. Minerva pretende que haya un convenio general que se adapte a cómo funciona en las otras plantas.

Asimismo, hay un tema de salario porque según los trabajadores Minerva propone bajarlos en las distintas categorías y en algunos casos en más de un 30%.

El sindicato respondió que los trabajadores no aceptan la rebaja salarial y aspiran a continuar ganando lo mismo, y si se hacen adaptaciones al convenio, que eso no signifique ganar menos. Por ejemplo, el empleado que ahora gana cien, cuando se haga el nuevo convenio que quiere la empresa, el pago siga siendo cien.

Los salarios del frigorífico van de entre $ 52.000 a $ 180.000, según datos aportados por la empresa, montos que generan diferencias notorias frente a igual actividad de otro trabajador en otras plantas frigoríficas. Por eso Minerva quiere hacer una adaptación.

El problema es sencillo de entender, pero es muy difícil de asumir por parte de los trabajadores que por determinada función recibe una retribución y que de un día para el otro sufra una baja de casi el 40%.

Por otra parte hay trabajadores en el seguro de paro que están esperando a ser llamados y eso no ocurrirá hasta que haya un acuerdo, según lo manejado por las partes. Ese acuerdo está lejos de concretarse porque los trabajadores ponen como única condición no perder salario.

En ese contexto Minerva Durazno lleva más de un mes sin faenar y la hacienda que compra se distribuye a las plangas de Canelones, Carrasco y PUL.

Para agravar el panorama en la ciudad de Durazno se percibe una pequeña recesión económica, y algunos la explican a esa falta de dinero porque los trabajadores suman unos 400 y la mayoría son Durazno, con buenos sueldos.

Hasta el momento la empresa no ha hecho declaraciones, pero desde Minerva se ha señalado que se trata de un proceso de reorganización, el que se informará cuando culmine.

Informe de Álvaro Aguiar en el programa Diario Rural de CX4 Rural.

AUDIO, INFORME COMPLETO.

Trabajadores de la industria láctea comienzan dar forma a la amenaza de afectar las exportaciones.

Trabajadores de la industria láctea comienzan dar forma a la amenaza de afectar las exportaciones.

Dirigente sindical anunció coordinación con otros sectores para “generar retrasos a las exportaciones”.

Hébert Dell’Onte | Los trabajadores de la industria láctea pasarían a cumplir su amenaza de comenzar a trancar las exportaciones con el único fin de poner más presión en un conflicto que parece no tener fin.

El último informe de Uruguay XXI sobre las exportaciones indica que el sector lácteo representó para el país, en el período de enero a junio, ingresos por US$ 403 millones. Los números hablan por sí mismos del daño que se causaría a todos el Uruguay.

Enrique Méndez, dirigente de la Federación de Trabajadores de la Industria Lácteo dijo que el sector lleva 18 meses de pérdida salarial sin avances de ningún tipo y el Consejo de Salarios vencido.

Anunció que los sindicatos están “conformando una coordinación” para, si no se revierte el escenario, comenzar a tomar “medidas de carácter sorpresivas, pero de forma distinta a como se venían realizando previamente”. Agregó que se están coordinando acciones con el sector transporte de carga, el cual “está vinculado con las exportaciones”.

Advirtió que “estamos coordinando con compañeros del Sunca (Sindicato Único de la Construcción y Afines) y de Untmra (Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines) vinculados a los montajes y las construcciones que en este período se vienen desarrollando de forma millonaria dentro de la industria láctea”.

Por tanto, el dirigente sindical no descarta la coordinación con otras áreas de actividad para afectar las exportaciones y detener tareas (inversiones) que se están llevando a cabo en el sector lácteo.

“El Plenario de nuestra Federación el viernes (1° de julio) encomendó a los diferentes sindicatos a que las medidas que desarrollemos en el proceso de aquí en más y hacia nuestra Asamblea General, que es el próximo 14 de julio, sean acompañadas por definiciones que puedan generar retrasos en las exportaciones”, dijo.

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