Internos de la cárcel de Durazno llevan adelante un emprendimiento de producción de miel.
Desde 2021, en la Unidad N° 18 funciona un proyecto de producción de miel y derivados en el que actualmente participan ochenta personas privadas de libertad. Parte de lo producido es donado para las canastas del Mides.
Durazno | Internos de la cárcel de Durazno producen miel en un proyecto incluye un club de ciencias conformado por internos y denominado Los cardos también florecen, que obtuvo una mención especial Unesco durante la edición número 35 de la Feria Nacional de Clubes de Ciencia organizada por el Ministerio de Educación y Cultura en 2021.
Jesús Geréz, subdirector técnico de la Unidad N° 18 dijo que ese reconocimiento de Unesco los “motivó a seguir soñando y a empezar a creer que podíamos implementar dentro del centro penitenciario una industria apícola donde aparte de producir miel y polen también podíamos trabajar con los derivados de la miel, de la cera”.
“Podemos trabajar también en lo que es carpintería apícola, capacitando a los privados de libertad”, agregó. “En primera instancia, en busca de darles la formación necesaria para que el día después puedan tener las herramientas para reinsertarse laboralmente en este rubro”, explicó.
Además de la formación que implica el emprendimiento, el proyecto brinda al establecimiento carcelario la posibilidad de interactuar con la sociedad a través de las donaciones de miel que realizan y de las visitas de escuelas de la zona.
“Pretendemos devolverle a la sociedad un poco del daño causado, por eso es que una parte de la producción va como destino a las familias carenciadas, aquellos que reciben canastas del Mides (Ministerio de Desarrollo Social)”.
“Por intermedio del Mides llegamos a esas familias con miel que se elabora dentro de la Unidad y que nos permite mostrar un poco del trabajo que tenemos acá adentro y también acercarnos a la comunidad desde otro lugar”, destacó Geréz.