Argentina anunció la licitación del canal Magdalena, se abre un nuevo desafío para la política portuaria nacional.
El presidente argentino dijo que con el Magdalena su país gana en soberanía y avanza en competitividad. En respuesta, es importante que el puerto de Montevideo se convierta definitivamente en un centro logístico regional.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Todo El Campo | El jueves 20 de abril el Gobierno argentino anunció la licitación del canal Magdalena, un hecho que en Uruguay no tomó la consideración noticiosa que el caso se merece, casi no fue mencionado por la prensa nacional y si se publicó en alguna parte pasó inadvertido. Como si no hubiera existido.
Quienes no tienen duda de esa importancia son los argentinos, en especial sus gobernantes, y dieron cuenta de eso cuando la semana pasada hicieron el anuncio en un acto encabezado por el presidente Alberto Fernández junto al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof; los ministros de Transporte, Diego Giuliano, y de Defensa, Jorge Taiana; la secretaria de Gestión de Transporte, Jimena López; y los intendentes de Ensenada, Mario Secco, y de Berisso, Fabián Cagliardi. Tanta autoridad junta es una forma de marcar jerarquía.
Es que dragar el canal Magdalena, además de ser una importante inversión que genera mano de obra, es un acto de soberanía. Así lo han expresado Fernández como sus ministros, y ciertamente lo es, porque los puertos argentinos dejarían de depender de Uruguay.
Cuando el dragado se complete Argentina habrá mejorado sus condiciones marítimas, por esa razón desde el Gobierno de Fernández se ha dicho que es imprescindible avanzar y corregir el nivel de profundidad que actualmente tiene el canal, para que los buques pueden acceder a los puertos fluviales de los ríos De la Plata, Paraná y Uruguay a través de la infraestructura argentina.
Actualmente, si un buque pretende ingresar a puertos fluviales argentinos a través del Río de la Plata, debe esperar en una zona ubicada en aguas de uso común con Uruguay. Un canal adecuado para las exigencias marítimas contemporáneas significa reducir costos logísticos, además de que Argentina podrá reabastecer y ofrecer los servicios que hoy brinda Uruguay.
José María Lojo, presidente de puerto La Plata, dijo el martes 25 que actualmente los buques que pasan para Uruguay para entrar a los puertos argentinos dejan en Montevideo, la suma de US$ 150 millones anuales. Eso ya no será así.
Agregó que gracias al canal Magdalena “los productos que se exporten desde Argentina van a ser más competitivos, y las importaciones van a ser más económicas”.
En el acto de lanzamiento de la licitación, Fernández hizo hincapié en “la trascendencia que tiene hoy la navegabilidad en el mundo” y la necesidad de “viabilizar caminos navegables, ríos, mares, para poder transportar la producción que va de un hemisferio al otro, del este al oeste, y que hacen a la construcción de la economía de un país y al desarrollo de una sociedad”.
El ministro de Transporte, Diego Giuliano, enfatizó que la licitación es el inicio de “la construcción de una obra emblemática de Argentina que tiene que ver con el ingreso y egreso soberano a las aguas del océano Atlántico, que se planificó en el 2013” y que hoy se retoma, aplicando “nuestro concepto de una vía navegable amplia, que también conecta a través del canal Magdalena a los puertos marítimos del sur, de la provincia de Buenos Aires y de la Patagonia Argentina”. “Queremos una Argentina grande”, definió.
“Quienes todavía enfrentan los puertos fluviales y marítimos, no comprenden el beneficio de la multimodalidad del transporte y la expansión regional, y por eso el Ministerio de Transporte ratifica su posición de la gestión nacional de la vía navegable troncal amplia y desarrollada, que conecta producción y trabajo en nuestro país”, concluyó Giuliano.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Ángel Kicillof, defendió la obra porque “va a reducir las demoras, que va a significar un canal más ancho, más barato y por lo tanto también que nos va a traer ganancias en competitividad. El canal Magdalena es nuestra puerta de acceso a un futuro mejor y a una historia más grande”.
EL IMPACTO EN EL PUERTO DE MONTEVIDEO.
La obra, tan positiva para Argentina, también debe ser mirada desde Uruguay y comprender qué significa para nuestro país.
En primer lugar, lo ya dicho por Lojo: Uruguay dejará de recibir US$ 150 millones anuales, y se perderán fuentes de trabajo por los servicios que ya no se prestarán.
Además, implicaría dejar de usar canal Punta Indio ubicado del lado uruguayo, con el detalle no menor de que su mantenimiento dependerá únicamente de Uruguay
Por eso y ante ese escenario, es importante que el puerto de Montevideo se convierta definitivamente en un centro logístico regional, y para eso tiene que seguir siendo un activo protagonista.
Hace unos meses, el subsecretario de Transporte y Obras Públicas, Juan José Olaizola, manifestó que el Punta Indio “es fundamental para los intereses portuarios nacionales y existe voluntad de asumir el costo del dragado si las circunstancia así lo determinan”. Parecería que así será, aunque hay quienes creen que Argentina no abandonará Punta Indio. El tiempo dirá, pero hay que estar atentos.