Regar hace la diferencia, testimonio de Arnaldo Sibille de Colonia.
“La zafra de durazno fue muy buena, tuvimos buen tamaño, buena sanidad y eso fue gracias al agua”.
Colonia | Todo El Campo | En Colonia Valdense, se encuentra el establecimiento fruticultor familiar de la familia Sibille, que trabaja con duraznos, membrillo y manzanas. Como todos los productores del país, este año enfrentó la falta de precipitaciones con el diferencial de contar con un sistema de riego por goteo. Marcelo Armand Ugón, corresponsal del programa Diario Rural (radio Rural) en Colonia realizó un informe en el cual el productor explica cómo enfrentó el desafío de la sequía.
Arnaldo Sibille comentó que en el establecimiento la producción principal es la fruticultura, pero con diversificación, sin embargo en “este año que fue muy particular” el mejor resultado se obtuvo de la fruta gracias al riego.
“Tenemos 15 hectáreas de durazneros, 5 de membrillo y 3 de manzana, lo que se mantuvo con riego por goteo que funcionó toda la temporada porque no tuvimos aporte de lluvias”, y aquellos rubros por fuera de la fruticultura y que no tienen riego, “como ganado, forraje, zapallo” no lograron resultados. “Achicamos el ganado hasta ajustarlo a lo que se pudo mantener y los cultivos se perdieron de forma total”, contó.
En duraznos “gracias al riego pasamos la zafra que va de noviembre a febrero, hace un mes terminamos la cosecha que fue buena porque regamos como nunca, incluso después de cosechar para mantener las plantas para la próxima producción”, señaló.
RIEGO.
El riego que aplica la familia Sibille se sustenta en tres pozos semisurgentes para las más de 20 hectáreas de fruticultura, durante 18 horas por día, con un estimado de 35.000 litros por hora entre los tres pozos.
Como no hubo lluvias “este año se debió regar desde mitad de setiembre hasta ahora”, pero precisó que los 30mm de las últimas precipitaciones más la entrada del otoño, “en los durazneros podremos disminuir el agua”.
No ocurre así con los membrillos, fruta en la “que estamos en zafra con un 20% de cosecha, y hay que darle agua para obtener tamaño”. Luego “queda la manzana a la cual hay que regar hasta mayo”, si continúa la sequía.
Consultado si es redituable regar, el productor dijo que en el riego es donde está la diferencia: “La zafra de durazno fue muy buena, tuvimos buen tamaño, buena sanidad y eso fue gracias al agua. Y frente a los que no pueden regar este año no se notó un gran aumento de precios pero sí una agilidad en la venta durante toda la zafra con un número bastante aceptable”. Además regar hace la diferencia también hacia el futuro: “Va a repercutir en los años que vienen porque quienes no pudieron regar tendrán las plantas muy sentidas para las próximas producciones”, concluyó.