En España advierten sobre un “discurso anticarne” en los libros escolares y liceales.

En España advierten sobre un “discurso anticarne” en los libros escolares y liceales.

Se transmite el concepto de que comer carne o tomar leche “es totalmente dañino para el planeta”, sin referir a los esfuerzos de la cadena cárnica para reducir los gases de efecto invernadero o mejorar el bienestar animal.

Madrid, España | Todo El Campo | En setiembre comenzaron las clases primarias y secundarias para los jóvenes estudiantes españoles, y con ellas “han vuelto a ser numerosas las denuncias de padres, profesores e incluso centros educativos sobre el adoctrinamiento percibido en multitud de asuntos a través de sus libros de texto”, escribió el periodista Jorge Cocero en una nota publicada por Cárnica, un sitio web de comunicación especializada en sectores profesionales incluyendo la carne.

Entre ese abanico de quejas están las vinculadas al sector alimenticio, particularmente “contra de la carne” y “promoviendo dietas veganas, textos que criminalizan a la industria cárnica en su conjunto y que ponen en el foco a los ganaderos como una de las actividades más contaminantes”.

Asumir esa posición militante anticarne y fuera de todo sustento científico pone a los niños ante posturas de manipulación, sobre todo considerando que “los libros de texto desempeñan un papel fundamental en la educación” e “influyen en su comprensión del mundo y la sociedad”.

Todo eso “me parece de una gravedad inmensa” en cuanto estamos ante “un medio para manipular con perspectivas sesgadas sobre ciertos temas”, escribió Cocero, y agregó que si bien hay “preocupaciones sobre las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a algunas explotaciones ganaderas”, ese es un tema que se debe “contextualizar” y “reconocer los beneficios nutricionales, económicos y los esfuerzos que ya hace la industria para abordar estos problemas” ambientales.

“Es necesario que todo eso lo conozcan también los escolares para así tener un punto de vista más completo”, subrayó.

LO QUE DICEN LOS LIBROS.

El artículo menciona, a modo de ejemplo, “los libros de Geografía e Historia para alumnos de 3º de ESO” (Educación Secundaria Obligatoria) que “casi da por hecho que los animales criados en regímenes intensivos están viviendo en malas condiciones y ni siquiera se hace mención alguna a lo que significa el bienestar animal en cualquiera de estas explotaciones ganaderas”.

Otro libro es Biología y Geología para alumnos de 1º de ESO, “en la que se afirma, sin ningún tipo de duda, que para comer una manzana se utilizan 70 litros de agua para su producción y 50 litros en el caso de una naranja. Sin embargo, un vaso de leche necesita destinar 200 litros de agua para su producción y una hamburguesa 2.400 litros. Así sin más, sin añadir ningún otro dato”.

La lectura de esos textos y sin ningún tipo de explicaciones genera la idea de que comer carne o tomar leche “es totalmente dañino para el planeta”, sin referir a los esfuerzos de la cadena cárnica para reducir los gases de efecto invernadero o mejora el bienestar animal.

“No puede ser es que los libros que sirven para educar a nuestros hijos no sean completamente objetivos”, enfatizó, pero Cocero no se quedó ahí, pues agregó que estamos ante un “problema (que) cobra una dimensión aún más preocupante cuando se analiza en el contexto de la creciente ‘dictadura moral’ que parece estar imponiéndose en nuestra sociedad”, entendiendo por ‘dictadura moral’ “la imposición de un conjunto de valores, creencias y normas morales particulares sobre la población, que limitan de forma preocupante la libertad de pensamiento y la diversidad de opiniones”.

En resumen, el discurso anticarne en los libros de texto de nuestros hijos lleva a que cada año cada vez más jóvenes salgan “con el discurso aprendido sobre lo mala que es la carne, lo asesinos que son los ganaderos y lo contaminantes que son las vacas”.

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