En Uruguay hay un “olvido del sector”. Se requiere “un plan de Gobierno más integral, en acuerdo con el sector para ir dando los pasos que se tienen que dar”.
La semana pasada el sector avícola pasó a la consideración pública por dos hechos relevantes que no se puede soslayar. El primero, la divulgación de un documento elaborado por la Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas (Cupra) en el que advierten que “las importaciones de carne aviar” se han convertido en “una amenaza para la producción local”. El segundo, la manifestación realizada el jueves 3 frente al Palacio Legislativo, de empresas vinculadas al sector por los cambios en las importaciones.
Al respecto, el director ejecutivo de Cupra, Federico Stanham, dijo en el programa Diario Rural (radio Rural) que en Uruguay la avicultura “está en un proceso de desarrollo y comparada con la carne bovina tiene 30 años de atraso, porque no nos hemos ocupado a nivel privado y público para que el sector se transforme”, aunque “los privados vienen invirtiendo hace años, mejorando toda la cadena productiva” y aunque “el Estado viene trabajando está muy rezagado”.
Según el Instituto Nacional de Carnes (INAC), en la comercialización mundial de carne de vacuno, “Uruguay tiene acceso al 73% del mercado disponible desde el punto de vista sanitario, pero en el caso de la carne aviar el acceso es del 4%. Entonces hay una asimetría tremenda entre los dos sectores”.
URUGUAY NO PLANTEA CERRAR FRONTERAS. CAMBIO EN LAS REGLAS DE JUEGO RESPECTO A ARGENTINA Y BRASIL.
De todas maneras, Uruguay tiene un plan de desarrollo que “quizá esté más claro en el sector privado que público; no se plantea un cierre de fronteras”, sino que se ha abierto el mercado a los cuatro países que han pedido que el mercado local se abra y que son Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos.
En el caso de Chile y Estados Unidos no hay ningún tipo de limitación, explicó Stanham.
Diferente es lo sucedido con Argentina y Brasil, ya que “por acuerdos que impulsó el MGAP en su momento y que tratan de ser integrales -porque dentro del Mercosur tenemos trabas entre los países- en el caso de la carne aviar, para darle acceso a Brasil, en 2010 se hizo un acuerdo de apertura por parte de Uruguay a cambio de un mejor tratamiento desde Brasil respecto a otros productos agropecuarios”, y los sectores privados deberían “ponerse de acuerdo en un límite, que fue establecido en 120 toneladas al mes de pollo entero congelado; y lo mismo con Argentina en 2017. No es un capricho, es una visión de los países junto con los sectores privados, de que eso era razonablemente bueno”.
Por otro lado, “también es cierto que hay autorizaciones previas de importación que la maneja Ganadería, y esas autorizaciones pueden ser ágiles o no”.
Pero lo que pasó en marzo de 2022 “fue que se aceleró el otorgamiento de permisos y se cambiaron las reglas de juego con respecto a Argentina y Brasil, ya no existe el tope de cantidad y dejó de ser en base a pollo entero y puede ser en base a cortes. Es un cambio en las reglas de juego” en los ingresos que Uruguay permite.
Sobre Brasil Stanham dijo que en una semana ese país exporta “más de 80.000 toneladas de cortes y pollos, y en un año entero Uruguay produce 80.000 toneladas. Hay una dimensión totalmente asimétrica”.
COMPETITIVIDAD DE URUGUAY.
En cuanto a la competitividad de Uruguay, el director ejecutivo de Cupra señaló que hay dos aspectos a considerar.
El primero “para volvernos exportadores y tolerar más apertura comercial necesitamos generar los bienes públicos necesarios que son los buenos estatus sanitarios y mantenerlos, la apertura de mercados pasando de ese 4% al 35% de mercado disponibles y con buenos mercados abiertos”.
Y segundo, el MGAP tiene que desarrollar “los otros componentes para generar los mismos valores y atributos que la ganadería vacuna: trazabilidad, prestigio, inocuidad, etc. Eso hay que construirlo y a nivel privado nuestras empresas invierten permanentemente a lo largo de toda la cadena”, aseguró.
En otro orden de cosas, dijo que “en la avicultura, es la propia planta de faena la que tiene que generar su propia materia prima, tiene que importar las reproductoras, recriarlas, tenerlas en producción por más de un año para recién tener los huevos que van a generar los pollitos que van derivar en la producción. Eso no está disponible en el campo para comprarlas o no”, según sirva a la industria.
Stanham anunció “un proyecto de inversión que para el sector puede implicar hasta US$ 40 millones, y hay que buscar la forma de financiación a plazos adecuados para que eso se haga y nuestras plantas tengan los mismos niveles que las brasileras”, o sea, “los mismos niveles de automatización, los mismos niveles en los equipos y mejorar los niveles de gestión a lo largo del proceso, básicamente en inocuidad. Después vendrán los temas de las tarifas y otras cosas, pero sólo con el tema costo país el sector no es competitivo”.
SI LOS DEMAS PUEDEN EXPORTAR, ¿POR QUÉ URUGUAY NO?
“Argentina, Brasil, Chile, Paraguay exporta carne aviar, ¿por qué Uruguay no?”, se preguntó el entrevistado. La explicación de que eso suceda está en que “nos olvidamos de ese sector”, a pesar de lo cual “las empresas crecieron”.
Ese crecimiento también se ve en los empleos que generan: “Más de 5.000 empleos directos, principalmente en la zona rural de Canelones y Montevideo”.
VOLVER A LAS CUOTAS Y LAS TRES ‘PERILLAS’ QUE SE DEBEN CONSIDERAR.
El planteo de Cupra es volver a las cuotas, pero además “tenemos un plan de desarrollo que el MGAP y el INAC lo tiene claro. Lo que vemos es que falta dar una visión de desarrollo sectorial” y cuando eso pase “hay tres ‘perillas’ para manejar: la de la internacionalización que es lograr la apertura de los mercados, la perilla de la profesionalización del sector publico y privado; y la perilla de la apertura comercial”.
Hoy “la ‘perilla’ de la apertura comercial va a una velocidad mucho mayor a las otras dos que son más complejas” y se requiere “un plan de Gobierno más integral, el Gobierno en acuerdo con el sector para ir dando lo pasos que se tienen que dar”.
Y no es que el Gobierno no trabaje, “está trabajando de forma excelente con el sector, en permanente dialogo” y con avances destacados, por ejemplo el que implicó la ley de Rendición de Cuentas que “aprobó la integración de Cupra al INAC lo que se concretará en 2023”.
“Se está trabajando bien, pero se necesita una velocidad y ritmo adecuados para que el sector dé el salto de calidad que tiene que dar y manejar la apertura comercial con criterio para no dañar la estructura del sector productivo”, subrayó.
ENTREVISTA COMPLETA A FEDERICO STANHAM.
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