La Unión Europea es más rica que China y está más poblada que Estados Unidos, pero no lo ha aprovechado, escribió la editora jefe del boletín del FMI.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | El mundo mira lo que sucede en Estados Unidos y China, y cómo estos dos grandes países forman, arman, deforman y desarman los parámetros de la economía mundial, y con ese proceder sacuden sociedades y generan incertidumbres.

Estados Unidos y China -uno gobernado por un impredecible caprichoso, el otro por un dictador- se comportan como si fueran los dueños del mundo, y el resto de los países bailan al compás de la música que ellos quieren tocar.

Si a uno se le ocurre lanzar una guerra comercial, o si el otro decide reducir o abandonar tal o cual mercado, los demás debemos acomodarnos a esa sinfonía, aunque no nos guste, aunque nos dañe o nos haga mal.

Las garantías no existen y ningún país (incluyendo a Rusia e India) tiene posibilidad de incidir por sí mismos en ese juego que solo juegan los grandes del barrio a su antojo.

Sin embargo, hay un grupo de países que han formado una unión y que deberían dejar la pasividad para comenzar a trabajar en la formación de una mejor economía global: Europa, hoy como Unión Europea.

Ese es el tema central del boletín Finanzas y Desarrollo del Fondo Monetario Internacional (F&D/FMI) correspondiente a la edición de junio 2025.

Gita Bhatt, editora jefe de F&D/FMI, destaca que la Unión Europea es más rica que China y está más poblada que Estados Unidos, pero no lo ha aprovechado.

“No hay muchos lugares que igualen a la Unión Europea en cuanto a calidad de vida. Sus trabajadores disfrutan de más tiempo libre que en muchas otras regiones, pero su nivel de vida se encuentra entre los más altos. Sus valores fundamentales de solidaridad se ejemplifican en los contratos sociales que garantizan que el Estado cuidará de quienes lo necesiten”, sostiene la analista.

A pesar de lo anterior, en los últimos años, la Unión Europa “ha perdido la confianza en su modelo económico. Más rica que China y más poblada que Estados Unidos, ha estado a la zaga tanto en crecimiento como en innovación tecnológica desde la crisis financiera mundial. La brecha de crecimiento se está ampliando a medida que la fuerza laboral del continente se reduce, la productividad se estanca y las tensiones comerciales aumentan. Y ahora los gobiernos se esfuerzan por aumentar el gasto en defensa para depender menos de Estados Unidos para su seguridad”, escribió.

La pregunta que F&D/FMI se hace en varios de sus artículos, es si la Unión Europea podrá “prepararse para hacer frente a los retos de una nueva era marcada por rápidos cambios geopolíticos e incertidumbre política”.

Un “obstáculo” que se menciona en uno de los artículos es “la falta de un mercado financiero unificado”; porque “un mercado único de capitales solo conducirá a una mayor reserva de ahorros si Europa también completa su unión bancaria, y la inversión solo aumentará si las empresas esperan mayores rendimientos”.

Para eso se “requiere mucha menos fragmentación, menos burocracia y una regulación más uniforme en toda la unión”, apuntó Bhatt.

No obstante, Alemania, la mayor economía de Europa, “apenas ha crecido desde 2019, mientras que la de Estados Unidos se expandió 12 veces más y 3 veces más que la eurozona. Para ponerse al día, los líderes de Alemania ya han reformado el ‘freno de la deuda’, un límite constitucional al endeudamiento público, y ahora deben abrir la economía a la inversión orientada al futuro y superar la escasez crónica de mano de obra”.

Lo de Polonia parece ser diferente: su “exitosa transformación económica puede inspirar al continente hoy”, asegura su ministro de Finanzas, Andrzej Domański.

Además, “una reestructuración radical ha convertido a Grecia -que emergió de una crisis de deuda no hace mucho tiempo- en una de las economías de más rápido crecimiento de Europa”, en tanto que “España ha encontrado el punto óptimo entre el fuerte crecimiento y el progreso social con unas finanzas públicas sostenibles”, según sostiene el ministro de Hacienda español, Carlos Cuerpo.

Según parece, la desajustada Europa tiene modelos en que inspirarse, y eso es bueno, como sería bueno que el Mercosur y todo Latinoamérica pudiera hacer lo mismo si Argentina y fundamentalmente Brasil asumieran el papel de líderes que deben cumplir.

FERTILIDAD Y LONGEVIDAD TAMBIÉN HACEN A LA FORTALEZA DE LA ECONOMÍA.

Pero la economía también necesita que factores no económicos funcionen bien, y eso está en F&D/FMI, pues allí se analizan las implicaciones que tienen la disminución de la fertilidad y el aumento de la longevidad.

La forma de gestionar la disminución del número de trabajadores en relación con los jubilados es una preocupación en muchas partes del mundo (en Uruguay lo sabemos bien y se ha discutido sobre el tema, aunque no en forma suficiente ni con la profundidad debida), pero es especialmente grave en Europa.

Gita Bhatt asegura que “los europeos saben que ha llegado el momento de reactivar su poderío económico. Saben que deben unirse para dar forma a la economía global actual, en lugar de ser moldeados por ella. Y pueden aspirar a hacerlo permaneciendo fieles a sus valores”, concluye.

Al final, siempre termina siendo un tema de valores, de conservar los valores (sociales, políticos, económicos, culturales, humanos e incluso espirituales) que hicieron grande a Occidente y que se han ido perdiendo, sin que nadie sepa bien cuándo ni cómo comenzó la decadencia contemporánea.

Acceda al boletín F&D/FMI completo (en inglés) en este enlace: boletín del FMI.

Pin It on Pinterest

Compartir

Comparte este contenido en tus redes sociales!