El PMR es una herramienta diseñada para cubrir las necesidades financieras de corto plazo de la población rural que no tiene acceso a crédito de entidades financieras.
Montevideo | Todo El Campo | El viernes 28 de marzo, 14 analistas de crédito participaron de un encuentro en el local del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en la Av. Garzón de Montevideo, allí compartieron experiencias, evaluaron y proyectaron el trabajo en la zona de influencia de cada uno.
El Programa Microcrédito Rural (PMR) realizó su primera reunión anual; el PMR es una herramienta del MGAP que en forma conjunta articulan la Dirección General de Desarrollo Rural (DGDR) y Fundasol.
Integran el equipo del PMR está integrado por Gregorio Martirena y Lucía Vázquez de la División de Financiamiento Rural de DGDR-MGAP, y Verónica Ponce de León de Fundasol, y en viernes inauguró su trabajo como analista en la zona noreste de Cerro Largo, Luciana Ferreira.
El PMR es una herramienta diseñada para cubrir las necesidades financieras de corto plazo de la población rural que no tiene acceso a crédito de entidades financieras. Su funcionamiento es a través de la organización a nivel local en un trabajo coordinado entre analista de crédito y la población integrante de los Comité de Crédito Local, quienes hacen posible su instrumentación. En conjunto definen el uso de los fondos basándose en la confianza, el conocimiento y el control social.
Este año el PMR cumple 21 años, y desde marzo de 2004 a febrero de 2025 alcanzó una inversión total en créditos entregados por 1.200 millones de pesos uruguayos.
En octubre de 2024 se habilitó una nueva línea de crédito para jóvenes que puede destinarse para fines productivos o para estudio. Al momento se han entregado 1,8 millones de pesos uruguayos a 38 jóvenes.
Marisa López es analista de crédito de Cerro Largo (las zonas de Tupambaé, Cerro Chato, Cerro de las Cuentas, Quebracho, Tres Islas, Ramón Trigo y Rincón de Py) desde hace 10 años. Contó que al comienzo había desconfianza sobre la utilidad de la herramienta, pero eso cambió “y hoy llevan 9 o 10 créditos, y ahora te dicen lo bien que les ha servido”.
Sobre el destino de los microcréditos, López dijo que hay diferentes rubros. Algunos “tienen pequeños predios y lo usa para plantar pasturas, o comprar la vaca para ordeñar; otros han invertido y sumado mercadería a su tienda, peluquerías, almacenes de campaña, invierten en heladeras, vitrinas” para preservar los alimentos, como fue el caso de un almacén en Quebracho que tiene una variedad de productos incluso lácteos o frutas frescas, que antes no podía tener.
Pero en su zona de trabajo -continuó López-, la mayor parte de los créditos los toman mujeres con pequeños emprendimientos o para mejorar su calidad de vida en sus hogares.
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