La afectación en la función cerebral se da “especialmente durante las tareas de memoria de trabajo”.
Montevideo | Todo El Campo | Desde hace unos años, caminar por calles o plazas de Montevideo nos pone de frente a una realidad que muchos nunca imaginaron: el consumo cada vez más habitual de marihuana (o cannabis). Es fácil detectarlo gracias a su fuerte olor, y alcanza con mirar hacia los costados para identificar a la persona que la está fumando.
Desde que se legalizó el consumo con fines recreativos y la venta en las farmacias, es común encontrarse con fumadores en cualquier lugar. El cambio de las leyes contribuyó a su aceptación, y la sociedad en general, principalmente los jóvenes, perdieron la percepción del riesgo al que se exponen con su consumo.
“Si es legal no ha de ser tan mala”, razonan con naturalidad y sentido común, porque a la sociedad y a las personas le cuesta creer que haya leyes o normas que atenten contra la sanidad y el bienestar social como individual. Además, “aquellos que nos dijeron que la sal y el tabaco hacen mal, ¿por qué no nos dirían si también la marihuana fuera dañina?”, se preguntan.
El problema es que, aunque nadie se los diga, cada vez son más numerosos los estudios científicos que demuestran el daño que causa la marihuana en quienes consumen como en quienes respiran el humo sin ser consumidores directos (por ejemplo, se ha encontrado THC en niños no fumadores expuestos al humo).
JAMA Network Open (*), revista que integra la red JAMA, un consorcio de publicaciones médicas generales y especializadas revisadas por profesionales científicos ha publicado varios artículos sobre los daños que causa la marihuana. La ciencia, no tiene dudas de lo dañina que es.
En enero de este año, investigadores del Departamento de Radiología, Campus Médico Anschutz de la Universidad de Colorado, publicaron el estudio “Resultados de la función cerebral del consumo reciente y de cannabis a lo largo de la vida” en el que comprobaron que “el consumo excesivo de cannabis a lo largo de la vida se asocia con una menor activación cerebral durante una tarea de memoria de trabajo”.
El hallazgo sugiere que “el consumo de cannabis se asocia con resultados de la función cerebral a corto y largo plazo, especialmente durante las tareas de memoria de trabajo”.
La investigación se realizó en 1.000 jóvenes de entre 22 y 36 años, y se “evaluó la activación cerebral” durante siete tareas administradas durante la sesión de resonancia magnética funcional” resultando que “el consumo reciente de cannabis se asoció con un peor rendimiento y una menor activación cerebral en la memoria de trabajo y las tareas motoras”.
Las siete tareas en que se basó el estudio son de “memoria de trabajo, recompensa, emoción, lenguaje, evaluación motora, relacional y teoría de la mente”.
Como conclusión y relevancia el texto señala: “En este estudio de adultos jóvenes, los antecedentes de consumo excesivo de cannabis a lo largo de la vida se asociaron con una menor activación cerebral durante una tarea de memoria de trabajo. Estos hallazgos identifican resultados negativos asociados con el consumo excesivo de cannabis a lo largo de la vida y la memoria de trabajo en adultos jóvenes sanos que pueden ser duraderos”.
(*) JAMA Network Open: JAMA y las revistas especializadas de la Asociación Médica Americana (**) Artículo publicado en JAMA. Resultados de la función cerebral del consumo reciente y de cannabis a lo largo de la vida
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