Lacalle dijo que para los países de economías más pequeñas del Mercosur “es importantísimo que el mundo se nos abra”, y agregó que “un acuerdo de este tipo no es una solución, es una oportunidad.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | “Nunca, nunca, nunca te rindas”. La frase de Winston Churchill se aplica a quienes han trabajado incansablemente para lograr finalmente este día, el viernes 6 de diciembre el Mercosur y la Unión Europea llegaron al acuerdo de asociación, dando un paso que muestra cómo la perseverancia siempre tiene su recompensa.
Debieron pasar 25 años, y en ese tiempo han habido gobiernos de diferentes colores, cada uno con sus funcionarios y técnicos, que en una larga carrera de postas fueron saltando obstáculos sin tener en claro cuánto faltaba para llegar a la meta.
Aunque es esencialmente comercial y de mercado, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destacaron la firma como un logro que va más allá de lo comercial.
La firma del acuerdo se realizó en el marco de la Cumbre del Mercosur y se realizó en nuestro país con la presencia de los presidentes de los socios del bloque, Javier Milei (Argentina), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Santiago Peña (Paraguay) y los mencionados Luis Lacalle y Ursula von der Leyen.
“No es solo un intercambio comercial, que lo es, porque para los países de economías más pequeñas del Mercosur es importantísimo que el mundo se nos abra”, dijo Lacalle, y agregó que “un acuerdo de este tipo no es una solución, es una oportunidad, y estará en cada uno de nosotros por la voluntad que le demos para que avance”.
El mandatario llamó a los presidentes y a los países involucrados a seguir avanzando a “pasos pequeños, pero ciertos y en la misma dirección”, porque “ya sabemos lo fácil que es destruir y lo difícil que es construir, y la responsabilidad nuestra como presidentes de nuestros países fue sacar lo que desune, sacar los desacuerdos y pararnos arriba de lo virtuoso que son las uniones y los acuerdos”.
UN ACUERDO QUE TAMBIÉN FAVORECE A EUROPA.
Ursula von der Leyen dijo la Unión Europea y el Mercosur están “fortaleciendo” la alianza que hay entre los países de uno y otro bloque, pero también “estamos enviando un mensaje claro y poderoso al mundo que cada vez es más confrontativo, demostrando que las democracias pueden apoyarse mutuamente. Este acuerdo es una oportunidad económica y también es una necesidad política, somos socios con mentalidades y raíces comunes, con una historia y una cultura entrelazada”.
En el mundo “soplan fuertes vientos hacia el aislamiento y la fragmentación, pero este acuerdo es nuestra respuesta: nos paramos juntos en el escenario mundial como socios”, y “enviamos un mensaje para nuestra gente y nuestros negocios en las regiones”, porque el acuerdo “significa más y buenos trabajos”, apuntó.
Von der Leyen aseguró que “es una ganancia para Europa” que tiene “60.000 empresas exportando al Mercosur, 30.000 de ellas son pequeñas y medianas”. La buena noticia es que todas ellas “se beneficiarán de aranceles reducidos, procesos aduaneros más sencillos y acceso preferencial a algunas materias primas fundamentales”. Todo esto “traerá grandes oportunidades de negocios”.
No olvidó al sector agropecuario europeo que se ha manifestado contrario al acuerdo: “Los escuchamos y estamos actuando al respecto. Este acuerdo incluye salvaguardas robustas para protegerlos” y asegura que “nuestros estándares de alimentos y bebidas no van a cambiar”. “Este acuerdo va a ahorrar 4.000 millones de euros a las empresas europeas a la vez que expanden mercados y abren posibilidades de empleo para ambas partes”. O sea que “este es un buen día para el Mercosur y para Europa, y un momento histórico para nuestro futuro compartido”.
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