La ganadería como sistema de producción enfrenta varios desafíos: las percepciones de los consumidores, la creciente demanda mundial de alimentos y los compromisos asumidos por el país en materia ambiental, son solo algunos.

Montevideo | Toco El Campo | El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), la Sociedad de Criadores de Hereford del Uruguay (SCHU) y la empresa especialista en nutrición animal Nutex, fueron coanfitriones de la cuarta edición del evento “Genética para una ganadería sustentable”. El Club de Golf fue escenario del encuentro, que tuvo como ejes la eficiencia de conversión, la calidad de carne y canales pesadas, las emisiones de metano y las tecnologías aplicadas.

La bienvenida estuvo a cargo del Ing. Agr. Nicolás Shaw, presidente de la SCHU, y del vicepresidente de INIA, Ing. Agr. Walter Baethgen.

“El objetivo siempre ha sido volcar a los interesados el conocimiento y la información que se han generado en la Central de Pruebas de Kiyú”, señaló Shaw. “La ciencia y la tecnología tienen un valor importante para contribuir a la producción ganadera, y levantar restricciones, y estamos dispuestos a brindar nuestra infraestructura, equipos técnicos y recursos para seguir generando valor, apoyados en la articulación con la ciencia”, resaltó.

Por su parte, Baethgen se refirió al reto de informar a una sociedad que casi en un 80% es urbana y vive lejos de donde se producen los alimentos. “Eso genera mucho desconocimiento y el sector productor de carne es uno de los que más lo sufre. Por eso es clave que Uruguay, que es país ejemplo de producción sostenible, principalmente de carne, haga un esfuerzo en educar a esa población”.

En esa línea, el vicepresidente de INIA mencionó que, a raíz de la visita de la Fundación Bill y Melinda Gates a Uruguay en 2022, para conocer la producción local, este año se inauguró un observatorio de ganadería sostenible financiado por dicha organización. “Debemos educar, ser claros en que hay diferentes tipos de producción ganadera y que el modelo de Uruguay es referente en sostenibilidad”, dijo.

LA GENÉTICA COMO RESPUESTA.

La jornada continuó con la ponencia “La genética como respuesta a los desafíos de la sostenibilidad: mayor productividad, menos metano”, de la mano de la Ing. Agr. Elly Navajas, investigadora en mejoramiento genético animal del Sistema Ganadero Extensivo de INIA, quien se apoyó en resultados de trabajos de investigación realizado a lo largo de los años, por el equipo de INIA y socios académicos y privados.

“La ganadería como sistema de producción enfrenta varios desafíos: las percepciones de los consumidores, la creciente demanda mundial de alimentos y los compromisos asumidos por el país en materia ambiental, son solo algunos. En este escenario, la genética tiene mucho por hacer, para lograr aumentar la producción, reduciendo las emisiones de metano y cuidando el ambiente”, dijo Navajas. 

Entre los datos que resaltó la especialista, mencionó que la meta a 2025 que asumió Uruguay de reducir en un 32% la intensidad de emisiones de metano respecto a 1990, se ha cumplido, sin resignar productividad. Nuevas metas están planteadas para los próximos años.

A nivel de selección, Navajas destacó que existen múltiples formas de contribuir a mitigar las emisiones de metano, entre ellas destacan las evaluaciones genéticas consolidades con características de relevancia económica; una mayor eficiencia de conversión, que implica menores costos de producción sin afectar la producción, y la selección por menores emisiones, que, entre otras ventajas, permite posicionarnos frente a posibles barreras paraarancelarias, agregado de valor y diferenciación de producto.

Ante la premisa de por qué considerar la eficiencia de conversión, Navajas señaló que tiene una heredabilidad que permite el progreso genético por selección y seleccionar animales contemplando este indicador “está comprobado que se traduce en un menor consumo de alimento, sin afectar la producción”.

Entre otros datos otorgados por estudios, Navajas resaltó que novillos más eficientes consumen 15 a 20% menos que los menos eficientes en recría y engorde; que el menor consumo de los novillos más eficientes no afecta su desempeño, ni la calidad del producto, y que la eficiencia es la variable más relevante para explicar diferencias en el ingreso neto por novillo, es decir que, “los animales más eficientes son los que generan mayor beneficio económico”.

Asimismo, apuntó que la investigación cuenta con datos robustos que confirman que los novillos más eficientes emiten un 6% menos de metano y la intensidad de las emisiones es un 6% menor que los animales menos eficientes.

Entre los comentarios finales, Navajas destacó que “hoy Uruguay tiene una plataforma de medición de consumo y eficiencia de conversión, tiene experiencia en recoger las mediciones de metano, cuenta con rodeos conectados entre sí y tiene una evaluación genética que incluye genómica. Los resultados son alentadores y necesitamos seguir trabajando en recoger información para poder tener más y mejores parámetros genéticos que faciliten la selección de animales más sostenibles, en productividad y en términos de emisión de metano”.

Tras Elly Navajas, presentó el Ing. Agr. Anibal Pordomingo, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de Argentina, que se enfocó en la precisión en ganadería, la eficiencia, el rendimiento y la calidad de carne del novillo pesado desde la genética. Luego tomaron la palabra el Vet. Raimundo Peñafort, de InsighTs, con una charla sobre el potencial de la ganadería de precisión en sistemas de ciclo completo; el Vet. Atilio Ciuffolini de Teknal y Nutex, atento a los desafíos y oportunidades en la producción de carcasas pesadas, y el Ing. Agr. Martín Segredo, que se encargó del cierre refiriéndose a cómo pensar hacia el futuro y avanzar hacia una ganadería sostenible.

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